Los nuevos servidores de IBM están basados en el procesador Power7, y han sido diseñados para atender las demandas de las empresas de tamaño medio, que necesitan mayor seguridad, fiabilidad y una infraestructura flexible que pueda crecer rápidamente para soportar la expansión del negocio. Además, los nuevos servidores hacen frente a la complejidad de las infraestructuras tecnológicas al permitir a los clientes consolidar múltiples cargas de trabajo en menos sistemas, ayudando a reducir la proliferación de servidores y los costes de TI, además de ahorrar energía.
Con más de 30.000 aplicaciones disponibles, estos nuevos servidores forman parte de las últimas inversiones de IBM para ayudar a las medianas empresas a encontrar formas nuevas y asequibles de aplicar la tecnología para resolver problemas y prepararse para crecimientos futuros. La familia está compuesta por cuatro modelos: 710, 720, 730 y 740, que pretenden ofrecer gran rendimiento, eficiencia energética y otros beneficios característicos de la tecnología Power7. Además, minimizan la complejidad y proporcionan capacidades de memoria, opciones de almacenamiento interno, posibilidad de expansión I/O y prestaciones RAS necesarias para las grandes cargas de trabajo.
