Guy Kawasaki o el arte del encantamiento

La gran estrella de la FICOD 2010, que acapara la actualidad digital de la semana, ha sido sin duda Guy Kawasaki, reconocido gurú de la economía 2.0

Publicado el 17 Nov 2010

Guy Kawasaki o el arte del encantamiento

Kawasaki protagonizó ayer la primera ponencia de FICOD y en la que hizo alarde de todo su atractivo personal y retórico para rendir a una audiencia que terminó entregada aplaudiendo como si de un estreno teatral se tratase. Este seguidor fiero de Apple, cuyos chascarrillos contra Microsoft trufaron la presentación debido a algunos fallos y a la lentitud de la presentación de su ponencia, resumió durante una hora su último libro en el que diseña las líneas maestras del Arte del Encantamiento.
Su mensaje clave viene a decir que hay que ser encantador para triunfar en el mundo de los medios digitales. Hay que ser simpático, sonreír con sinceridad y vestirse apropiadamente para nuestra audiencia. Nos aconseja que trabajemos el apretón de manos y que adquiramos la costumbre de decir sí por defecto. «Haz que confíen en ti; posiciónate bien en el mercado utilizando mensajes de marketing cortos, dulces y fáciles de absorber”, recomienda. La verdad es que al finalizar su ponencia, en un inglés fluido y muy atractivo, la audiencia y el que firma caímos subyugados ante el encanto de un orador de los que hay pocos, y que anticipa unas nuevas maneras de vivir en la era de los medios digitales.

¿Qué te ha parecido este artículo?

La tua opinione è importante per noi!

Rufino Contreras

Rufino Contreras

Periodista con luenga experiencia en Tecnologías de la información. Vi alumbrar el primer ordenador personal y ahora soy copiloto de la IA (ahí lo dejo). Me inquieta y me apasiona la ciberseguridad, es necesario conocer las trampas del cibercrimen y con qué armas contamos para desarticularlo. Trato de conjugar la profundidad de los clásicos con los horizontes de la innovación. Ya lo dijo Apio Claudio: “El hombre es artífice de su destino”, y ahora más, gracias a la tecnología. Pero no olvidemos a Sócrates: “La técnica sin virtud no es nada.”
Sígueme en

Artículos relacionados