El conocimiento se ha convertido en uno de los intangibles más valorados en el seno de las compañías y existe una aceptación generalizada respecto a que la Gestión del Conocimiento, más allá de un proyecto tecnológico que requiere una inversión considerable, implica la puesta en marcha de una filosofía en la que almacenar, seleccionar y compartir el conocimiento resulta clave, además de motivar y cultivar una cultura empresarial capaz de aprovechar las posibilidades que la tecnología ofrece.
Las ventajas potenciales que a nivel de incremento de la productividad y de la competitividad puede reportar a una empresa el desarrollo de una estrategia de Gestión del Conocimiento son enormes a la vista de las cifras que mueve ese mercado. Según la consultora Ovum, el mercado global de Gestión del Conocimiento, incluyendo software y servicios, crecerá desde los 5.700 millones de dólares que se prevé generé en 2001 hasta alrededor de 12.000 millones de dólares en 2005.
En este escenario ha nacido un nuevo cargo dentro de las empresas al que, bajo la denominación de Gestor del Conocimiento, le corresponde la tarea de definir la estrategia, determinar las técnicas y herramientas para su desarrollo y, muy especialmente, involucrar a las personas, en las que vive el conocimiento. A pesar de encontrarse en un estadio incipiente, la mayoría de los analistas pronostican el rápido desarrollo de la Gestión del Conocimiento y las firmas de TI están haciendo un esfuerzo importante en este campo. Icon Medialab es un buen ejemplo.
Esta empresa, especializada en el desarrollo de proyectos y soluciones de negocio electrónico, cuenta en Europa con un equipo de 7 profesionales responsable del desarrollo de su estrategia de Gestión de Conocimiento, en la que la intranet y las denominadas Comunidades de Práctica juegan un papel esencial. Estas comunidades, que se organizan en tres tipos de perfil profesional, de sectores y de servicios y soluciones, facilitan la interacción entre los empleados en función de las diferentes áreas en las que desempeñan su labor, lo que permite compartir conocimientos y experiencias en un proceso de innovación continua. La cultura propia a la Gestión del Conocimiento refuerza la capacidad de trabajo de los equipos interdisciplinares que, en el caso de firmas internacionales, es la única manera de competir, afirma uno de los Gestores del Conocimiento de Icon Medialab, José Ochoa, quien considera que la Gestión del Conocimiento no es sólo una cuestión de tecnología, aunque ésta marca la diferencia.
1. Ofrece tu conocimiento
La Gestión del Conocimiento exige compartir lo que sabes, las mejores ideas, gratis desprendiéndose de una parte significativa de la propia ventaja competitiva individual y, muchas veces, sin reconocimiento expreso de tu aportación.
2. Admite tu ignorancia
Se pide usar el conocimiento de otros, lo que supone admitir que alguien sabe más. Aceptar la propia ignorancia permite hacerse las preguntas que conducen al aprendizaje, pero hay pocas recompensas y muchos castigos asociados a ese reconocimiento.
3. Debes estar dispuesto a fallar
La Gestión del Conocimiento requiere un aprendizaje continuo, lo que significa estar dispuesto a fallar y a aprender de los errores. Al mismo tiempo, los jefes piden resultados, alta eficacia y rentabilidad.
4. Haz preguntas
En ese proceso de aprendizaje hay que ser capaz de formular muchas y certeras preguntas, pero la compañía exige a toda costa respuestas y soluciones.
5. Dedícale tiempo
Las organizaciones quieren plena ocupación en tiempo dedicado a proyectos que se facturan. Sin embargo, las actividades de conocimiento, la documentación del trabajo hecho y la exploración de nuevos caminos requieren tiempo. Y no es tiempo perdido.
6. Sigue mejorando
Lo que vale hoy no será suficiente mañana. La Gestión del Conocimiento supone seguir buscando cómo mejorar para ofrecer lo mejor en el futuro, pero se exige no incurrir en retrasos en los proyectos a entregar.




