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Qué es DevOps. Cómo funciona y buenas prácticas



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DevOps es una metodología que integra desarrollo (Dev) y operaciones (Ops) para acelerar la entrega de software fiable mediante automatización, colaboración y mejora continua

Actualizado el 26 sept 2025



DevOps

Qué es DevOps

DevOps no es un producto ni un puesto, sino una forma de trabajar que une personas, procesos y tecnología para entregar software fiable y seguro más rápido.

Reduce fricciones entre equipos, automatiza lo repetible y alinea decisiones técnicas con el negocio.

Referentes como Microsoft o Atlassian lo describen como cultura y prácticas que abarcan de la planificación a la operación, con seguridad integrada y soportadas por CI/CD, monitorización continua y feedback rápido sin comprometer la estabilidad.

¿Cómo funciona DevOps?

Combina equipos multifuncionales con métricas y responsabilidades compartidas y una cadena de herramientas estandarizada para construir, probar, desplegar y operar software de forma repetible y ágil.

En el plano operativo, se materializa en canales de integración y entrega continua (CI/CD) que automatizan compilación, pruebas y despliegues, con estrategias como blue/green o canary para reducir el riesgo con el objetivo de acortar los ciclos de entrega sin perder calidad ni seguridad, tanto en entornos tradicionales como en la nube.

¿Qué hace DevOps?

DevOps supone pasar de proyectos cerrados a productos vivos, con cambios pequeños y frecuentes que llegan a producción con calidad automatizada y telemetría de extremo a extremo.

Esto exige alinear objetivos técnicos con métricas de negocio (tiempo de ciclo, frecuencia de despliegue, tasa de fallos, MTTR) e incorporar confidencialidad, integridad y disponibilidad desde el diseño.

En un mercado de nube, automatización, contenedores e irrupción de la IA, reducir el time-to-market sin perder calidad es una ventaja competitiva.

De ahí la evolución hacia DevSecOps (seguridad integrada desde el inicio), GitOps (infraestructura y aplicaciones gestionadas desde Git) y platform engineering, que estandariza la experiencia del desarrollador con plataformas internas de autoservicio.

Los informes DORA 2024 y Puppet 2024 coinciden en que la ingeniería de plataformas no sustituye a DevOps, sino que lo refuerza al impulsar productividad, calidad y menor complejidad mediante estandarización y autoservicio.

Funciones de DevOps

Muchas TI aún operan en silos que alargan ciclos y elevan los riesgos. DevOps los rompe alineando desarrollo y operaciones para entregar valor más rápido y con calidad, apoyado en colaboración, automatización y métricas.

Lo que se pretende es ‘industrializar’ la entrega con procesos repetibles, seguros y medibles que escalen con el negocio.

Consejos prácticos para aterrizar DevOps en la empresa

  • Diagnóstico inicial: evalúa aspectos como la arquitectura, grado de automatización, deuda técnica y métricas (frecuencia de despliegue, tiempo de cambio, tasa de fallos, MTTR).
  • Plan por dominios: define código, CI/CD, pruebas, observabilidad, seguridad e IaC.
  • Empezar por un flujo de valor: elige un producto/servicio y pipeline mínimo viable (CI, pruebas automáticas, CD hasta preproducción y observabilidad básica).
  • Seguridad desde el inicio: añade análisis SAST/DAST, SBOM, firma de artefactos y gobierno de cambios trazable.
  • Estandarizar con una plataforma interna: ofrece plantillas, catálogos y entornos listos (autoservicio, menos variabilidad).
  • Mejora continua: inspecciona cuellos de botella, automatiza procesos manuales y ajusta el CI/CD con datos.

La implantación, fundamental

DevOps y agilidad son complementarios. La agilidad aporta cadencia, priorización por valor y ciclos cortos; DevOps convierte ese ritmo en entregas reales y observables.

Conviene precisar que los marcos de desarrollo como Scrum o Kanban no bastan por sí solos, pues sin automatización y sin equipos que compartan objetivos de disponibilidad y coste, la promesa de velocidad se diluye.

Por eso, ‘shift left‘ (pruebas y seguridad tempranas) y ‘shift right‘ (experimentación, feature flags y observabilidad en producción) son ya parte del vocabulario operativo de cualquier equipo serio.

Desarrollo DevOps, Scrum y KanBan

Scrum aporta iteraciones cerradas y roles definidos, mientras Kanban optimiza el flujo continuo y limita al trabajo en curso.

Se complementan con eXtreme Programming (XP) (con prácticas como TDD, integración continua, trabajo en pareja y refactorización) y Lean Software Development (eliminar desperdicio, acelerar valor).

