Alberto Gago, hasta ahora responsable de la Oficina España Digital 2030 e Internacionalización, asumirá la dirección de la AESIA con el objetivo de reforzar la confianza ciudadana en la inteligencia artificial y consolidar al organismo como referente nacional e internacional en la supervisión y gobernanza de esta tecnología.
Con formación en traducción, derecho europeo, protección de datos y relaciones internacionales, Gago inició su carrera en la Comisión Europea y ha participado en la elaboración del marco europeo de gobernanza de datos. Desde el Gobierno destacó su papel en la creación de la AESIA y en las negociaciones del Reglamento europeo de IA durante la presidencia española de la UE.
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Cambio de estrategia en IA
El nuevo director sustituye a Ignasi Belda, quien ha estado al frente de la agencia desde su puesta en marcha en junio de 2024. Bajo su mandato, la AESIA implantó su sede en A Coruña, avanzó en la organización interna y desplegó un primer “sandbox” regulatorio de IA. La plantilla de la agencia alcanzará los 55 trabajadores en los próximos meses, mientras que el canal ciudadano creado para resolver dudas sobre inteligencia artificial ha recibido más de 500 consultas.
Gago se ha comprometido a impulsar la Estrategia Nacional de IA y a reforzar la colaboración con organismos europeos e internacionales. Entre sus logros previos figuran la Estrategia Nacional de Tecnologías Cuánticas y la coordinación del AI Governance for Humanity Lab de Naciones Unidas en Valencia. El relevo en la AESIA marca una nueva etapa en la supervisión de la inteligencia artificial en España, en un contexto de creciente regulación y demanda de transparencia.
La IA y automatización en España
La llegada de Alberto Gago a la AESIA coincide con un creciente interés público por los proyectos de inteligencia artificial. Un informe de TendersTool (Adjudicaciones TIC), basado en licitaciones de 2024, revela que 56% de los procedimientos analizados estaban relacionados con la IA. Sin embargo, los proyectos de automatización robótica de procesos (RPA) concentraron los mayores presupuestos: el importe medio de las adjudicaciones de RPA superó en un 44% al de las de IA. Según TendersTool, es habitual que los contratos de RPA alcancen más de 2 millones de euros, mientras que las iniciativas de IA rara vez superan los 500.000 euros.
El estudio también destaca que las comunidades autónomas son las administraciones que licitan más proyectos tanto de IA como de RPA. Los ayuntamientos se inclinan por la IA para mejorar la atención ciudadana y la analítica predictiva, mientras que la Administración General del Estado reparte su inversión de manera equilibrada entre IA y RPA. Estas cifras evidencian que, aunque la inteligencia artificial gana visibilidad, la automatización sigue siendo la tecnología con mayor impacto económico en la transformación digital del sector público.








