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El año que Elon Musk cortó las alas a Twitter



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Tras el primer ejercicio de la red social en manos del extravagante millonario, los datos de X son cada vez más preocupantes

Publicado el 5 ene 2024

Rufino Contreras

Redactor Jefe



X versus Twitter

Año horrible para X

2023 puede considerarse como un ‘annus horribilis’ para Elon Musk en lo que se refiere a su gestión de la red social Twitter que compró en octubre de 2022, y cuya trayectoria va a la deriva debido a decisiones controvertidas que el dueño de Tesla ha ido aplicando durante todo el ejercicio. Ya la propia escenificación de la adquisición estuvo rodeada de tiras y afloja entre los vendedores y el millonario de origen sudafricano.

Además del prestigio, que puede considerarse seriamente tocado, el dato más alarmante tiene que ver con su capitalización e interés por el mercado. La red social ha experimentado una caída drástica del 71% en su valor desde que fue adquirida y rebautizada como X, según reveló el fondo mutuo Fidelity, también inversor en la plataforma.

Fidelity informó que ha rebajado el valor de sus acciones en X en un impresionante 71,5% desde la adquisición de Musk. Este descenso coloca el valor actual de X en aproximadamente 12,5 millones de dólares, una marcada reducción frente a los 44.000 millones de dólares que Musk desembolsó por Twitter en octubre de 2022.

Medidas controvertidas de Elon Musk

Los problemas de la plataforma bajo la dirección de Musk han sido ampliamente documentados por los medios de comunicación globales. Tras la adquisición, Musk implementó cambios drásticos, despidiendo al 80% de los empleados, reemplazando la exitosa marca Twitter por X y lanzando una suscripción de 8 dólares por mes para los usuarios.

Estas medidas, destinadas a transformar la plataforma en un medio más integral, dieron como resultado una reducción significativa del 15% en el número de usuarios mensuales durante el último año. La discutida decisión de Musk de restaurar cuentas de individuos con posturas extremas generó preocupaciones sobre un aumento del discurso de odio en X.

Además, la plataforma ha sido escenario de desinformación, y Musk mismo respaldó públicamente una teoría de conspiración antisemita, si bien se disculpó posteriormente. Estos hechos provocaron un boicot publicitario, y Musk advirtió que este boicot podría llevar a la ruina a la compañía, amenazando con documentar detalladamente la situación.

Dudas sobre su futuro

En un intento por revertir la situación, se informa que, en diciembre, X busca apaciguar a las pequeñas y medianas empresas como estrategia para aumentar los ingresos publicitarios, según ha publicado el diario británico Financial Times.

La evolución de X bajo la gestión de Musk plantea serios desafíos y cuestionamientos sobre el futuro de la plataforma, mientras la compañía enfrenta críticas, boicots y una pérdida considerable de valor en el mercado.

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