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Sostenibilidad en el ámbito empresarial
Durante años, la sostenibilidad en el ámbito empresarial se ha centrado en reducir las emisiones directas, aquellas derivadas del uso de energía en oficinas, fábricas o flotas, y también las indirectas asociadas al consumo eléctrico. Sin embargo, esta visión resulta ya insuficiente en el contexto actual. En un mundo cada vez más interconectado y digitalizado, los verdaderos desafíos ambientales de muchas compañías residen en su huella digital extendida, es decir, en las emisiones de Alcance 3: aquellas que se generan en la cadena de suministro, en el uso de servicios digitales, en proveedores de conectividad y plataformas tecnológicas.
La transición hacia una economía descarbonizada exige ampliar el espectro. Las emisiones de Alcance 3 suponen, en numerosos sectores, más del 70 % del total de emisiones asociadas a la actividad empresarial. Sin embargo, son las más difíciles de medir, verificar y reducir. En parte, porque dependen de terceros. En parte, porque hasta ahora ha faltado rigor metodológico y voluntad de transparencia.
Nuevas capas de consumo energético
El auge de soluciones digitales, desde el teletrabajo hasta la computación cloud pasando por los servicios de voz y conectividad internacional, ha traído enormes beneficios en eficiencia y resiliencia. Pero también ha generado nuevas capas de consumo energético que no siempre se hacen visibles. La buena noticia es que hoy, con modelos avanzados y validación externa, es posible cuantificar con mayor precisión el impacto climático de las infraestructuras tecnológicas que usamos a diario.
En este sentido, contar con modelos certificados por entidades independientes, como ha hecho recientemente BT con sus plataformas internacionales de conectividad y voz, validadas por The Carbon Trust, representa un avance relevante. No se trata solo de una cuestión reputacional, sino de ofrecer datos fiables para que las empresas puedan tomar decisiones informadas sobre su infraestructura digital, integrando criterios de sostenibilidad en la elección de servicios y proveedores.
Calcular la eficiencia energética
Además, BT ha recibido la validación independiente de The Carbon Trust, una reconocida consultora climática global, sobre los modelos utilizados para calcular la eficiencia energética y la reducción de emisiones de carbono de sus plataformas internacionales Global Fabric y Global Voice. Esta validación representa un respaldo importante que refuerza la confianza de los clientes en la fiabilidad y transparencia de estos cálculos.
Gracias a esta garantía, los clientes pueden tomar decisiones de inversión con mayor seguridad, sabiendo que el uso de estas nuevas plataformas contribuye de manera tangible a la reducción de su huella de carbono, en comparación con generaciones anteriores de tecnología. Además, los clientes pueden solicitar a BT una estimación de su huella de carbono de Alcance 3, basada en su consumo proyectado. Estas cifras pueden ser utilizadas para establecer una base sólida para medir y gestionar las emisiones digitales dentro de sus cadenas de suministro.
Global Fabric, nueva plataforma de BT
Global Fabric es la nueva plataforma de BT basada en el modelo de red como servicio (NaaS), diseñada para ser segura, preparada para inteligencia artificial y con conectividad bajo demanda a múltiples proveedores de servicios en la nube, de IA y de software como servicio (SaaS). Los modelos desarrollados por BT estiman que Global Fabric es un 79 % más eficiente energéticamente que las redes internacionales anteriores, logrando una reducción de emisiones de carbono del 78 %.
Por su parte, Global Voice está orientada a enriquecer los servicios de colaboración empresarial, incluyendo soluciones digitales para el lugar de trabajo y servicios de voz entrante para centros de contacto. Se estima que esta plataforma es un 93 % más eficiente energéticamente, con una reducción del 81 % en emisiones de carbono, respecto a la generación anterior de redes internacionales de voz.
Este anuncio reafirma el compromiso de BT con la innovación sostenible, y demuestra su papel activo en la construcción de un futuro más eficiente, resiliente y respetuoso con el medio ambiente. Global Fabric y Global Voice son ejemplos claros de cómo la tecnología puede ser un aliado fundamental en la lucha contra el cambio climático, al tiempo que fortalece la competitividad de las empresas a nivel global.
No basta con afirmar que un servicio es eficiente, hay que demostrarlo. Y en un entorno empresarial cada vez más exigente, la confianza se construye con datos. Apostar por la sostenibilidad digital no es solo un ejercicio de responsabilidad ambiental, sino también una ventaja competitiva en un mercado que valora, cada vez más, la coherencia entre el discurso y la práctica.







