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Una propuesta inesperada en plena calma estival
Perplexity, la joven empresa de búsqueda basada en inteligencia artificial que apenas cuenta con 30 millones de usuarios, sorprendió al mundo tecnológico la semana pasada al presentar una oferta en efectivo de 34.500 millones de dólares para adquirir Google Chrome.
La propuesta fue enviada mediante una carta a Sundar Pichai, director ejecutivo de Alphabet, en la que el cofundador de la startup, Aravind Srinivas, defendía la operación como una salida antimonopolio “eficaz y viable” en el marco del juicio que enfrenta el gigante de Mountain View en Estados Unidos.
La magnitud del movimiento es aún más llamativa si se tiene en cuenta que la valoración de Perplexity ronda los 18.000 millones de dólares, prácticamente la mitad de lo ofrecido. Para financiar la adquisición, la compañía asegura contar con el respaldo de grandes fondos de capital riesgo, aunque no ha revelado nombres concretos.
Chrome, en el centro de la batalla regulatoria
Chrome es hoy mucho más que un navegador: con un 67,9% de cuota de mercado global y más de 3.800 millones de usuarios, representa la puerta de entrada a Internet para la mayoría de internautas y un canal estratégico para los servicios de Google.
El caso antimonopolio contra Alphabet ha puesto sobre la mesa la posibilidad de obligar a la empresa a desprenderse de parte de sus activos, incluido Chrome. El año pasado, el juez Amit Mehta ya dictaminó que Google monopolizó de forma ilegal el mercado de búsquedas online. Se espera que el fallo sobre los remedios llegue antes de fin de mes.
De confirmarse una desinversión, rivales como OpenAI ya han mostrado interés en adquirir Chrome. Perplexity, sin embargo, se ha adelantado con una oferta pública que, más allá de su viabilidad, apunta a generar un fuerte impacto mediático.
El plan de Perplexity para gestionar Chrome
En su carta, Srinivas delineó una hoja de ruta para tranquilizar a usuarios, reguladores e incluso a Google:
- Mantener Chromium como proyecto de código abierto.
- Conservar a la mayoría de empleados actuales del equipo de Chrome.
- Invertir 3.000 millones de dólares en dos años para acelerar la innovación.
- Mantener a Google como motor de búsqueda predeterminado del navegador.
Además, la compañía se compromete a garantizar la continuidad del ecosistema Chrome, uno de los pilares del acceso a la red en todo el mundo.
Un movimiento más mediático que realista
La mayoría de analistas ven la propuesta como una jugada difícilmente realizable. Chrome constituye una parte esencial del ecosistema de Google, tanto por los datos que genera como por su función de distribución de servicios.
“Se trata de un movimiento estratégico de relaciones públicas más que de una adquisición viable”, explicó Tom Inniss, especialista en marketing y SEO de Brew Digital. Según su visión, incluso si Google aceptara iniciar conversaciones, la cuota de mercado de Chrome caería sin el respaldo de Android y en un entorno regulatorio que fomenta la diversidad de navegadores.
El propio Pichai ha mostrado firmeza frente a la presión regulatoria, calificando de “extraordinarias” las medidas propuestas y advirtiendo sobre posibles riesgos de seguridad si se obligara a Google a ceder parte de su negocio.







