La consultora Michael Page acaba de hacer público el Estudio de Retribuciones Informáticas y de Nuevas Tecnologías, en el que se analizan las características de 17 puestos, entre ellos el del director de Sistemas de Información.
Según los datos del informe el salario de estos profesionales oscila entre los 8,75 y los 25 millones de pesetas anuales en función de su nivel de experiencia y del sector en el que se enmarca la empresa en la que trabaja.
La experiencia, una variable directamente relacionada con la edad, se perfila como determinante a la hora de establecer la remuneración. Y es que mientras el salario de los directores de SSII de 30 a 40 años se sitúa entre los 8,75 y los 12,5 millones de pesetas (de 52.588 a 75.126 euros), el de aquellos cuya edad supera los 40 años, oscila entre los 9,25 y 25 millones de pesetas (de 55.593 a 150.253 euros).
El sector de actividad de la empresa en la que estos profesionales desempeñan sus funciones también resulta determinante, siendo los de banca y seguros aquellos que mejor remuneran a sus directores de SSII.
El estudio también revela que los directores de SSII, que normalmente dependen de forma directa del presidente o el director general de la compañía, antes de asumir las responsabilidades inherentes a ese cargo, generalmente ha ocupado el puesto de director de organización o de logística, ámbitos que mantienen una estrecha relación con los sistemas informáticos. Y, aunque las titulaciones técnicas, medias o superiores en informática suelen corresponderse con la formación requerida para este cargo, también es posible encontrar licenciados en económicas o empresariales desempeñando estas funciones.
De las responsabilidades que corresponden a estos profesionales, entre las que se cuentan la de poner en marcha la estrategia informática de la compañía, la de definir el presupuesto destinado a esta área y la de procurar el mantenimiento de la coherencia entre los Sistemas de Información y la organización y evolución de la empresa, el informe destaca la importancia de su función pedagógica que suele resultar fundamental a la hora de favorecer la adopción de las nuevas tecnologías por parte del resto de los integrantes de la organización.