Scrumban combina ambos para una cadencia continua con menos ritual. Para coordinar múltiples equipos, marcos de escalado como SAFe, LeSS o Nexus ayudan a gobernar dependencias y priorizar a nivel programa, y Disciplined Agile guía la elección de prácticas según contexto.

Las herramientas modernas de seguimiento y trazabilidad integran tableros ágiles con repositorios y pipelines CI/CD, dando visibilidad unificada de extremo a extremo.

Gracias a ellas, se puede vincular cada cambio con su impacto en la entrega, reducir tiempos de entrega y reforzar calidad y seguridad.

Algunos ejemplos de estas herramientas son Jira (gestión ágil), GitLab (repositorios, CI/CD y seguridad integrados) o Azure DevOps (planificación, repositorios y pipelines).

Automatización y código abierto

Automatizar el ciclo de entrega es la única forma de publicar nuevas versiones con frecuencia sin perder calidad.

Sobre Linux y herramientas ampliamente adoptadas (Kubernetes, Git, Jenkins o Argo CD), las organizaciones orquestan pipelines de CI/CD que, ante cada cambio, compilan, prueban, verifican y empaquetan el software de forma reproducible.

Cada paso queda registrado y auditable, lo que facilita revisiones, rollbacks y cumplimiento.

Además, menos herramientas y mejor integradas reducen complejidad operativa y abren la puerta a incorporar funciones de IA generativa en pruebas, seguridad o documentación.

La presión del mercado ha dejado atrás los despliegues en ventanas fijas y fuera de horario.

El enfoque DevOps impulsa entregas automatizadas para que las nuevas versiones lleguen a producción de forma ágil, segura y, cuando es posible, casi en tiempo real.

Git: el sistema de control de versiones de código abierto

Git se ha convertido en pieza clave en los flujos DevOps. Al ser distribuido, cada desarrollador dispone del historial completo y puede trabajar en paralelo, integrando cambios con rapidez.

Esto habilita prácticas como el desarrollo sobre el tronco (rama principal siempre desplegable) y GitOps, donde Git actúa como fuente de verdad para desplegar y configurar sistemas con transparencia y automatización.

Plataformas como GitHub, GitLab o Bitbucket amplían este modelo con revisión de cambios, coordinación de equipos y CI/CD, por lo que Git resulta igual de útil en comunidades de software abierto que en empresas con equipos distribuidos.

IaaC, o infraestructura como código

En muchos repositorios Git ya conviven el código de las aplicaciones y las definiciones declarativas de la infraestructura (servidores, redes, clústeres y políticas).

Eso es IaC: aprovisionar y gestionar recursos como software, con archivos versionados, revisados y probados en los mismos flujos que el código.

Herramientas como Terraform y Ansible, junto con sistemas de gestión de configuración (Puppet, Chef) y, en contenedores, manifiestos de Kubernetes o charts de Helm, permiten entornos repetibles y trazables, reducen tareas manuales y minimizan errores al escalar.

Integrada en CI/CD, IaC coordina cambios de aplicación e infraestructura, valida antes, detecta cualquier deriva de configuración y acelera despliegues tanto en la nube pública como en centros de datos, con menos incidencias y más trazabilidad.

En la práctica, los resultados son tangibles: por ejemplo, un equipo de banca digital pasó de configuraciones manuales a plantillas de Terraform y playbooks de Ansible integrados en CI/CD, estandarizando entornos, reduciendo errores y acortando aprovisionamientos de días a horas con trazabilidad completa.

En el plano público, Wikimedia Foundation gestiona su infraestructura con Puppet, mientras Intuit popularizó el enfoque GitOps con Argo CD, logrando despliegues más consistentes y auditables a gran escala.

DevOps y la nube

Cloud y DevOps avanzan de la mano. Mientras la nube aporta elasticidad, servicios gestionados y API homogéneas, DevOps aporta la disciplina para explotarlas con seguridad y eficiencia.

La encuesta anual de 2024 de Cloud Native Computing Foundation confirma que la adopción de técnicas cloud native sigue creciendo y que Europa y América lideran el uso de contenedores y Kubernetes, evidenciando la estandarización del modelo.

Para la empresa, esto se traduce en aplicaciones más portables, observables y fáciles de automatizar.

DevOps e infraestructura heredada

No todo son microservicios en Kubernetes. Muchas organizaciones mantienen sistemas heredados que no pueden migrarse de inmediato por requisitos regulatorios, de latencia o de coste.

Aquí, el enfoque híbrido permite llevar prácticas DevOps al centro de datos y al borde, usando plataformas que extienden API, políticas y controles cloud al entorno local.

