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La inteligencia artificial ética será un medidor para las empresas



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Esta ola de innovación requiere mucha responsabilidad como se aseguró en los Diálogos Prodware: las empresas se distinguirán precisamente por el buen o mal uso que hagan de la IA.

Artículo publicado el 15 jun 2023



GenAI

La novena edición de los Diálogos Prodware – Cremades & Calvo Sotelo ha tenido como debate principal las posibilidades de la inteligencia artificial y los retos que plantea a la sociedad, los gobiernos y la economía. Chus Llorente, directora comercial y de marketing de Prodware, moderó y animó este foro. Y empezó afirmando que la IA es “la transformación tecnológica más trascendental del último siglo, al mismo nivel que el PC, internet o el smartphone”. Pero señaló que esta ola de innovación requiere mucha responsabilidad y aseguró que las empresas se distinguirán precisamente por el buen o mal uso que hagan de la IA.

Por su parte, Carolina Castillo, directora de operaciones y marketing en Microsoft España, intentó aterrizar un debate que muchas veces se mueve en un terreno muy teórico y habló de escenarios reales de uso de la inteligencia artificial. Explicó cómo hoy la IA ya le facilita las cosas a los programadores informáticos, como es el caso de la comunidad GitHub. “En GitHub la generación de código automático ya supone el 46% de todo el código producido. Esto permite a los developers ser más productivos y creativos”. Y también contó cómo mejorará los servicios de atención al cliente, al conectar los CRMs a los bots de conversación, o el trabajo diario de millones de empleados de oficina.

En GitHub la generación de código automático ya supone el 46% de todo el código producido. Esto permite a los developers ser más productivos y creativos

“Según nuestro último informe global Work Trade Index, el 68% de los empleados quiere la inteligencia artificial para sacar adelante ese trabajo que no añade valor, como gestionar un buzón con 200 correos o resumir reuniones”, explicó Castillo.

Y, por último, habló de un tercer escenario donde la IA va a ser clave: el de la toma de decisiones en las empresas. Es lo que los anglosajones llaman observability. “En lenguaje natural los gestores podrán ir preguntando a la herramienta qué es lo que más se está vendiendo, cuáles son los comerciales más efectivos, en qué nivel de márgenes me muevo”.

ChatGPT y una reputación en entredicho Por su parte, Cristina Gallach, comisionada especial para la Alianza por la Nueva Economía de la Lengua, el PERTE que promueve el español como palanca de crecimiento económico, aseguró que la inteligencia artificial es necesaria para “todos los grandes desafíos a los que nos enfrentamos, como el cambio climático, las crisis sanitarias o la competitividad de las empresas”.

Pero también reconoció que estas nuevas herramientas requieren ser afinadas, porque pueden destruir la reputación de una persona sin que esta pueda hacer gran cosa para evitarlo. Y explicó el caso del abogado y académico estadounidense Jonathan Turley, cuyo nombre fue asociado de forma errónea por ChatGPT con acoso sexual y pornografía. “Nadie nos dice con qué datos trabaja ChatGPT. Y necesitamos un mecanismo de transparencia, para no encontrarnos con personas acusadas de lo que no son”, señalaba.

Hasta los promotores de la IA piden su regulación

En el foro de Prodware – Cremades & Calvo Sotelo, también participó Juan Carlos Girauta, expolítico, abogado y columnista, quien valoró los pros y los contras de la inteligencia artificial en el mundo de los medios de comunicación. Girauta cree que, en términos generales, estos avances “van a acabar con muchos empleos”, aunque también aseguró que crearán muchos otros que ahora mismo desconocemos.

Girauta destacó la gran novedad que supone en el mundo corporativo el hecho de que el CEO de OpenAI, Sam Altman, haya comparecido en el Senado de los Estados Unidos pidiendo una regulación. “Hay un miedo al cambio tan terrible que afecta incluso a aquellos que llevan la ventaja empresarial”. Y, por último, abogó por una regulación para ver hasta qué punto, por ejemplo, la inteligencia artificial aporta una visión sesgada del mundo. Siguiendo el ejemplo de los paquetes de cigarrillos, que advierten de los efectos perjudiciales para la salud que tiene el tabaco, Girauta sugirió añadir a los resultados de un chat de IA el mensaje: “Lo que se dice aquí no es cierto al cien por cien”.

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