IDEAS CLAVE
La IA generará perfiles como entrenadores, auditores o formadores especializados.
La tecnología redefine ámbitos tradicionales como derecho, sanidad o energía.
El estudio alerta del riesgo de desigualdades en la adopción tecnológica y plantea el reto educativo de adaptar la formación al nuevo contexto laboral.
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¿Qué profesiones dominarán el futuro inmediato?
Según el nuevo informe presentado por la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX), en colaboración con MIT Technology Review en español, el mercado laboral experimentará una profunda transformación impulsada por tecnologías como la inteligencia artificial, la computación cuántica o la automatización de procesos.
El estudio, titulado “Cómo la tecnología sigue transformando las profesiones. La perspectiva del mundo laboral y académico”, identifica una nueva tipología de profesionales altamente demandados. “Perfiles como Entrenador de IA, Auditor de algoritmos, Científico de datos o Especialista en ciberseguridad serán clave en la configuración de los equipos del futuro”, señala el informe.
Además, se prevé una evolución en profesiones más tradicionales. “Juristas expertos en nuevas tecnologías, biólogos con formación en genómica o ingenieros en robótica serán necesarios en sectores como el derecho, la salud o la energía”, se apunta.
¿Y qué ocurre con las habilidades humanas?
El informe también pone el foco en las soft skills. En un entorno laboral marcado por la automatización, cobran especial relevancia competencias como el pensamiento crítico, la adaptabilidad, la curiosidad, la inteligencia emocional o el compromiso.
Del lado técnico, habilidades como el prompting o la programación a nivel usuario ya se consideran esenciales para la mayoría de los futuros profesionales.
¿Qué papel tiene la educación en este nuevo contexto?
Para afrontar estos desafíos, las universidades deben adaptar sus modelos formativos. El informe detecta una “asimetría” entre el ritmo de adopción tecnológica de alumnos y docentes: mientras el 75 % del alumnado universitario ya utiliza inteligencia artificial, solo el 36 % del profesorado lo hace.
Este desfase plantea un reto estructural. “La tecnología no debe percibirse solo como riesgo (copiar, automatizar), sino como oportunidad para formar con una mirada ética y humanista”, subraya el documento. De ahí la creciente relevancia de perfiles como los eticistas, capaces de conectar filosofía, sociología y tecnología para garantizar una integración responsable de las innovaciones.
¿Cómo deben reaccionar las empresas?
Las organizaciones ya están reconfigurando sus estrategias de talento. La combinación de reskilling, upskilling y metodologías learning by doing permite capacitar internamente mientras se captan nuevos perfiles.
Según el estudio, las compañías colaboradoras —entre ellas Repsol, CaixaBank, Quirónsalud y AESIA— coinciden en que el vínculo entre universidad y empresa es clave para alinear formación con demanda real. “Solo con visión compartida se podrá afrontar el impacto de tecnologías disruptivas como la computación cuántica o el despliegue masivo de IA”, concluye el análisis.
Un ecosistema vivo en el corazón de Madrid
Durante la presentación del informe, el alcalde de Madrid visitó el Campus UAX Madrid Chamberí, un hub donde estudiantes, startups y grandes empresas trabajan conjuntamente en proyectos de innovación tecnológica y transformación de los modelos de negocio.