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¿Cuáles son los principales servicios y soluciones que ofrece Netmind para apoyar la transformación digital de las empresas?
Netmind está organizada en tres líneas de servicio y una oferta transversal (“The Academy”) que ofrece servicios y consultoría especializada de formación y certificaciones, fundamentalmente en el dominio IT, pero que cruza y proporciona el ingrediente de servicios de aprendizaje y conocimiento al resto de las líneas de servicio.
La primera de ellas es Enterprise Transformation, que engloba todos nuestros servicios relacionados con la gestión del cambio y el impulso de la agilidad empresarial. Le sigue AI & Data, un área centrada en acelerar la adopción de estrategias basadas en inteligencia artificial y datos para generar mayor valor en la toma de decisiones.
Por último, IT Excellence se enfoca en acompañar a los departamentos de IT en el desarrollo y transformación de su fuerza laboral, definiendo organización, roles y responsabilidades, así como en la implantación de nuevos modelos operativos, como los orientados a la nube, y en el diseño de enfoques que favorezcan nuevas formas de trabajar, colaborar, innovar e impulsar el negocio desde la tecnología.
¿Qué diferencia a Netmind de otras consultoras y empresas de formación en el sector IT?
Por un lado, ofrecemos servicios muy integrados, independientemente de nuestra organización y áreas de expertise, nuestra vocación es ayudar a nuestros clientes en la intersección entre personas, tecnología y agilidad.
Es verdad que tenemos proyectos “químicamente puros” pero en la mayoría cruzamos experiencia y capacidades de distintas líneas de servicio con la gestión de cambio y la vocación de implantación efectiva siempre en el centro de todo lo que hacemos.

La inversión en formación continua es otro pilar fundamental, asegurando que todos los niveles de la organización desarrollen competencias digitales relevantes y actualizada
ISAAC CANTALEJO, NETMIND
Si tuviera que resumir, diría que nuestro objetivo es diferenciarnos por ser verdaderos arquitectos del cambio, comprometidos con la materialización de los objetivos de cada programa en el que ayudamos a nuestros clientes.
Por otro lado, Netmind como compañía de BTS – líder mundial en servicios de desarrollo de liderazgo, cultura y formación en negocio – se apoya en capacidades únicas para el refuerzo de nuestros proyectos, por ejemplo, en desarrollo, alineamiento y coaching directivo, etc. BTS tiene una amplia experiencia trabajando desde Consejos de Administración a mandos intermedios, pasando por los Comités de Dirección en programas de alineamiento, desarrollo e implantación de la estrategia y cambio cultural.
Esta experiencia y las herramientas propietarias de BTS, nos ayudan a trabajar con los CIOs, CDOs o CTOs y sus equipos, para desarrollar e implantar sus estrategias de manera más eficaz y sostenible.
En tu experiencia, ¿cuáles son los principales retos que tienen las empresas en su proceso de digitalización?
Son varios los retos, por separado, que conlleva un proceso de digitalización, pero es precisamente la combinación de todos ellos lo que multiplica su complejidad e impacto.
Uno de los más importantes es contar no solo con una estrategia clara y bien definida, sino con el compromiso activo y alineado de todos los niveles directivos. A esto se suma la necesidad de invertir en herramientas y capacidades que hagan transitable el camino, incluyendo un marco global de gestión del cambio que despliegue las competencias necesarias para ejecutar la estrategia de manera eficaz y sostenible.
Las organizaciones también deben cerrar los gaps de conocimiento y habilidades con una visión orientada al futuro, enfocándose no solo en lo que ya está en marcha, como los asistentes basados en inteligencia artificial, sino en lo que está por venir.
Otro de los grandes desafíos es integrar estas nuevas capacidades digitales en entornos donde aún conviven sistemas legados (“core”), que no van a ser retirados de inmediato, o cuyos programas de transformación requieren tiempo. En este contexto híbrido, es clave adaptar los modelos operativos y de servicio para gestionar procesos front-to-back que funcionan sobre distintas tecnologías y datos. Por último, hay que asegurar que los requisitos de seguridad, riesgo y privacidad están presentes desde la misma concepción de los casos de uso digitales.
