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Qué es una ‘Smart City’ o ‘Ciudad inteligente’. Ejemplos y características



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Un paper dedicado a explicar qué son las smart cities o ciudades inteligentes, cuáles son los requisitos para que se pueda considerar como tal y algunos de los mejores ejemplos en nuestro planeta

Publicado el 25 sept 2025



Ciudad inteligente

El principal objetivo de la tecnología es hacernos la vida mejor. Por eso, la innovación tecnológica aplicada a las ciudades, los lugares donde vivimos y socializamos, pasa por algo obligatorio en el siglo XXI.

El término ‘smart city’ o ‘ciudad inteligente’ comenzó a resonar en los medios de comunicación durante la primera década de los 2000, aunque debemos remontarnos más atrás, concretamente a 1974, para encontrarlo por primera vez. En la Oficina de Análisis de la Comunidad de Los Ángeles se mencionó el término para describir la integración digital y la gestión informativa de la ciudad.
Fue en la cuña formada entre 2000 y 2006 cuando el término se consolidó, asociado al aprovechamiento de tecnologías en auge como el big data, la automatización e inteligencia artificial, para afrontar el desmesurado crecimiento urbano y cómo ello colocaba en una situación delicada la sostenibilidad de las mismas.

¿Qué es una smart city o ciudad inteligente?

Una ciudad inteligente o smart city es aquella que basa su desarrollo en la sostenibilidad, y para ello se nutre de la aplicación de nuevas tecnologías. Las ciudades inteligentes tienen tres objetivos principales: el uso eficiente de la energía, reducir las emisiones contaminantes para intentar frenar el cambio climático y, en general, aumentar la calidad de vida de quienes la habitan. Para conseguirlo, entran en juego tecnologías como la inteligencia artificial, la recopilación masiva de datos y el Internet de las Cosas.
La columna vertebral de las ciudades inteligentes es el Internet de las cosas. Gracias a una red de sensores estratégicamente situados, se recogen datos de múltiples fuentes, como edificios, tráfico, suministros de energía, y posteriormente se envían a plataformas de análisis. Allí, la IA se encarga de analizar e intervenir en tiempo real, identificando patrones y facilitando la toma de decisiones automatizadas.

Cómo convertirse en una Smart City: requisitos

Para que una ciudad se pueda considerar smart city debe cumplir con una serie de requisitos fundamentales relacionados con el uso de las innovaciones tecnológicas, la sostenibilidad y la calidad de vida de los ciudadanos.

A nivel internacional, la Organización Internacional de Normalización (ISO) ha publicado la norma ISO 37120, que establece 104 indicadores clave, repartidos en 19 temas, para medir el desempeño y la calidad de vida de las ciudades.

La versión nacional de esta norma se la conoce como UNE-ISO 37120. La Asociación Española de Normalización (UNE) ha desarrollado más de 30 normas específicas para que una ciudad pueda considerarse smart city, 

Estos son algunos de los requisitos clave más importantes:

  • Uso avanzado de las TIC: una ciudad inteligente debe implementar tecnología de la información y la comunicación en áreas sensibles como la salud, el transporte, la educación, la gestión energética y de residuos urbanos.
  • Planificación urbana eficiente: un concepto que incluye la movilidad sostenible, la optimización del espacio público, un control automatizado de los edificios y el desarrollo de una estrategia clara para el desarrollo urbano sostenible.
  • Sostenibilidad ambiental: innovación tecnológica al servicio de la eficiencia energética, el uso racional de los recursos naturales, la adopción y el desarrollo de las energías renovables y la gestión automatizada e inteligente de los residuos.
  • Un Gobierno transparente y abierto: fomentar la participación ciudadana, la transparencia y el acceso a datos públicos, además de una gobernanza adaptada a los tiempos actuales.
  • Infraestructura tecnológica basada en el Internet de las Cosas, redes de datos, plataformas para procesar la información y sistemas de gestión en tiempo real.
  • Inclusión social y accesibilidad: los servicios públicos deben estar adaptados para ser accesibles para todos, eliminando las barreras para las personas con discapacidad o movilidad reducida.
  • Calidad de vida: la tecnología ha de ser implementada para mejorar aspectos como la seguridad, la salud y la educación, movilidad y, en general, aumentar la satisfacción ciudadana.