Soluciones como AWS Outposts o Azure Arc ofrecen un plano de control unificado para inventario, seguridad, cumplimiento y operaciones, gestionando cargas con criterios consistentes estén donde estén.

Sobre esa base, GitOps también funciona fuera de la nube pública: los clústeres locales sincronizan su configuración desde Git y despliegan cambios con los mismos flujos de revisión y auditoría que en cloud.

El resultado es coherencia operativa y despliegues más predecibles, habilitando una modernización progresiva que normaliza herramientas y políticas hoy mientras prepara la evolución tecnológica de mañana sin interrumpir el negocio.

Las ventajas de la metodología DevOps

DevOps no solo mejora el código, pues al integrar desarrollo y operaciones en un ciclo continuo de cambios pequeños y frecuentes, aumenta la fiabilidad, acelera las entregas y reduce el tiempo de salida al mercado y los costes.

DORA lo documenta desde hace años con indicadores claros: más frecuencia de despliegue, menor tiempo de entrega, menos fallos y recuperación más rápida.

En 2024, DORA ya asociaba la ingeniería de plataformas con mejoras de productividad y experiencia del desarrollador, y analizaba un impacto positivo, pero contextual de la IA en el ciclo de entrega.

En paralelo, el informe global de GitLab 2024 refleja que la adopción de IA impulsa la simplificación y consolidación del toolchain para reducir fricción y complejidad.

Devops: tendencias para los próximos años

El trabajo remoto e híbrido ha impulsado la nube y los servicios gestionados, dando mayor peso a desarrollo en las decisiones tecnológicas.

Sobre ese terreno se fortalecen tres palancas: ingeniería de plataformas para estandarizar la experiencia del desarrollador, GitOps e IaC para gobernar cambios con trazabilidad y automatización, e IA aplicada (con criterios de valor y responsabilidad) en desarrollo, pruebas y operación.

En entornos híbridos, soluciones como AWS Outposts o Azure Arc extienden APIs y gobierno cloud al centro de datos y al borde, manteniendo despliegues consistentes.

Esto se traduce en más resiliencia y mejor coste operativo. Quienes combinan plataformas internas y automatización suelen desplegar más a menudo, entregar antes, reducir MTTR y bajar fallos, además de optimizar recursos con dimensionamiento y escalado automático.

Para gestionarlo por resultados, conviene enfocarse en estos indicadores: velocidad (frecuencia y tiempo de entrega), estabilidad (fallos, MTTR), servicio (SLO/SLA) y eficiencia (coste/servicio, utilización).

Por otro lado, dos líneas gran fuerza: seguridad de la cadena de suministro (DevSecOps+) —SBOM, firma y procedencia de artefactos, políticas como código y GitOps seguro—; y FinOps/GreenOps, que optimizan coste y huella energética sin penalizar rendimiento (etiquetado, rightsizing, apagados programados, escalado automático y coste/huella por servicio).

¿Quién es un ingeniero de DevOps y a qué se dedica

Hablamos de un perfil puente que conecta desarrollo, operaciones y seguridad. Su aportación pasa por automatizar CI/CD, definir IaC, implantar observabilidad y estandarizar procesos para que los equipos avancen con autoservicio y trazabilidad.

No se le mide por scripts, sino por autonomía de equipos y resiliencia del servicio.

La demanda del perfil se mantiene alta y el mercado DevOps sigue en expansión. Su valor se estima en torno a 15.000 millones de dólares en 2025, con crecimientos anuales del 20%–26% hasta 2029.

Ciclo de vida de DevOps

El ciclo de vida de DevOps se refiere a las etapas y prácticas que componen la entrega continua de software, desde su desarrollo hasta su implementación en producción.

Las principales fases del ciclo de vida de DevOps son:

Planificación

Fijar objetivos, redactar historias de usuario y definir criterios de aceptación, alineando métricas técnicas y de negocio.

Las herramientas actuales vinculan iniciativas de alto nivel con código, flujos de integración y despliegues para asegurar la trazabilidad.

Desarrollo

Los equipos escriben código y lo gestionan con sistemas de control de versiones como Git,  colaborando y trabajando con ramas de corta duración, revisiones entre pares y pruebas unitarias.

La integración frecuente en la rama principal reduce conflictos y acelera la retroalimentación, con controles de seguridad desde el inicio.

Construcción

Los cambios se integran automáticamente en un repositorio común. CI compila, ejecuta pruebas tempranas y genera artefactos listos para desplegar (incluyendo, cuando procede, firmas y SBOM para la cadena de suministro).

