Abima vio la luz en 1988, como empresa dedicada a la fabricación de equipos mecánicos. Cuatro años más tarde, comenzó un proceso de diversificación que le ha llevado a convertirse en uno de los principales protagonistas del segmento de racks (murales de interior y exterior) para componentes electrónicos y eléctricos de nuestro país y de Europa, entorno donde exporta (aunque no directamente) muchos de sus productos. Como explica Casto Benito, director general de Abima, algunos de nuestros productos no tienen competencia en el mercado europeo, al que llegamos de la mano de nuestros clientes y sus distribuidores. Cerca de un 12 por ciento de nuestra producción se canaliza al exterior por este camino.
La empresa cubre todas las fases del proceso productivo que va desde la investigación y desarrollo, prototipado, pruebas, logística, distribución y comercialización de unos productos acabados con fuertes requisitos de calidad y de impacto medioambiental. Todo ello dentro de una triple actividad que va desde la subcontratación pura y dura de un proyecto a medida y el diseño y fabricación de un producto propio, hasta la integración de soluciones en las que Abima cubre todo el proyecto de implantación de sus equipamientos.
Los productos fabricados van desde piezas mecánicas de muy alta precisión y tamaño reducidos, hasta armarios bastidores de más de dos metros de altura, pasando por cuadros de maniobra eléctrica, cajeros bancarios, cajas de interconexión de fibra óptica, para soportes informáticos e incluso cajas especiales para sistemas expendedores.
Actualmente, la empresa dispone de una superficie total de almacenamiento y fabricación de 15.000 metros cuadrados que se concentran en la provincia de Toledo, donde da empleo a 100 personas que alcanzarán en este año una facturación superior a los 1.500 millones de pesetas.
Casto Benito conoce la empresa desde sus orígenes y siempre ha sido consciente de que el crecimiento de Abima debía basarse en la especialización de sus capacidades. El aumento de la capacidad productiva sin el acompañamiento de herramientas de gestión adecuadas, no es la combinación mejor para alcanzar la rentabilidad. Por ello, Abima se ha dotado a lo largo de los últimos años de recursos informáticos y de control progresivamente más eficaces. Como explica el director general, una empresa no puede crecer sólo a base de mejores medios de fabricación, requiere también del concurso de elementos de control y de su óptima integración con aquellos. Sin embargo la situación en este área no siempre ha sido la exigida en este planteamiento
Hasta fechas muy recientes, mayo de este año, el sistema corporativo de gestión y producción de Abima se basaba en una solución de FoxPro que no era más que una relación de bases e datos poco integradas entre sí y con nulo intercambio de información entre sus tablas y ficheros. Incluso, como explica David Maestro, responsable de los sistemas de información de la empresa, la base de datos de producción no estaba desarrollada para la problemática de fabricación de una empresa como la nuestra que exige de un detallado control de los procesos y de información puntual para la rápida toma de decisiones. Un entorno que se ha estado soportado históricamente en una configuración de red de área local gestionada por NetWare, de Novell, en sus diferentes versiones.
En 1996, la propicia coyuntura de mercado y los nuevos criterios de competitividad llevaron a la empresa a dar un salto cualitativo en sus sistemas de proceso tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, desarrollando un nuevo entorno de conectividad que preparase a la empresa a dar un salto previsto en sus nuevas estrategias de negocio en ese año, Abima adquirió nuevas instalaciones de producción, incorporó nueva maquinaria inteligente y dio los primeros pasos para empezar a construir el proyecto de gestión y producción que prácticamente acabamos de poner en marcha el pasado mes de mayo, comenta Benito.
Un proyecto de sistemas de gestión que empezó con el análisis exhaustivo de las necesidades de la empresa para competir en un entorno tendente a la globalización. Genéricamente, el objetivo era alcanzar un control integral de la empresa que permitiese conocer los costes reales y adecuar los tiempos de fabricación a los requerimientos de los clientes, en definitiva, incorporar un sistema flexible como elemento diferencial del nuevo modelo de negocio en marcha.
Una herramienta capaz de controlar productos con ciclos de vida cada vez más cortos y con mayor número de ediciones comercialmente disponibles y un volumen de referencias y códigos que se eleva a 15.000 y 65.000, respectivamente.
