La inteligencia artificial reduce la presión de los profesionales sanitarios

Los servicios de salud continuarán bajo una carga significativa para seguir enfrentándose al coronavirus, su coexistencia con otras enfermedades y el progresivo envejecimiento de la población europea.

Publicado el 02 Ene 2022

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Si la Organización Mundial de la Salud declaraba 2020 como el Año de la Enfermería, 2021 hasido designado por la institución como el Año de los Trabajadores de la Salud y la Atención Sanitaria, que han tenido que lidiar con un crecimiento exponencial de la demanda de asistencia debido a la combinación de la crisis de salud, el contexto sindémico generado y los cambios demográficos. Todo ello ha evidenciado una falta de tiempo efectivo que ha socavado la capacidad resiliente de los sistemas de salud, obstaculizando la calidad asistencial y llevando a los profesionales en muchas ocasiones al límite.

Con el fin de aliviar la presión, la innovación tecnológica apoyada en inteligencia artificial se alza como un instrumento clave para racionalizar la administración; mitigar los requerimientos en torno a la entrada de datos; automatizar tareas y ciertos procesos mientras se conserva el control; y permitir consultas más eficaces”, apunta Natalia Escobedo, directora de Sector Público de Microsoft en España. En última instancia, esto logra que los trabajadores de primera línea se centren en lo que mejor saben hacer: cuidar a los pacientes. También ayuda a garantizar que tengan el tiempo que necesitan para desconectarse y proteger su propio bienestar.

Después de trabajar extensamente con herramientas impulsadas por IA, el Dr. Eric Topol, cardiólogo y autor del libro ‘Deep Medicine: How Artificial Intelligence Can Make Healthcare Human Again’, señalaba: “Me di cuenta de que, a medida que se puede aumentar el rendimiento humano tanto a nivel clínico como de paciente a una escala sin precedentes, es posible hacer que crezca el tiempo disponible“.

Tres factores que pesan sobre los servicios sanitarios

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad correspondientes al año 2019, en España hay un promedio de 3,4 profesionales de la medicina por cada 1.000 habitantes, lo que en un escenario pandémico resulta insuficiente. Los servicios de salud continuarán bajo una carga significativa para seguir enfrentándose al coronavirus y su coexistencia con otras enfermedades y listas de espera extendidas tanto para el diagnóstico como para el tratamiento. Esto incluye un flujo de pacientes con afecciones preexistentes que pueden no haber sido diagnosticadas ni tratadas.

A ello se suma el creciente reto del envejecimiento de la población. Según la Comisión Europea, uno de cada cuatro europeos tendrá 65 años o más en 2030. En España, actualmente esa franja de edad representa casi el 20% de la población y, en nueve años, se podrían incorporar a este grupo más de cuatro millones de personas. El 40% de este colectivo suele vivir con al menos dos enfermedades crónicas, como las dolencias cardíacas o respiratorias. De hecho, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) –que ya afecta a más de 300 millones de individuos en todo el mundo– se convertirá en la principal causa de muerte en los próximos 12 años.

La tecnología ha de contribuir a responder eficazmente a este panorama. En este aspecto, ya tenemos ejemplos en toda Europa, que se intensifican según se acelera el viaje digital de los sistemas de atención médica.

Prevención y monitorización remota en tiempo real

Los sistemas sanitarios de todo el mundo tienen la oportunidad de adoptar estrategias basadas en datos que hagan hincapié en la prevención. Esto es fundamental para proteger al personal, reforzar la eficiencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Como señala McKinsey en su informe ‘Priorizar la salud: Una receta para la prosperidad’, “nuestra investigación sugiere que dos tercios de las oportunidades de mejora [en los sistemas sanitarios europeos] se encuentran en las áreas de promoción de la salud, prevención, alfabetización sanitaria y entornos más saludables“.

El Hospital Cova da Beira de Portugal es otra muestra tangible de lo que es posible con la tecnología. Ha desarrollado la plataforma Hope Care, que integra el sistema de alertas HCAlert impulsado por Azure y Microsoft Teams, para permitir a los médicos controlar de forma remota a pacientes vulnerables con enfermedades crónicas, vigilando variables como la presión arterial y el peso. Las herramientas potenciadas por la IA pueden detectar los primeros signos de problemas y alertar de la conveniencia de establecer nuevas medidas preventivas.

