La apuesta de las operadoras y de las compañías proveedoras del entorno TIC por llegar a cualquier rincón del hogar tiene ahora su campo de juego en la televisión. El desafío de saltar del teléfono o del PC al aparato televisivo instalándose en el mismísimo corazón del salón de los hogares- se ha convertido en objetivo estratégico de muchas compañías que pretenden aprovechar un mercado con un fuerte potencial de crecimiento. Pero, sobre todo, sobrevuela la idea de colarse como sea en la reconversión del modelo televisivo, abriendo la puerta a un nuevo arquetipo en el que los servicios interactivos incluso publicidad a medida del cliente o el comercio electrónico on line desde el propio aparato de televisión- se convertirán en protagonistas a la hora de diseñar nuevos esquemas de negocio.
Por eso, el anuncio del acuerdo de Telefónica y Lucent por el que esta última asume los activos de la plataforma Imagenio del operador, junto con su desarrollo y despliegue- ha venido a convulsionar un panorama en permanente formación.
Pionero en su día, los orígenes de Imagenio se remontan al año 2001, fecha en que Telefónica pone en marcha el proyecto piloto. En la primavera de 2002 se lanza en Alicante la prueba precomercial, para tres años más tarde comenzar a ofrecer el servicio en Madrid y Barcelona. El objetivo de la operadora es llevar Imagenio a todos los núcleos españoles de población de más de 20.000 habitantes antes de finalizar el año.
La prematura visión de Telefónica que se adelantó a los proveedores- hizo que se viera obligada a asumir el desarrollo de su plataforma de televisión de banda ancha a través de su filial Telefónica I+D, que tuvo que desarrollar un sistema propietario para la distribución y gestión de los contenidos. El proyecto se completó con servidores de vídeo de la antigua Ncube, adquirida en el año 2005 por C-COR.
A partir de ahí es donde entra Lucent a jugar su partida. Mientras que el acuerdo permite a Telefónica librarse de un desarrollo en plena ebullición al que debía dedicar más y más recursos, el proveedor estadounidense se hace con una plataforma IP TV más que probada, operativa y ya con un buen puñado de clientes, que incluso podrá comercializar a otros operadores. Además, a través de su división de servicios, Lucent Worldwide Services, se asegura ser el partner de Telefónica como integrador de red de Imagenio en los mercados internacionales en los que está presente la operadora española: Latinoamérica y la República Checa.
Pero lo que es más importante, Lucent cuenta con una solución que sabe ligada a la convergencia, y como tal, al Subsistema Multimedia IP (IMS), el nuevo paradigma que ha de hacer realidad esa integración de servicios, no sólo en un ámbito fijo sino también móvil, y en el que los principales proveedores de equipos están librando su batalla. En Lucent son conscientes de lo que significa abrir las puertas de Telefónica a algo más que Imagenio: “La tecnología IP TV de Telefónica se integra a partir de ahora en el portfolio de Lucent. La base tecnológica de nuestra oferta IP TV se construirá alrededor de esta plataforma y se complementará con desarrollos propios de Lucent (IMS, aplicaciones, etc.)”, explica José Isaac Mendoza, director de Desarrollo de Negocio de Lucent Technologies.
Pero además, Lucent asumirá la creación y desarrollo de nuevas funcionalidades de la plataforma middleware de Telefónica a través de sus Bell Labs. Así, se abrirán dos centros en España: uno en Madrid, “focalizado inicialmente en los desarrollos de middleware, que se pondrá en marcha de forma inmediata” y otro en Huesca, “más orientado a aplicaciones relacionadas con IPTV”, añade José Isaac Mendoza.
Sin embargo, algunos expertos apuntan a Microsoft como uno de los grandes perjudicados de la operación Lucent. Microsoft firmó hace más de un año una alianza con Alcatel, que desistió de desarrollar su propia plataforma, para colaborar en el ámbito de la televisión IP, un acuerdo que podría irse al traste si se lleva a cabo la fusión entre Alcatel y Lucent en caso de que esta última aportara la plataforma middleware procedente de Imagenio.
Desde Microsoft juran y perjuran que la apuesta de Telefónica por la opción Lucent no tiene porqué perjudicar su relación con Alcatel debido sobre todo al respaldo que su solución, Microsoft IPTV Edition, ha sabido ganarse por parte del mercado. “No creo que ponga en riesgo el acuerdo con Alcatel porque contamos con un abanico de grandes operadoras que se han decidido por la plataforma de TV IP de Microsoft. Es más, hay más posibilidades de incrementar la relación que tenemos con Alcatel tras la fusión con Lucent. Si así lo quisiera Lucent también podría incorporar nuestra plataforma”, destaca Francisco Monteverde, director de Telecomunicaciones y Media de Microsoft. De hecho, no sería la primera vez que Lucent trabajara con Microsoft en el área de la televisión IP porque así lo hizo cuando abordó un proyecto con un operador de telecomunicaciones canadiense.
Lo cierto es que Microsoft cuenta en Europa con una sólida comunidad de operadores que se ha decantado por desarrollar sus proyectos de TV por IP bajo su plataforma hasta el punto de que asegura contar con una cuota del 40 por ciento de las líneas fijas de telecomunicaciones existentes en Europa potencialmente acondicionadas para su solución, un porcentaje que baja al 25 por ciento en un ámbito mundial. Italia Telecom, Swisscom y Deutsche Telekom forman su trío de lujo en Europa, pero también Verizon o AT&T, fusionado con SBC, han recurrido a la compañía de Redmond para poner en marcha sus desarrollos televisivos. Son proyectos por lo menos los abordados en Europa- en los que Microsoft ha ido precisamente de la mano de Alcatel. En España, por el momento, únicamente Ya.com filial de Deutsche Telekom- se ha comprometido a apostar por Microsoft. Incluso, recientemente Wanadoo ha anunciado el lanzamiento de sus servicios de TV por ADSL y tampoco recurre a Microsoft. Al igual que su matriz, France Telecom, ha apostado por la plataforma SmartVision Internet TV de Thales, una compañía en la que Alcatel participa con el 9,5 por ciento del capital.
En Alcatel, cautela por respuesta. Argumentan que aún es pronto para hablar de un tema concreto en una fusión protagonizada por dos compañías del tamaño de la francesa y la estadounidense. Es más, fuentes oficiales inciden en que aún resta el visto bueno por las autoridades correspondientes y, por supuesto, no se ha entrado abiertamente en detalles que afectarían a las soluciones tecnológicas de ambas compañías.