Ventajas de las Smart Cities

Las ciudades inteligentes ofrecen ventajas significativas en eficiencia urbana y sostenibilidad ambiental, aumentando la calidad de vida. La integración de la tecnología y los datos obtenidos en la gestión de los recursos urbanos repercute en que las ciudades sean más seguras, participativas y competitivas.

Son tres las principales ventajas que obtiene una ciudad inteligente: la mejora en la toma de decisiones —el análisis de datos en tiempo real identifica necesidades y optimiza los servicios urbanos—, el aumento de la calidad de vida —los ciudadanos disfrutan de servicios públicos más eficientes y accesibles— y la sostenibilidad ambiental, con sensores inteligentes que ayudan a ahorrar agua y energía, disminuyendo la contaminación y reduciendo los residuos.

En cuanto a los beneficios adicionales, tenemos un aumento de la participación ciudadana y la transparencia, una mayor competitividad y generación de riqueza, seguridad mejorada y el desarrollo de la movilidad inteligente.

Asimismo, una ciudad inteligente reduce gastos innecesarios, mejora la asignación de recursos e incrementa la eficiencia operativa, con servicios urbanos automatizados, la mejora de la atención al usuario y el aumento de la satisfacción general.

Países y ciudades inteligentes en el mundo: ejemplos

Zúrich (Suiza)

Líder del ránking 2025 en el Smart City Index, destaca por un transporte público optimizado con IA, economía circular y provisión eficiente de servicios urbanos con bajo impacto contaminante. Esta ciudad implementó la red LoRaWAN y sensores IoT para el monitoreo ambiental, desde la calidad del aire hasta los estacionamientos.

Oslo (Noruega)

Pionera en incentivos para la movilidad eléctrica, además utiliza tuberías de agua instaladas sin abrir zanjas gracias a tecnología avanzada, además de casas inteligentes para la asistencia a distancia de personas con demencia.

Singapur

Destaca por el proyecto ‘Virtual Singapore’: una réplica de la ciudad en 3D para la gestión urbana, y el modelo ‘Digital Urban Climate Twin (DUCT), que se basa en datos satelitales y sensores que simulan escenarios climáticos para gestionar el calor.

Barcelona (España)

La ciudad española ha introducido contenedores inteligentes que monitorean en tiempo real el nivel de los residuos y los sistemas de alumbrado LED con sensores que optimizan la energía y recogen datos ambientales.

Dubai (EAU)

Este país digitalizó la administración pública con comisarías automáticas y destacó en impresión 3D de edificios. Además, el gobierno apuesta por la tecnología blockchain y un fuerte ecosistema de inteligencia artificial.

Buenos Aires (Argentina)

Wifi público para toda la ciudad, semáforos inteligentes para optimizar el tráfico y sistemas digitales de gestión urbana.

Medellín (Colombia)

Esta ciudad latinoamericana es conocida por el Distrito de Innovación, una zona urbana que reúne infraestructura moderna, espacios colaborativos y conectividad urbana para favorecer el crecimiento empresarial con programas como Ruta N y el ‘Valle del Software’ como motores para la innovación y formación de talento en tecnología.

Para terminar, nombrar ciudades españolas como Bilbao, Madrid, Zaragoza, Alcobendas y Las Rozas, incluidas en el ránking Smart City Index 2025 por el equilibrio entre sostenibilidad, habitabilidad y buen gobierno, usando tecnología de manera estratégica para mejorar la calidad de vida.

En resumen, podemos marcar cinco cualidades que comparten las smart cities:

  1. Transporte público eficiente y digitalizado.
  2. Gestión sostenible de recursos y espacios verdes.
  3. Plataformas para fomentar la participación ciudadana.
  4. Infraestructura tecnológica avanzada.
  5. Políticas de inclusión, accesibilidad y transparencia.

