Una de las premisas en el mundo del software es la anticipación. Sin ella es complicado obtener buenos resultados, ya que la innovación no se detiene. Para satisfacer las demandas del mercado actual hay que ofrecer una solución inmediata, no empezar a trabajar en ella. Lo que se debe hacer es trabajar en el desarrollo de los proyectos tratando de obtener una visión, no del mercado actual, sino del mercado futuro. Hay que trabajar en el desarrollo de distintas herramientas que se necesitarán en un futuro a corto plazo.
Este desarrollo debe ir enfocado tanto a compañías de productos como de servicios, así como compañías que incluyan ambas. La diversidad de potenciales clientes e industrias es una gran ventaja en el sector ya que permite tener la habilidad para manejar todos los procesos que tenga un negocio, además de crecer y evolucionar su software.
Las empresas, como todo y todos, tienen su propio ciclo vital: nacen, crecen y se expanden. En la fase del nacimiento, aunque pueda parecer lo contrario, es el momento en el que se deben empezar a tomar decisiones acerca de los procesos con los que se va a querer aprender a caminar.
Un porcentaje de las empresas acuden a compañías de software para buscar un desarrollo de procesos que les pueda optimizar el rendimiento de una forma u otra. Uno de los grandes problemas es que plantean este dilema una vez han “crecido”, por lo que deben modificar procesos, formar al personal… con los consabidos trastornos que ello conlleva.
Y al dar el siguiente paso, el de la expansión, nos encontramos con la misma problemática. El negocio ha crecido y la solución planteada para el modelo de empresa durante el crecimiento ya no es válido, por lo que se busca otro software que pueda ayudar a optimizar el rendimiento.
De hecho, uno de los mayores retos de las grandes compañías, que ya han nacido, crecido y se han expandido, es que poseen sistemas específicos y procesos que quieren mantener y esto supone llevar a cabo muchas integraciones de herramientas. En más de una ocasión, estas integraciones desembocan en que los empleados trabajan con procesos manuales porque los sistemas implementados no son fáciles de utilizar.
A la hora de ser pragmáticos, las grandes compañías buscan trabajar como las pequeñas empresas: simplificar los procesos, ser flexibles y tener la capacidad de moverse y adaptarse rápido. Utilizar métodos tradicionales que les ayuden a ser más eficientes.
Del mismo modo que nosotros tratamos de ir un paso por delante de las demandas del mercado, las compañías deben tratar de anticiparse a su futuro, no acabar siendo víctimas de su propio éxito y contar con herramientas y procesos que les puedan ayudar a lo largo de todo su ciclo. Deben contar un software completo, que les resulte fácil de utilizar, aprender e implementar.