En definitiva, en un mundo dominado por la tecnología, la digitalización exige algo más que tecnología: requiere un cambio profundo de mentalidad en toda la organización. Superar la inercia y el miedo al cambio, tanto por parte de los empleados como, en ocasiones, de la propia dirección, es clave para que ese cambio sea una realidad.
¿Cuáles crees que son los principales cambios que la inteligencia artificial está introduciendo en las formas de trabajo?
La IA está catalizando cambios profundos y rápidos en el mundo laboral. Ahora mismo, cuando su potencial real todavía está por venir, la IA impulsa la automatización de tareas repetitivas, complementa y amplía capacidades humanas, crea nuevos roles especializados y permite personalizar experiencias a gran escala. También transforma la toma de decisiones, y establece nuevas formas de colaboración entre humanos y la tecnología. Este nuevo escenario exige, de forma crítica, un aprendizaje continuo para sacarle todo el jugo a las nuevas tecnologías digitales.
¿Qué competencias serán esenciales para los profesionales del futuro en un entorno cada vez más digitalizado?
Más allá del dominio técnico propio de cada rol, el entorno digitalizado del futuro exigirá a los profesionales una serie de competencias transversales clave.
La alfabetización en inteligencia artificial y datos (AI & Data Literacy) será fundamental, ya que implica no solo entender y utilizar con eficacia las herramientas digitales, sino también interpretar, analizar críticamente y comunicar información basada en datos para apoyar la toma de decisiones.
A esto se suma el pensamiento crítico, imprescindible para sacar el máximo partido a las nuevas tecnologías. Por su parte, la creatividad y la innovación seguirán siendo pilares esenciales, ya que permiten generar ideas, enfoques y soluciones originales en áreas donde la inteligencia artificial puede asistir, pero difícilmente sustituirá la chispa humana.
Además, en un contexto de cambio constante, la adaptabilidad y el aprendizaje continuo (learnability) se posicionan como una de las competencias más determinantes: aprender con rapidez nuevas habilidades y adaptarse a tecnologías emergentes será imprescindible.
Del mismo modo, la inteligencia emocional y las habilidades interpersonales, como la empatía, la comunicación efectiva o el trabajo en equipo, adquirirán un valor creciente frente a la automatización, al igual que la capacidad de colaborar en entornos presenciales, digitales o híbridos, incluyendo la interacción con herramientas de IA.
Por último, en un entorno cada vez más regulado y expuesto, comprender y aplicar principios de ética digital y responsabilidad será esencial para un uso consciente y sostenible de la tecnología, la IA y los datos.
¿Cómo pueden las empresas adaptarse para fomentar una cultura de trabajo nativa digital?
Fomentar una cultura de trabajo nativa digital implica mucho más que implementar herramientas tecnológicas, requiere cultivar un mindset adecuado y construir un entorno que respalde nuevos procesos, metodologías e indicadores. Para lograrlo, las empresas deben partir de una visión digital clara, impulsada y comunicada desde la alta dirección, que actúe como referente y motor del cambio.
Esta visión debe ir acompañada de una mentalidad de crecimiento y experimentación, promoviendo un entorno seguro donde se incentive probar nuevas ideas, aprender de los errores y asumir el fracaso como parte del aprendizaje.
De nuevo, aquí, la inversión en formación continua es otro pilar fundamental, asegurando que todos los niveles de la organización desarrollen competencias digitales relevantes y actualizadas. Adoptar un enfoque de liderazgo basado en Management 3.0 también resulta clave, empoderando a los equipos, fomentando su autonomía y facilitando el uso de herramientas digitales para mejorar su rendimiento. En definitiva, la colaboración debe convertirse en un valor central, promovida a través de plataformas digitales y una cultura de transparencia e intercambio constante de información y conocimiento. Asimismo, es importante reconocer y recompensar a los empleados que demuestran comportamientos digitales, impulsan la innovación o se convierten en referentes tecnológicos dentro de la organización.
Finalmente, fomentar la flexibilidad organizacional y la capacidad de adaptación a nuevas estructuras, procesos y formas de trabajo será esencial para aprovechar todo el potencial de lo digital, sin perder de vista que el cambio cultural requiere paciencia, persistencia y un compromiso sostenido en el tiempo.