Pruebas

Se ejecuta una batería automatizada de pruebas unitarias, integración, funcionales y regresión para validar que el software cumple lo esperado sin romper lo existente.

En paralelo, se realizan análisis de seguridad estáticos y dinámicos para detectar defectos y vulnerabilidades antes de producción.

Todo se integra en el flujo de entrega para mantener la calidad sin perder velocidad.

Despliegue

CD promueve versiones desde pruebas a preproducción y producción mediante procesos repetibles.

Para reducir riesgo se usan técnicas blue/green, canary y banderas de características, con aprobaciones cuando procede. Plataformas como Kubernetes automatizan la orquestación.

DevOps

Operación

Se vigilan continuamente sistemas y aplicaciones para anticipar fallos o degradaciones. La observabilidad integra registros, métricas y trazas con alertas accionables y runbooks.

La IaC permite reproducir entornos, aplicar cambios controlados y revertir con rapidez, manteniendo las configuraciones al día en producción.

Retroalimentación

Tras cada versión se recopilan datos de uso, rendimiento y errores, junto con el feedback de usuarios, para priorizar mejoras y devolverlas al plan con el fin de aprender rápido de la experiencia real y trasladarlo a la siguiente entrega para una mejora continua del producto.

Optimización

Con esos datos se afinan proceso y producto eliminando tareas manuales, simplificando la cadena de herramientas, ajustando objetivos y niveles de servicio y reduciendo la deuda técnica.

El resultado es más eficiencia y un ritmo de entrega sostenido, clave para equipos que ya integran IA y buscan menos fricción operativa.

Implantación de DevOps

DevOps supone un cambio cultural: desarrollo, operaciones, seguridad y negocio comparten objetivos, métricas y responsabilidades.

Se apoya en comunicación clara, protocolos comunes, transparencia de métricas y documentación viva, además de prácticas como revisiones cruzadas y rotación de guardias para reducir la fricción y mantener la calidad.

Se recomienda automatizar todo lo repetible: compilación, pruebas, despliegues, reversión controlada y provisión de entornos. Esto permite menos variabilidad y entregas más rápidas.

Definir IaC con herramientas como Chef, Puppet, Ansible o Terraform permite gestionar entornos como software: versionados, revisables y reproducibles.

Esto incluye redes, clústeres y políticas descritas como código, con revisión por pares y pruebas automatizadas.

Integración y entrega continua

CI integra cambios con frecuencia en un repositorio común y verifica automáticamente cada integración para detectar fallos pronto, mantener la calidad y asegurar que las nuevas funciones entren al producto de forma constante y segura.

En la práctica, activa compilaciones y pruebas en cada cambio y bloquea la promoción si algo falla.

La entrega continua CD estandariza pipelines de entrega y despliegue, incorpora controles de calidad y estrategias de liberación sin tiempo de inactividad.

Servicios DevOps

Monitorización constante

Ofrece una visión en tiempo real del rendimiento de aplicaciones e infraestructuras, aportando trazabilidad completa mediante métricas, registros y trazas.

Gracias a estas herramientas, los equipos pueden anticipar incidencias, medir el impacto de cada versión y actuar de forma proactiva antes de que los usuarios perciban problemas, reforzando así la disponibilidad y la experiencia de servicio.

Seguridad integrada (DevSecOps)

Integra la seguridad en todo el ciclo de vida del software, desde el diseño hasta la operación.

Esto implica análisis automático del código y sus dependencias, inventarios de componentes (SBOM), firma de artefactos, controles de acceso y verificación continua en cada fase.

El enfoque DevSecOps reduce riesgos y mantiene la integridad del sistema sin frenar la entrega.

Mejora continua

Recoger de forma sistemática el feedback de usuarios y los datos de rendimiento permite optimizar producto y procesos, cerrar el ciclo de aprendizaje y transformarlo en automatizaciones, estándares y decisiones mejor fundamentadas, de modo que el software evolucione al ritmo del mercado

Microservicios y arquitecturas orientadas a servicios

Dividir las aplicaciones en servicios pequeños y autónomos aporta escalabilidad y agilidad, ya que cada componente puede desarrollarse y desplegarse de forma independiente.

Este modelo acelera la innovación, pero exige rigor: buena observabilidad, contratos claros entre servicios y una cadena de suministro de software segura.

La disciplina DevOps proporciona ese marco con automatización, pruebas y despliegues controlados que reducen riesgos y aseguran la estabilidad operativa.

Tras este análisis, queda patente que DevOps no es un fin, sino el medio para entregar valor de forma predecible, segura y sostenible en un entorno híbrido y multicloud donde la velocidad sin control ya no es opción.

 

Fuente: Zerounoweb.it, Network Digital360

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