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La inteligencia artificial se encargará de filtrar currículums



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La IA agiliza la selección de personal mediante filtros automáticos que analizan currículums y perfiles en segundos. Según Alberto Lloves, director en Synergie, el sistema compara competencias y requisitos laborales, pero la entrevista final permanece en manos del consultor

Publicado el 30 abr 2025



La inteligencia artificial filtra currículums sin sustituir al consultor

La irrupción de la inteligencia artificial está transformando el primer filtro de currículums. El uso de sistemas de matching inteligente reduce tiempos de criba de perfiles. El proceso final y la entrevista siguen bajo el control humano.

En la fase inicial, la IA analiza grandes volúmenes de datos en pocos segundos. Este paso automatizado filtra currículums según palabras clave. El consultor revisa los resultados y confirma las candidaturas. Con esta fórmula, la selección se vuelve más rápida y centrada en perfiles adecuados.

Los asistentes virtuales confirman la disponibilidad de candidatos. Estos mensajes automatizados mantienen una comunicación fluida. El uso de la IA libera al profesional de tareas repetitivas. Así, puede centrarse en valorar competencias y experiencias.

Los sistemas de matching inteligente cruzan de forma automática las competencias de cada candidato con los requisitos del puesto. Esta tecnología compara términos y contextos para evaluar encaje. Así, se reducen los tiempos de búsqueda y se amplía el alcance de la selección. El método favorece la atención a perfiles que podrían pasar inadvertidos.

Según Alberto Lloves, director de transformación digital en Synergie, la IA genera resúmenes detallados y detecta coincidencias con la oferta, siempre con supervisión humana. De este modo, las empresas logran una evaluación más ágil. El profesional mantiene el control de la validación. La herramienta actúa como apoyo, no como sustituto.

La automatización también contribuye a reducir costes operativos en proyectos con alto volumen de vacantes. Al disminuir tareas manuales, el equipo puede atender más procesos. Esto beneficia a empresas con recursos limitados. La IA, con guía humana, equilibra calidad y eficiencia.

El factor humano en la selección laboral

La entrevista personal continúa como un proceso humano. La IA no evalúa emociones ni habilidades blandas. Solo el consultor puede interpretar reacciones y matices. Por tanto, la decisión final recae en el juicio del profesional.

La supervisión humana es clave en cada etapa. Los responsables revisan las listas y validan las decisiones de la IA. Así se evita la exclusión de candidatos con talento. Esta intervención garantiza un proceso equilibrado y transparente.

Las habilidades de comunicación y liderazgo requieren evaluación directa. La IA carece de contexto para juzgar estas competencias. Solo el consultor puede valorar experiencias narradas por el candidato. Por ello, la fase de entrevista mantiene su valor estratégico.

La capacitación en herramientas de IA requiere formación específica. Los consultores aprenden a interpretar resultados y ajustar criterios. Este entrenamiento refuerza la fiabilidad del proceso. Al combinar habilidades técnicas y humanas, se optimiza la selección.

Menos sesgos, más transparencia

El uso de la IA también busca reducir sesgos inconscientes. Se excluyen datos personales como edad o nacionalidad. El sistema se centra en la experiencia profesional y habilidades. De este modo, se promueve una selección más justa.

Este enfoque ayuda a cumplir la regulación europea vigente. Además, la herramienta puede identificar patrones que el ojo humano pasa por alto. El resultado es un proceso con mayor transparencia. Así, aumenta la confianza de candidatos y empresas.

La transparencia en los criterios permite ofrecer retroalimentación clara. Los candidatos reciben información sobre el proceso y motivos de selección. Esto favorece la mejora continua de los perfiles. En consecuencia, la experiencia del postulante mejora.

La percepción de equidad atrae a más candidatos. Los profesionales valoran procesos claros y objetivos. Esto mejora la marca empleadora y reduce la rotación. En este entorno, la IA refuerza la atracción de talento.

La integración de la IA en la selección redefine procesos sin anular la labor humana. Su uso responsable puede mejorar la eficiencia y la justicia en recursos humanos. Solo la combinación de tecnología y criterio profesional garantiza un modelo equilibrado. Este cambio marca un paso en la innovación de recursos humanos.

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