Las redes digitales multimedia están revolucionando la forma en que las organizaciones se comunican con su audiencia o mercado objetivo, abriendo nuevos canales que captan y atraen a esta audiencia en lugares y condiciones antes inimaginables.
Se trata de una solución de comunicación masiva que difunde contenidos variados como noticias, datos específicos, video clips o información multimedia sobre redes y medios de visualización atractivos en lugares de concentración de público.
Estas redes pueden ser utilizadas por diferentes sectores y tipos de negocio como medio de comunicación de la marca, para la promoción de sus propios productos o servicios y la promoción de productos y servicios de terceros mediante el alquiler de espacios; o bien mediante el empleo combinado de las tres opciones.
Con una inversión relativamente baja se consiguen múltiples posibilidades para incrementar las ventas y promocionar la marca, ya que las redes digitales multimedia permiten a las organizaciones acceder a sus clientes, consumidores, usuarios o empleados en el formato y momento idóneos y, lo que es más importante, en tiempo real.
Utilizadas tanto para la comunicación en el punto de venta como para la emisión de información corporativa o institucional, en el primer caso presentan unas ventajas bien definidas frente a los tradicionales soportes estáticos de comunicación en punto de venta.
En primer lugar destaca su dinamismo, ya que los elementos estáticos de publicidad en punto de venta utilizados hasta ahora carecen de la inmediatez del mensaje, son costosos y provocan saturación de espacio físico.
Igualmente, las redes digitales multimedia facilitan una comunicación flexible que puede ser segmentada y modificada en tiempo real según las circunstancias puntuales del negocio o tipología de público objetivo. Con ello se gana efectividad en los mensajes, permitiendo el desarrollo de estrategias de marketing directo que optimicen la fidelidad de los clientes.
Finalmente, cabe hablar de la diferenciación que obtienen tanto los locales como las marcas anunciadas, o la mejora de la experiencia de compra que adquieren los consumidores.
Con todo, estas redes generan mayores beneficios, bien sea mediante el incremento de las ventas por el condicionamiento y multiplicación del impulso de compra, o bien por la captación de ingresos adicionales gracias a la comercialización de espacios publicitarios de terceros.
El otro uso comentado se basa en la capacidad para transmitir información corporativa o institucional, comunicando empresas con sus empleados y usuarios mediante información debidamente estructurada, siendo por ejemplo una excelente herramienta para la formación de personal o el direccionamiento de público, ya que proporciona un extraordinario ahorro de costes y mejora de rendimiento frente a los medios tradicionales.
Respecto a los sectores de aplicación, el segmento retail es uno de los más relevantes para la implantación de estas redes, ya que el comercio minorista vive sujeto a una gran competencia en la pugna por captar y fidelizar a sus clientes.
Otro sector que está actualmente despertando al uso de redes digitales multimedia es el financiero -especialmente la banca- que, a través de sus amplios canales de oficinas tienen ante sí una excelente oportunidad para dinamizar y personalizar la comunicación con los clientes. Su implantación en sucursales ayuda de manera espectacular a consolidar el nuevo diseño de oficina comercial que están implantando la mayor parte de instituciones españolas.
Por último, existen también varios sectores de gran trascendencia en este tipo de comunicaciones como la Administración, sanidad, transporte y turismo, hostelería, ocio, y un largo etcétera.