Con la decisión de incorporar una nueva plataforma ERP global, Abima se lanzó a explorar el mercado de soluciones y Fas IV Gestión Integral, de la empresa AS Software, fue la elección final.
Primero, se quería una herramienta estándar, adaptable a las necesidades de la empresa, pero que no sufriera muchas modificaciones durante el proceso de implantación para evitar problemas de mantenimiento y de cambio de versión, una cuestión detectada en las visitas realizadas a otros usuarios de sistemas ERP. Según David Maestro, este criterio se ha mantenido en los términos más estrictos posibles. Cualquier adaptación se ha mirado con lupa y los cambios se han terminado implantando porque realmente ofrecían una mejora real a los proceso de negocio y no porque permitieran simples cambios en la estética de las pantallas. Para conseguirlo, cualquier modificación planteada por los usuarios se ha analizado con mucho detenimiento en el grupo de trabajo formado por gerencia y el área de sistemas, que se vio posteriormente reforzado con los comités de usuarios de los diferentes departamentos.
Además del precio, un factor importante aunque no decisivo en el estudio de herramientas, el nuevo sistema debía ser capaz de incorporar los datos históricos a los que nadie quería renunciar, e integrar los diferentes software especializado de la maquinaria destinada a producción. Precisamente en esta tarea y en la destinada a la codificación de cada una de las referencias dentro de Fas IV Gestión Integral fue donde mayores esfuerzos se gastaron durante las primeras etapas del proyecto. Era fundamental no perder la información acumulada en los últimos años, un patrimonio ineludible para nuestra actividad. AS Software adquirió este compromiso y lo hemos conseguido de una manera casi automática gracias al software que ha utilizado la empresa creadora e integradora del ERP, explica Casto Benito.
También era fundamental que la nueva plataforma de gestión y producción se adaptase perfectamente a las modalidades de fabricación de Abima, una empresa que opera bajo esquemas MRP puros y también con modalidades de Just in Time cuando es necesario los primeros se llevan a cabo cuando se trata de pedidos planificados y con un plazo de entrega o en aquellos ya realizados con anterioridad; los segundos, tienen que ver con productos más sofisticados y novedosos ambos procesos implican formas diferentes de utilización de los recursos de compras, ingeniería, producción, etc. Y por esta razón, necesitábamos un sistema ERP capaz de trabajar con ambas modalidades de fabricación y de comercialización de dichos productos. Ahora, cada uno de nuestros comerciales, puede casi realizar in situ un acuerdo con el cliente, gracias a que Fas IV permite introducir en los portátiles de los comerciales toda la información actualizada de los productos y de las condiciones específicas de un cliente, con datos que incluyen los posibles plazos de entrega y los precios.
Por último, otro de los aspectos más valorados fue el conocimiento por parte del integrador de la dinámica de negocio de Abima. Una experiencia sobre el mundo industrial que permitió parametrizar el ERP en un tiempo estimado inicialmente y menor a cinco meses. La firma del contrato con AS Software se realizó a principios de este año y el arranque de todos los módulos se llevó a cabo a finales de mayo, un tiempo más que razonable, según Maestro.
La nueva solución ha requerido también de un cambio en la plataforma de proceso que se ha dirigido hacia el mundo Windows 2000 y Oracle. Al mismo tiempo, la empresa ha modernizado todos sus puestos de trabajo, comprando equipos de Hewlett-Packard tanto para el servidor de la base de datos corporativa, como para los puestos de trabajo. En su conjunto, las inversiones ha n superado los 50 millones de pesetas, un cifra importante para nosotros, pero necesaria para seguir estando en el mercado, lo que en definitiva es nuestra vocación, recalca Benito.
Para el año próximo, Abima reforzará las infraestructuras de comunicaciones entre sus centros productivos e implantará el módulo de proyectos del ERP, una opción que aportará mejoras en el seguimiento presupuestario, en la utilización de los recursos y en la imputación de los gastos.
El siguiente paso sería evolucionar hacia la versión web del ERP (Fas IV Business), aunque en este camino falta por ver la capacidad de evolución del resto de los actores. Como asegura Casto Benito, sabemos que las transacciones vía web nos pueden deparar importantes beneficios, pero para trabajar en este mundo hace falta que nuestros proveedores y los distribuidores también quieran hacerlo. Nosotros estamos preparados y eso es lo importante.
