Minsait, Red Hat e Intel han llegado a un acuerdo para introducir en el mercado una solución abierta, escalable y con capacidades de seguridad avanzadas destinada a la virtualización de subestaciones eléctricas, que puede ser empleada tanto en el segmento de instalaciones primarias como en las subestaciones secundarias, o centros de transformación. El objetivo principal de esta colaboración ha sido crear una arquitectura de edge computing integral que abarque todos los procesos de operación que son necesarios tras la digitalización de estos activos.
La arquitectura Onesait Phygital Edge permitirá virtualizar, de forma homogénea e interoperable, los dispositivos y las aplicaciones actualmente desplegadas en las subestaciones, empleando para ello hardware genérico y elementos discretos de sensorización y actualización. Las principales ventajas de esta virtualización de activos será su fácil gestión remota, el escalado local flexible, la resiliencia a fallos y la capacidad de despliegue de nuevas aplicaciones basadas en inteligencia artificial para la mejora operativa y el soporte a la decisión y procesos de negocio.
Onesait Phygital Edge integra, entre otras, las capacidades de ciberseguridad de Intel y Red Hat en los ámbitos de hardware dedicado y sistema operativo en sus versiones específicas de edge computing. Intel Trusted Platform extiende las capacidades TPM.2.0 y se integra con los módulos de PKI y Key Vault de SIA, compañía de ciberseguridad de Minsait) para verificar la identidad de los elementos que participan en la red Identity of Things y el cifrado de la información que intercambian.
Por su parte, Red Hat proporciona tanto Red Hat Enterprise Linux, el sistema de operativo en el edge, sistema operativo para infraestructuras desatendidas, como Red Hat OpenShift con un single node para orquestación distribuida.
La solución ya está siendo desplegada en entornos de demostración extendidos dentro de las infraestructuras de varios grandes operadores energéticos de la península Ibérica y permite reducir un 47% los costes de mantenimiento y un 55% el tiempo de depliegue de nuevos casos de uso que integrarán el esquema completo de prosumición (gestión activa de la demanda, virtual power plant, etc).