La compañía de Michael Dell ha disparado sus ventas en su primer trimestre, principalmente del área de ordenadores portátiles y en los mercados de fuera de Estados Unidos, incluyendo el saturado asiático. Asimismo, la fuerte política de ahorro de costes emprendida por el fabricante también ha contribuido a abultar el beneficio neto, que ha aumentado un cuatro por ciento hasta los 784 millones de dólares. Dell ha suprimido 7.000 puestos de trabajo en 2007 aunque también añadió 2.700 por las compras efectuadas. Suobjetivo es reducir 3.000 millones de dólares en gastos para 2011.
En líneas generales, la facturación de este primer periodo ha sido de 16.080 millones de dólares, un nueve por ciento más que hace un año. Unos ingresos, que por primera vez han sobrepasado a los del mercado estadounidense empujados por las ventas de los llamados países BRIC –Brasil, Rusia, India y China-, que han aumentado un 58 por ciento. Asia-Pacífico ha crecido un 19 por ciento y EMEA, un 15 por ciento.