Competir actualmente en la economía digital requiere enfrentarse a un dilema para mantener un delicado equilibrio. Por un lado, se debe priorizar la resiliencia empresarial para poder ejecutar y mantener funcionando el negocio. Pero también debe transformarse continuamente para aprovechar los nuevos modelos de negocio y asegurar las fuentes de ingresos del futuro.
Mantener las cosas funcionando y sin problemas en el corto plazo es fundamental, sin importar lo que suceda a su alrededor. Su empresa debe ser segura, debe cumplir con las normativas vigentes, debe tener disponibles los datos necesarios para tomar decisiones de negocio y para ello debe contar con procesos sencillos que puedan soportar cambios repentinos, utilizando y aprovechando las inversiones que ya ha realizado en tecnología.
Pero, sin duda, también necesita transformarse a medida que cambian las circunstancias. La transformación digital es un viaje necesario y valioso, pero con demasiada frecuencia las organizaciones terminan trabajando con proveedores que se centran única y exclusivamente en la innovación, en lugar de encontrar la solución adecuada para cada negocio, poniendo así en riesgo el funcionamiento de la empresa.
Cualquier empresa que quiera tener éxito en el panorama actual debe considerar implementar tecnología innovadora que le permita ejecutar su día a día y transformarse al mismo tiempo. El problema es que, incluso en el mejor de los escenarios, la transformación conlleva un riesgo inherente sobre la ejecución, por la dificultad de mantener la operación a lo largo del proyecto de cambio transformacional.
Cualquier empresa que quiera tener éxito en el panorama actual debe considerar implementar tecnología innovadora que le permita ejecutar su día a día y transformarse al mismo tiempo
Hay cinco requisitos básicos para reducir el riesgo al implementar tecnología innovadora:
1. Balancee la resiliencia empresarial a corto plazo con la transformación a largo plazo: esto requiere que las organizaciones ejecuten y se transformen, se adapten a las condiciones cambiantes del mercado y aprovechen las nuevas oportunidades comerciales.
2. Obtenga flexibilidad para su TI: para ello es necesario trabajar con un socio que ofrezca una cartera abierta e innovadora que también sea compatible con versiones y productos anteriores, con diferentes modelos de implementación y despliegue, y con políticas comerciales que protejan inversiones realizadas.
3. Realice inversiones en TI preparadas para el futuro: proteger las inversiones a largo plazo es esencial para las organizaciones que buscan hacer más con menos. La innovación debe aportar valor en el presente, pero también en el futuro, por lo que debe escalar y adaptarse también a las futuras necesidades de su empresa.
4. Trabaje con un ecosistema centrado en la transformación: busque un ecosistema probado de productos y proveedores que le permita optimizar las soluciones y ofrecer resultados clave de transformación digital.
5. Exija soporte a largo plazo de sus socios tecnológicos: con demasiada frecuencia, las organizaciones adoptan tecnología innovadora para descubrir después que el proveedor no le puede proporcionar soporte a largo plazo, lo que conlleva gastos que podrían haberse evitado. En resumen, es esencial controlar el riesgo necesario que implica la adopción de tecnología innovadora, mantener el impulso empresarial y la resiliencia, y garantizar que las inversiones que se realizan hoy en tecnología continúen generando beneficios en el futuro. Y el socio de transformación ideal debe combinar el pragmatismo, la disciplina y la innovación centrada en el cliente para ofrecer las soluciones que las empresas necesitan para tener éxito en el mercado actual.
