Los peligros de los regalos inteligentes estas navidades

Por Juanjo Galán, Business Strategy de All4Sec.

Publicado el 22 Dic 2022

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Un año más, las fiestas navideñas se verán inundadas de regalos “inteligentes” que se conectan a internet, en constante crecimiento año tras año. Por desgracia, parece ser que la mayor parte de la gente sigue sin ser plenamente consciente de los peligros de estos dispositivos cuando actúan como puertas para cibercriminales, sobre todo para los más pequeños.

Nuestro objetivo no es asustar a la gente para que no los compre, sí no informarles para que sean conscientes de cómo protegerse y no llevarse un disgusto estas navidades. Queremos que nuestros hijos sigan teniendo unas navidades lo más alegres posibles.

La conexión a Internet que se ofrece a los usuarios desde los primeros años de la infancia hace que sea aún más relevante la protección de aquellos que, con criterios de madurez aún por desarrollar, acceden al mundo digital por primera vez.

Numerosos estudios muestran cómo los niños actualmente consumen recursos de Internet en una proporción muy superior a lo que lo ocurría hace apenas un par de años. Las redes sociales, los videos bajo demanda o los videojuegos son los nuevos “juguetes” de nuestros hijos. Unos juguetes en los que a menudo resulta difícil discernir qué resulta seguro y confiable frente a aquello que puede causar algún tipo de daño.

Nos cansaríamos de presentar estadísticas en las que se mostrarían el porcentaje de niños, de diferentes edades, que no son capaces de diferenciar, en sus búsquedas en Internet, contenidos en los que pueden confiar, o la ratio de jóvenes que desconocen las motivaciones económicas que se ocultan tras las recomendaciones de los modernos “influencers” o “youtubers”.

Los niños y su proceso de madurez

Lo más preocupante de ese desconocimiento es que conduce a situaciones en las que, preguntados por el tiempo que piensan que dedican a Internet, muchos niños declaran que “no es demasiado”. Muchos de ellos ni siquiera perciben inseguridad en sus relaciones en redes sociales (pese a que más del 40% de las personas que siguen sus comentarios o interacciones no sean “realmente amigos”).

Si partimos de esta base, sería responsabilidad de todos, profesionales, administraciones, familiares y demás actores humanos del sistema, proporcionar los medios para que, de acuerdo a la madurez de nuestros niños, estos pudieran hacer un uso seguro de los recursos que Internet ofrece.

Por eso, en un contexto donde la tan cacareada transformación digital ha adquirido un perpetuo protagonismo, resulta desconcertante observar como algunas asignaturas tecnológicas desaparecen del currículo educativo de los niños, pasando de puntillas por la necesaria formación reglada en ciber-ciudadanía, como se ha hecho con otros valores de nuestra sociedad.

Papel de los padres

Este escenario deja a los padres, también con sus limitados conocimientos, el papel de orientadores de cabecera en un entorno que globalmente se muestra ciertamente descontrolado. Pretender que sean los progenitores los que asuman ese protagonismo puede proyectar una visión miope que nos conduzca a cometer muchos errores. Necesitamos de la colaboración de todos, evitando hacer recomendaciones equivocadas que sean asumidas por nuestros hijos.

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Redacción

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