Quirónsalud ha sido premiada en los Premios Computing 2025 por el proyecto Scribe, una solución de consulta asistida por inteligencia artificial. Ángel Blanco, director corporativo de Transformación y Sistemas de Quirónsalud, nos cuenta como este sistema de IA permite al profesional recuperar la interacción directa con el paciente mientras que la tecnología registraba la información clínica de forma automática y estructurada.
¿Cuál fue el punto de partida de este proyecto?
El proyecto nació a partir de una observación recurrente en la práctica clínica: muchos pacientes percibían que, durante la consulta, la atención del médico se desviaba hacia el ordenador en lugar de centrarse plenamente en ellos. Esta situación, derivada en gran parte de la digitalización progresiva de las historias clínicas, suponía un desafío para nuestro modelo asistencial, que combina excelencia técnica con una atención cercana y humana.
En Quirónsalud identificamos ahí una oportunidad de mejora: desarrollar una solución basada en IA que permitiera al profesional recuperar la interacción directa con el paciente, mientras la tecnología se encargaba de registrar la información clínica de forma automática y estructurada. Así surgió Scribe.
¿Cómo funciona exactamente Scribe y qué lo diferencia de otros asistentes médicos digitales?
Scribe va más allá de un sistema de transcripción convencional. Se basa en IA avanzada para procesar en tiempo real la conversación entre médico y paciente. No se limita a convertir voz en texto: distingue a la persona que habla (médico, paciente, acompañante), discriminando entre contenido clínico e información no relevante, identifica la información necesaria para el diagnóstico clínico, -como síntomas, antecedentes o tratamientos-; y la estructura directamente en la historia médica electrónica. A diferencia de otros asistentes, no requiere comandos ni redacción posterior. Todo ocurre de forma automatizada e integrada, lo que permite al profesional centrarse completamente en la atención clínica sin necesidad de introducir datos manualmente.
Scribe reduce la carga administrativa, optimiza el tiempo de consulta y mejora la calidad percibida de la atención desde el punto de vista clínico y humano
Scribe es resultado de la colaboración de Quirónsalud y sus partner tecnológicos, entre ellos Inetum, con los que venimos colaborando desde hace ya casi 15 años.
¿Qué impacto ha tenido Scribe en la práctica clínica diaria y en la relación médico-paciente?
El impacto ha sido significativo en varios niveles. Scribe mejora la calidad de la atención a la persona en la consulta, disminuye el número de errores al trascribir y, por ello, ayuda a la precisión diagnóstica. Esta mejor atención facilita una práctica clínica más centrada y eficiente. Al mismo tiempo, hemos observado una reducción sustancial de la carga administrativa por parte del profesional y una optimización del tiempo por consulta, pudiendo dedicar ese tiempo a la atención a otras personas. Desde el punto de vista del paciente, esto se traduce en una experiencia asistencial más cercana, personalizada y con mayor percepción de calidad tanto humana como profesional.
Implementar una tecnología así en un grupo hospitalario tan grande debe haber supuesto desafíos. ¿Cuáles fueron los principales?
El proyecto implicó retos importantes en varios ámbitos. A nivel técnico, uno fue asegurar que la IA funcionara con precisión en entornos clínicos reales, adaptándose a distintos acentos, ritmos y estilos de comunicación. Otro fue integrar la solución de forma fluida con los sistemas de información clínica, sin alterar los flujos asistenciales. También fue esencial cumplir con todas las normativas de protección de datos y seguridad, dada la sensibilidad de la información médica.
En paralelo, gestionamos un reto cultural: generar confianza entre los profesionales sanitarios, mostrando que esta herramienta no sustituye, sino que les apoya. Para ello, desplegamos pilotos, recogimos feedback continuo y ajustamos el sistema con ellos, asegurando una adopción progresiva y alineada con sus necesidades.
¿Qué mensaje final daría sobre el papel de la innovación en salud?
La innovación en salud no consiste únicamente en incorporar tecnología de última generación, sino en utilizarla con un propósito claro: mejorar la calidad asistencial y optimizar los procesos clínicos. En este sentido, la verdadera innovación es aquella que transforma la experiencia del paciente y facilita el trabajo del profesional sanitario. Aplicaciones como Scribe ejemplifican esta visión: una solución basada en IA que automatiza tareas repetitivas reduce la carga administrativa y permite al médico centrarse en la atención directa al paciente. Es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede ser un facilitador del cambio hacia una medicina más humana, más eficiente y basada en el valor.







