En el marco de su programa Innvierte, el CDTI Innovación cerró en noviembre cuatro inversiones de seguimiento y una inversión estratégica. La plataforma madrileña Atani (Etoshi Technologies), que desarrolla servicios de inversión en activos digitales, recibió 180.000 euros en coinversión con Conexo Ventures y JME Ventures. A su vez, la compañía vasca Basquevolt (dedicada al desarrollo de baterías de estado sólido con tecnología de electrolito híbrido-polimérico) obtuvo 3,6 millones de euros para acelerar la movilidad eléctrica.
La empresa biotecnológica donostiarra Polimerbio se benefició de 450.000 euros para continuar la investigación y fabricación de dispositivos médicos biodegradables basados en biomateriales poliméricos. En el ámbito de la ciberseguridad, Smart Protection recibió 135.000; la empresa madrileña combate la piratería y las falsificaciones en la red.
La única operación estratégica recayó en Bound 4 Blue (Cantabria): el CDTI aportó 17,163 millones de euros para desarrollar sistemas de propulsión eólica con velas rígidas que reducen el consumo de combustible y las emisiones en el transporte marítimo hasta un 30%. Desde enero de 2025, Innvierte ha cerrado coinversiones en 60 empresas con un compromiso de 175,23 millones y ha participado en 8 vehículos de inversión por 685,74 millones, consolidándose como un instrumento clave para la financiación de la innovación empresarial.
La contratación de tecnología avanzada
El impulso público a la innovación coincide con un creciente interés por la automatización y la inteligencia artificial en la contratación pública. Un informe de TendersTool, basado en las licitaciones de 2024, señala que 56% de los procedimientos analizados estaban relacionados con la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, los proyectos de automatización robótica de procesos (RPA) concentraron presupuestos mucho mayores: el importe medio de los contratos de RPA superó en un 44 % al de las adjudicaciones de IA, y es habitual encontrar licitaciones de RPA que rebasan los 2 millones de euros mientras que la mayoría de las iniciativas de IA se quedan por debajo de 500.000 €.
El estudio indica que las comunidades autónomas lideran la contratación tanto de IA como de RPA, mientras que los ayuntamientos priorizan la IA para mejorar la atención ciudadana y la analítica predictiva. La Administración General del Estado reparte su inversión de forma equilibrada entre ambas tecnologías. Estas tendencias muestran que, al tiempo que Innvierte impulsa proyectos tecnológicos en el sector privado, la administración pública también apuesta por la automatización y la IA como palancas de modernización.
