José Manuel Desco, Consejero Delegado de T-Systems

“La transformación digital es una cuestión de liderazgo”.

Publicado el 14 Jun 2016

José Manuel Desco, Consejero Delegado de T-Systems

Todo el mundo habla de ella, pero no todos la definen de una forma satisfactoria. ¿Qué se considera desde T-Systems como transformación digital?

Más allá de la milonga que hay en el mercado detrás de la transformación digital, este fenómeno se basa en dos cuestiones bien sencillas.

En primer lugar, los productos y servicios que hoy son físicos se van a convertir en otra cosa, algunos seguirán siendo parcialmente físicos y otros serán digitales; se distribuirán y se consumirán de una forma diferente por un cliente que habrá cambiado.

En segundo lugar, transformación digital es reconocer que tenemos una tecnología maravillosa, que supone una revolución industrial y que permite cambiar las formas de hacer negocio. La transformación digital no va de tecnología, va de procesos, cómo cambiamos las empresas, cómo cambiamos la sociedad, nuestros modelos de cultura, la relación con los demás y todas las actividades que desplegamos.

¿Cómo convencen a sus clientes que su ‘transformación digital’ es mejor que la de la competencia?

Yo no vendo tecnología, siempre pregunto al cliente el motivo. Si me solicitan una herramienta tecnológica lo primero que voy a preguntar es para qué la precisan. Una vez obtenida la explicación, estoy seguro de que podemos ofrecerle el valor añadido para poder transformar su negocio. El concepto dinámico resulta esencial en nuestro ideario. El cliente paga solo lo que usa. La tecnología está profundamente democratizada.

En los años ochenta había que comprar mainframe IBM y el que no podía permitírselo se encontraba en una situación de desventaja competitiva. Ahora todo el mundo puede tener tecnología. Nosotros mismos estamos con Open Telekom Cloud, una nube pública, y se pueden comprar con una tarjeta de crédito procesos y agregarlos de una manera flexible. Nosotros somos un operador de telecomunicaciones y una de las virtudes del negocio digital es que se combinan elementos y que la combinación es mayor que la suma. Por ejemplo, la red de telecomunicaciones empieza a ser un valor en sí misma, por velocidad y por inteligencia. Cuando hablamos de Big Data, debemos también combinarlo con cloud, seguridad y movilidad para completar el puzzle de la integración. En Deutsche Telekom aglutinamos todos estos elementos para dar al cliente soluciones. Pero siempre buscando el retorno de la inversión y la mejora de su negocio.

Su compañía no tiene el discurso de nube híbrida como insisten otros jugadores del mercado…

Nosotros podemos ofrecer nube privada, puramente privada, nube pública y nube híbrida. Lo que notamos es que más allá de nuestra oferta, lo que los clientes piden son diferentes tipos de nube, y el embrollo consiste en gestionar esta diversidad. Como hacer que la administración de todas las nubes resulte sencilla, integrando diferentes proveedores. Una empresa puede tener Azure de Microsoft o nuestra cloud pública y una parte privada. El quid es cómo barajar esta situación. Hay un negocio monumental, y hay que estudiar la circunstancia del cliente.

Un caso ilustrativo: un banco tiene por legislación de Basilea su centro de datos y de acuerdo con la regulación dispone de una nube privada, y la misma regulación le permite alojar ciertas aplicaciones en una nube pública. El problema es el tránsito, y ahí es donde T-Systems puede ofrecer todo su valor.

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Redacción Computing

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