La inteligencia artificial (IA) está provocando una verdadera disrupción en el mundo empresarial: desde la gestión hasta los procesos productivos, pasando por múltiples actividades de negocio, apoya la toma de decisiones y acelera e impulsa los servicios. Es una tecnología que, en los próximos meses, exigirá que los profesionales se adapten mediante nuevos planes de formación y estrategias específicas.
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La IA redefine el panorama tecnológico
Podemos afirmar que la IA está redefiniendo el panorama tecnológico, pasando de la experimentación a la implementación acelerada. De hecho, según McKinsey & Company, el 88% de las empresas ya utilizan IA en al menos una función de negocio, aunque sólo un tercio afirma haberla escalado a nivel empresarial. La inversión en herramientas avanzadas se dirigirá a cubrir objetivos de ciberseguridad, analítica de datos, monitorización y generación de nuevas oportunidades de negocio. Según también Boston Consulting Group (BCG), los presupuestos de TI se están redirigiendo hacia la IA generativa y los agentes de IA (“agentic AI”) como prioridad principal. Asistiremos a ver cómo la IA generativa se convierte en un componente estructural dentro de las operaciones empresariales; tanto los agentes de IA como la IA especializada serán habituales en el día a día.
La inversión en herramientas avanzadas se dirigirá a cubrir objetivos de ciberseguridad, analítica de datos, monitorización y generación de nuevas oportunidades de negocio.
MOISÉS CAMARERO, COMPUSOF
En el caso de los agentes autónomos (agentic AI), tomarán protagonismo en la automatización de flujos de trabajo cada vez más críticos, desde la atención al cliente hasta la analítica avanzada de datos. Paralelamente, la IA especializada impulsará sectores concretos como tecnología, sanidad, finanzas o industria mediante modelos entrenados para esos ámbitos. Según McKinsey, “agentic AI” es una de las tendencias clave en 2025.
Una ciberseguridad más predictiva
Otro aspecto importante es la seguridad; las ciberamenazas seguirán creciendo, por lo que los planes de defensa se orientarán cada vez más a modelos proactivos. La seguridad IT impulsada por IA se volverá crítica para el análisis de comportamiento y la detección de anomalías en tiempo real. Además, los enfoques basados en arquitecturas Zero-Trust se consolidarán como estándar esencial para proteger entornos de trabajo cada vez más distribuidos e híbridos. Todo ello para garantizar que los profesionales del negocio trabajen con mayor protección, estén donde estén.
El multi-cloud prosigue su marcha
Por otro lado, la nube híbrida y el entorno multi-cloud continúan impulsando el desarrollo de modelos de gestión de datos más híbridos y descentralizados. Las organizaciones buscan la combinación óptima de nubes públicas, privadas y soluciones de edge computing para ganar flexibilidad y escalabilidad. Además, surgirán nuevas experiencias inmersivas para la colaboración en el trabajo híbrido, la formación avanzada, el mantenimiento remoto de equipos y el diseño de productos.
Nuevas experiencias más ágiles
En este contexto hay que resaltar que el procesamiento de datos se está acercando cada vez más a donde se generan, en el borde de la red o Edge, un aspecto sin duda significativo para reducir la latencia y optimizar las operaciones críticas en sectores como la industria o los servicios. A parte de ello, surgirán nuevas experiencias inmersivas para la colaboración en el trabajo híbrido, la formación avanzada, el mantenimiento remoto de equipos y el diseño de productos.
Con todas estas directrices, la IA nos trae un año lleno de posibilidades que irán avanzando según evolucione la tecnología. Los Servicios Tecnológicos serán la clave de la innovación; de hecho, para 2030, se estima que el mercado global de servicios de consultoría y soporte en IA alcanzará aproximadamente 72.000 millones de USD, impulsando la adopción masiva de IA generativa, agentes autónomos y plataformas de seguridad inteligente.










