“Después de una profunda revisión de nuestro negocio, hemos formulado un plan que permitirá a HP empezar a ofrecer su pleno potencial”. Con estas palabras introducía el presidente y CEO de HP, Mark Hurd, la comunicación de los planes de la compañía encaminados a simplificar su estructura y conseguir una reducción anual de costes de 1.900 millones de dólares.
Entre las medidas tomadas por Hurd sin haber pasado cuatro meses desde que sustituyese a Carly Fiorina, se contempla la reducción en un 10 por ciento de una fuerza laboral que actualmente suma alrededor de 151.000 empleados, es decir, la eliminación de 14.500. De acuerdo con la empresa, que también tiene previsto disolver el Grupo de Soluciones al Cliente (CSG) -responsable de las ventas a gran empresa, pyme y sector público-, los recortes afectarán principalmente a las funciones de soporte –TI, recursos humanos y finanzas- y serán mínimos tanto en las áreas comercial y de I+D.
A través de estas medidas, HP espera conseguir unos ahorros anuales de 1.900 millones de dólares, que procederán fundamentalmente del recorte laboral (1.600 millones) y de la modificación de los planes de beneficios (300 millones).
