El plan de estímulo económico presentado por el nuevo presidente de Estados Unidos, Barak Obama, y que ha sido aprobado por el Senado, suma unos fondos de 789.000 millones de dólares, de los cuales una buena parte irá a parar a la industria de las Tecnologías de la Información. Alrededor de 7.000 millones de dólares de la inversión prevista estará localizada en expandir el acceso de banda ancha en las áreas rurales y marginales; 20.000 millones se destinarán al desarrollo de la llamada red eléctrica “smart grid”; y otros 20.000 millones a digitalizar el sistema sanitario.
Asimismo, muchas otras partes del sector TIC también se verán beneficiadas de una manera indirecta como los puestos de trabajo en fábricas, las ventas de hardware o los contratos de servicios. Por ejemplo, de acuerdo con la versión del proyecto que tiene el Senado norteamericano, 20.000 millones de dólares irán a parar a la renovación y modernización que incluye actualizaciones tecnológicas y mejoras de la eficiencia energética; 1.000 millones para las aulas del siglo XXI, que implicará la compra de equipos informáticos, laboratorios científicos y formación en tecnologías para el profesorado; 550 millones a modernizar hospitales y actualizar la tecnología sanitaria; 400 millones a reemplazar el National Computer Center de la Administración de la Seguridad Social que ya cuenta con 30 años; 245 millones para mejoras de TI críticas de los sistemas de la Agencia de Servicios de Agricultura; y 276 millones para actualizar y modernizar las plataformas de TI del Departamento del Estado con el fin de cumplir con los requisitos de seguridad tras el 11-S.
Ya lo dice el New York Times, “lo que el petróleo era a George Bush, son las energías limpias y las tecnologías a Barak Obama”.
Sin embargo, dicen los críticos que esta inyección de fondos ayudará a despertar al sector pero no resolverá los problemas. De momento, Silicon Valley ya ha conseguido que Washington se fije en ellos, cosa que en España no parece que estemos cerca de lograr, a pesar de los esfuerzos del sector TIC sumados a los de las patronales AETIC y Asimilec.
En nuestro caso, incluso la actualización a la fase Dos del Plan Avanza ha traído consigo una disminución del seis por ciento de los fondos destinados al fomento de la Sociedad de la Información hasta los 1.470 millones de euros, siendo este apartado la principal reclamación de las patronales, que no piden, sino exigen al Ejecutivo incrementar la partida en 2.000 millones de euros en el caso de Asimilec y de 5.000 millones, AETIC. Igualmente, la dotación del MITYC establecida en los Presupuestos Generales para este año también se ha reducido un seis por ciento hasta los 1.512 millones.
Como ya adelantábamos en el anterior número de COMPUTING, la AETIC junto con la CEOE y los representantes de las principales compañías tecnológicas de nuestro país firmaron un Pacto de Estado para instar al Ejecutivo a apoyarse en el sector como motor dinamizador para salir de la recesión y generar puestos de trabajo de alto valor añadido. En su alegato también solicitaban al Gobierno de Rodríguez Zapatero realizar inversiones públicas necesarias para conseguir que España tenga una inversión anual en capital tecnológico superior a la media de la Europa de los 15; y promover las inversiones en I+D para alcanzar en 2010 el compromiso del dos por ciento del PIB.
Asimismo, entre las medidas propuestas, al igual que el plan de estímulo de Obama, nuestro sector también pide al Gobierno que favorezca la expansión de las redes de nueva generación y de la banda ancha, desarrollar un Plan Nacional de Ahorro Energético, incorporar las TIC a todos los ciclos educativos y promover las nuevas tecnologías en los sistemas de salud entre un total de 14 disposiciones.
Sin embargo, frente a las sumas de 50.000 millones de dólares que maneja la administración estadounidense, nuestra inversión se antoja ridícula aunque tengamos en cuenta que España es un país con 1.400 millones de PIB, y Estados Unidos, de 14.000 millones de dólares, según estimaciones de 2008 del Fondo Monetario Internacional.