Con un beneficio neto de 6.377 millones de pesetas y pese a una nada despreciable facturación de 112.624 millones de pesetas durante 2000, la compañía ha descendido un escalón en el ranking del sector cediéndole su anterior quinto puesto a Telefónica Data y pasando Indra a ocupar el sexto lugar.
El área de Tecnologías de la Información, que supone el 80 por ciento de las ventas, creció en el último ejercicio un 28 por ciento mientras que su contratación se incrementó un 42 por ciento con respecto a la efectuada en 1999 haciendo la puntualización de que el 40 por ciento de la facturación global obtenida en 2000 provino de mercados internacionales.
Merece especial atención la actividad de consultoría y servicios para Internet que, durante el ejercicio de 2000, ha sido notablemente reforzada con la creación y desarrollo de la filial Atlante (cien por cien propiedad de Indra) creciendo en ventas, con contratos mayoritariamente procedentes del entorno gran cuenta, un 91 por ciento con respecto al año anterior y situándose en los 3.057 millones de pesetas. El potencial que insufla Atlante a la compañía matriz hace a sus responsables exponer un objetivo de crecimiento de ingresos para 2001, en esta actividad, situado por encima del 50 por ciento.
A medio plazo (próximos dos a tres años), Indra se ha marcado como objetivo consolidar una posición destacada entre las compañías europeas de servicios de Tecnologías de la Información con un modelo de negocio diferenciado, basado mayoritariamente en los mercados español y latinoamericano, pero con capacidad también de prestar servicios a aquellos de sus clientes que los demanden en el mercado europeo.
