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El mundo ya no es el que era, la realidad se ha vestido de digital para poder abordar las nuevas necesidades de comunicarnos y de trabajar. Ya es un imperativo identificar a los usuarios dentro de cualquier sistema corporativo, la gestión de identidades requiere una vuelta de tuerca para que sea cada vez más eficaz y segura. Hay que aceptar nuevas reglas de juego, entender que identificarnos, por muchas molestias que acarree el proceso, es la mejor receta para evitar intrusiones y robos de datos. Empresas como Okta trabajan en esta dirección y los CISO de las compañías saben de sobra los riesgos que corremos si no se establecen unas reglas de seguridad y de autenticación acordes a una nueva realidad más dispersa y sin perímetros concretos. Con esta idea se ha celebrado el encuentro de Computing con responsables de seguridad de grandes marcas para pulsar su visión en este punto y qué estrategias están poniendo en marcha.
