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Comunicaciones efectivas en la AAPP
La modernización de la Administración Pública española no puede limitarse a renovar aplicaciones ni a migrar expedientes al entorno digital. Sin una capa de comunicaciones actual —basada en telefonía IP y en infraestructuras DECT de última generación— la eficiencia operativa, la cercanía al ciudadano y la calidad del servicio quedan en entredicho.
España cuenta con una ventana de oportunidad respaldada por los fondos europeos y por planes estatales en ejecución. Convertir ese impulso en resultados exige actualizar la base comunicacional sobre la que se apoyan procesos, equipos y servicios públicos. El Componente 11 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) sitúa la digitalización y la modernización administrativa como prioridad transversal, con líneas específicas para infraestructuras y servicios digitales en todos los niveles de gobierno.
Los sistemas basados en IP facilitan el trabajo desde cualquier ubicación, la integración con el software de gestión municipal, una mejor accesibilidad para la ciudadanía y menores costes operativos
MIGUEL ANILLO, SNOM IBERIA
Plan de Digitalización de las AAPP 2021-25
El Plan de Digitalización de las AAPP 2021-2025 define inversiones para transformar la relación con la ciudadanía, impulsar servicios proactivos, fortalecer la seguridad e interoperabilidad y escalar capacidades en todos los niveles administrativos. Dentro de este marco, la Inversión 3 del Componente 11 contaba con 1.000 millones de euros, de los que 391,4 millones se asignaron a entidades locales para actuaciones en infraestructuras digitales y mejora de la atención.
En este contexto, la renovación de las comunicaciones, con la telefonía hacia IP y el despliegue de infraestructuras DECT de última generación como foco, resultan clave para lograr mayor eficiencia operativa, continuidad y una atención más cercana.
IP y DECT: base operativa de la digitalización
Aun así, muchas administraciones locales, instituciones y empresas municipales siguen operando con centralitas obsoletas que son costosas de mantener, poco flexibles y apenas compatibles con procesos digitales. Con ese punto de partida es difícil garantizar eficiencia, conexiones seguras o un servicio realmente cercano —incluida la incorporación de capacidades de IA—. La telefonía IP de última generación deja de ser un complemento para convertirse en condición de partida, pues sin una apuesta decidida por soluciones digitales de comunicación, el impulso modernizador se diluye.
Las ventajas son concretas: los sistemas basados en IP facilitan el trabajo desde cualquier ubicación, la integración con el software de gestión municipal, una mejor accesibilidad para la ciudadanía y menores costes operativos. El cifrado contemporáneo protege los datos sensibles y las arquitecturas en la nube o híbridas mejoran la planificación presupuestaria. Además, habilitan nuevos modelos de organización (equipos híbridos, servicios de campo) y, gracias a interfaces abiertas, conectan con servicios al ciudadano como la reserva de citas, los expedientes electrónicos o las videoconsultas.
Junto al puesto fijo, las infraestructuras DECT resultan indispensables donde se exige movilidad, cobertura y comunicaciones sin interrupciones. Una arquitectura moderna no termina en el escritorio: escuelas municipales, hospitales o almacenes de protección civil son escenarios en los que DECT garantiza disponibilidad y capacidad de respuesta. Médicos y personal de enfermería, docentes, fuerzas y cuerpos de seguridad y empleados públicos necesitan estar localizables en todo momento ante emergencias, coordinaciones organizativas, gestión de edificios o incidencias. Cuando cada minuto cuenta, DECT asegura comunicaciones fiables incluso en complejos de edificios extensos o áreas exteriores.
Administración centralizada
La combinación de telefonía IP e infraestructuras DECT aporta a los municipios una ventaja decisiva: el personal puede desplazarse y permanecer conectado incluso cuando las redes móviles de datos fallan o su disponibilidad es limitada. La administración centralizada simplifica la gestión de dispositivos, mientras que funciones de localización y alarma, cifrado avanzado e integración con centralitas IP existentes incrementan seguridad y flexibilidad.
Estas capacidades, adaptadas a los ámbitos educativo, sanitario y de protección civil, evidencian que la modernización municipal va más allá de la fibra y los servidores, pues sin la integración de tecnologías IP y DECT, quedarían áreas críticas insuficientemente cubiertas.
Por tanto, apostar por actualizar las comunicaciones con tecnologías probadas en la práctica convierte la digitalización en un servicio público tangible. Con financiación ya canalizada hacia Comunidades Autónomas y entidades locales, priorizar proyectos de telefonía IP e infraestructuras DECT —integrados con las aplicaciones corporativas y gestionados de forma centralizada— aporta continuidad, capacidad de adaptación y calidad en la atención. Quien actúe ahora evitará parches costosos mañana y consolidará una Administración eficaz y preparada para el futuro.
