El estudio de GFI, dirigido a 200 Proveedores de Servicios TI Gestionados (MSPs), Distribuidores de Valor Añadido (VARs) y organizaciones para el soporte de TI, arroja que al 47% de los encuestados les ha costado cerca de un mes poner en marcha su software de Gestión y Monitorización Remota (RMM).
Según sus resultados, cerca de la mitad de estas compañías afirman que la implantación de estos sistemas resulta difícil y que finalmente acaba con el desaprovechamiento de partes importantes del sistema, debido a su complejidad. Cerca de la mitad de las compañías dedicadas al soporte de TI y de los MSPs afirman que la inversión inicial en el software RMM es demasiado alta y, un 42%, que el Retorno de la Inversión (ROI) nunca llega a cubrir las expectativas generadas.
Las características más valoradas de los programas RMM, según los encuestados, resultan ser la Monitorización del Servidor, la Monitorización LAN&Windows, la Gestión de Parches y el Soporte Remoto. Además, la razón principal para el uso de un Software para la Monitorización y Gestión Remota está siendo la necesidad de ofrecer unos tiempos para la resolución de incidencias menores y para proporcionar mantenimiento preventivo.