Tendencias tecnológicas de las smart cities en 2025

  1. Gemelos digitales (Digital Twins)

Réplicas virtuales de infraestructuras, espacios urbanos y servicios que funcionan conectados en tiempo real con datos de sensores IoT y otras fuentes. Estas plataformas permiten visualizar, simular y gestionar el ecosistema de las ciudades de forma práctica y interactiva.

En ciudades como Chattanooga se ha reducido el tiempo de espera en tráfico hasta un 30 % gracias a los digital twins, que monitorizan cámaras, sensores y hasta datos meteorológicos.

  1. IA generativa y predictiva

En los últimos años ha aumentado el uso de la IA generativa y predictiva para la gestión energética, las simulaciones urbanas, análisis de movilidad y la personalización de los servicios públicos en tiempo real. Las ciudades adoptan la IA para anticipar patrones de comportamiento y facilitar la toma de decisiones.

  1. Participación ciudadana digital

Desarrollo de plataformas y aplicaciones móviles que permitan a los ciudadanos votar digitalmente, consultar proyectos y reportar incidencias en tiempo real, fomentando la participación democrática urbana activa y transparente.

  1. Infraestructura resiliente y sostenible

El desarrollo de edificios autosuficientes, la automatización del consumo energético y la agricultura urbana tecnológica, con el fomento de los cultivos verticales y sensores IoT para el riego y la fertilización.

  1. Ciberseguridad urbana

La interoperabilidad y el uso de sistemas inteligentes demanda estrategias adaptadas de protección de datos, detección de amenazas y normativas para la salvaguarda de la privacidad de los ciudadanos.

Retos de futuro para las smart cities

El elaborado proceso de convertir una ciudad en inteligente no termina: va mutando y adaptándose a las necesidades y retos de futuro. Las ciudades inteligentes afrontarán una serie de desafíos sistémicos y tecnológicos que definirán su evolución en los próximos años.

  • Adaptación y resiliencia climática. El cambio climático provoca inundaciones y olas de calor, entre otros eventos extremos. Las ciudades deberán invertir en infraestructuras verdes, sistemas de evacuación de agua sostenibles y redes eléctricas resistentes.
  • Seguridad y privacidad de datos. El auge del IoT y el Big Data exige estándares de seguridad elevados, con políticas públicas fuertes para proteger la privacidad del ciudadano.
  • Inclusión digital. Reducir la brecha digital de los ciudadanos es esencial para que los beneficios de la tecnología lleguen a todos, garantizando la accesibilidad a la conectividad y evitando la exclusión en comunidades vulnerables.
  • Movilidad sostenible y congestionamiento. Las ciudades inteligentes deberán fomentar el uso de vehículos eléctricos compartidos, los sistemas de transporte eficientes y la gestión de zonas de bajas emisiones.
  • Financiamiento y gobernanza. La implementación de soluciones inteligentes requieren financiación y gobernanza efectiva. Conseguir fondos e impulsar la colaboración público-privada serán claves para la sostenibilidad de los proyectos.
  • Gestión de residuos y fomento de la economía circular. Proyectos que optimicen el reciclaje, la reducción de basuras y la promoción de economía circular son clave.
  • Ética del dato. Se hará imprescindible el desarrollo de marcos éticos y legales para el uso responsable de los datos personales recogidos por los sensores IoT y otras fuentes digitales. 

El avance de las ciudades inteligentes dependerá de la capacidad de estas para afrontar los distintos retos que se le planteen. La innovación tecnológica debe encontrar el perfecto equilibrio entre sostenibilidad, igualdad social y resiliencia.

Solo la actuación coordinada entre la ciudadanía, las administraciones y el sector privado permitirá desplegar todo el potencial de las smart cities. El reto pasa por transformar la tecnología en una herramienta real de inclusión y sostenibilidad para la vida en las ciudades.

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