Además, como asegura el Dr. Luís Oliveira, “ayuda a que el paciente se sienta muy activo en su propio cuidado: vemos una mayor adherencia a los tratamientos de medicación prescritos y a un estilo de vida saludable.“. Este enfoque ha dado lugar a una reducción drástica de las personas que necesitan acudir al hospital. Las cifras hablan por sí solas: un 85% menos de visitas a los servicios de urgencias y un 62% menos de ingresos hospitalarios.

El grupo sanitario HM Hospitales ha firmado un acuerdo de colaboración con Microsoft para fomentar el uso de la inteligencia artificial y el machine learning en su apuesta por la medicina preventiva y personalizada aplicada al ámbito de la oncología. El objetivo es identificar patrones complejos de comportamiento y encontrar modelos predictivos que den la posibilidad al especialista de optimizar su decisión clínica y el tratamiento individualizado mediante la interoperabilidad y análisis automatizado de los distintos datos clínicos, analíticos, radiológicos, genómicos de tejido y sangre, y de atención terapéutica que se generan para cada uno de los pacientes.

Enfoque híbrido: telemedicina y presencialidad

La telemedicina ha sido una idea que se ha barajado durante años. Pero desde el inicio de la pandemia ha ido alcanzando la mayoría de edad para preservar la seguridad tanto de los enfermos como del personal.

Al principio del confinamiento, la Fundación Hospital General Santísima Trinidad de Salamanca activó más de 16 especialidades médicas con más de 60 profesionales que atendieron consultas online gracias al servicio SaaS basado en Microsoft Azure y al sistema Upmédica, de BHD Consulting. Desde esta plataforma, la Fundación proporciona un entorno atractivo, seguro y con una base legal sólida para gestionar citas, ver pruebas diagnósticas, compartir documentación médica, acceder al historial de consultas externas, realizar videoconsultas y prescribir recetas médicas.

El Distrito Hospitalario de Helsinkyy Uusimaa, en Finlandia, brinda servicios sanitarios a distancia en combinación con la consulta médica tradicional en persona. Su Hospital Virtual, diseñado con Azure y Microsoft 365, respalda la atención holística de los pacientes, integrando prestaciones como la salud mental y el asesoramiento sobre adicciones. Dado que son factores que contribuyen a las enfermedades crónicas, como las cardiopatías, es vital abordarlos para mantener a la gente sana y fuera del hospital.

El enfoque híbrido es ideal para los pacientes y facilita atender a más personas sin aumentar la duración de la jornada laboral de los facultativos. De esta manera, el número de pacientes que pueden tratar los psicoterapeutas se multiplica por tres y hasta por cinco los que asisten al programa de control de peso.

IA conversacional para la captura de datos

Otra forma de aligerar la carga de los trabajadores de primera línea es utilizando la innovación en tareas administrativas. Capturar los datos de los pacientes (constantes vitales, medicamentos, características de estilo de vida) es primordial para garantizar la mejor asistencia, pero la necesidad de precisión y la complejidad de la terminología exigen dedicación y un tiempo que resulta difícil encajar dentro de la jornada laboral. Las innovaciones de IA ayudan a realizar esta labor, actuando como una secretaria digital invisible que registra de forma segura toda la información importante revisada durante las visitas.

Para Nuance, empresa de inteligencia artificial conversacional y ambiental adquirida por Microsoft, esto puede recortar el tiempo que un médico dedica a la documentación en seis minutos por paciente; para los cardiólogos, puede significar hasta un 24% de aumento en el número de personas que pueden ver en un día. Asimismo, tal como apuntan diversas investigaciones, este tipo de tecnología de IA es capaz de disminuir el riesgo de agotamiento de los profesionales de la salud, al liberarlos de actividades administrativas.

Asimismo, el desarrollo digital acelera el diagnóstico de enfermedades poniendo al alcance de las personas herramientas de evaluación. En esta línea de actuación, y a partir de la amplia cartera de tecnología de la nube especializada Microsoft Cloud for Healthcare, incluida la API de Azure para FHIR (Fast Healthcare Interoperability Resources), el Grupo AXA lanzó recientemente Oskar, un evaluador de síntomas que emplea inteligencia artificial y deriva a los usuarios a un profesional médico en caso de ser necesario o a profesionales del cuadro médico de la compañía si se trata de un cliente AXA.

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Redacción Computing

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