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Gobernanza de datos, cómo desplegar una política data driven en su compañía



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Conjunto de procesos, normas y políticas definidas en un entorno corporativo con el objetivo de llevar a cabo la gestión eficiente y ética de los datos

Artículo publicado el 10 jul 2023

Rufino Contreras

Redactor Jefe



Compliance rules regulation policy law. Business technology concept.
Compliance rules regulation policy law. Business technology concept.

La RAE define la gobernanza como el arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía.

¿Qué es la gobernanza de datos?

Extrapolando al mundo de la analítica, la gobernanza de datos podría definirse como un conjunto de procesos, normas y políticas definidas en un entorno corporativo con el objetivo de llevar a cabo la gestión eficiente y ética de los datos. Consiste en el tratamiento de todo el ciclo de vida de los datos, partiendo de su captura y alojamiento, hasta su utilización por otras aplicaciones, su compartición con otros entornos y su ulterior eliminación.

Se puede decir que la gobernanza de datos persigue garantizar la calidad, integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos, cumpliendo en todo momento con la regulación y las normativas ya sean sectoriales o de carácter general. Lo que se ha dado en llamar el compliance.

¿Quiénes son los impulsores de la gobernanza de datos?

La gobernanza de datos requiere un liderazgo, una mano firme que establezca la hoja de ruta y las líneas de comportamiento general de los procesos. Los expertos señalan como principales impulsores a los directivos y líderes empresariales, que deben ser conscientes del valor estratégico de los datos.

El propio cumplimiento funciona como estímulo con el fin proteger la privacidad, la seguridad y los datos. De hecho, el GDPR ha sido uno de los factores determinantes para poner en marcha una adecuada gobernanza de datos dentro de las organizaciones.

Una buena gobernanza de datos es un gran reto para las organizaciones actuales.

El cibercrimen es otro factor exógeno que impacta de forma colateral a esa urgencia de implantar una política de datos. Son notorias y abundantes las noticias de brechas de datos, pérdidas, robos y mal uso de la información.

El desarrollo tecnológico está propiciando un aumento exponencial de los datos y contribuye a una mayor complejidad de los mismos, derivada de la implantación de los entornos de nube. Por otro lado, una gobernanza de datos es una carta de presentación y de confianza frente a clientes y socios.

¿Qué es un modelo de gobernanza de datos?

Hay que recurrir a la voz de los expertos para ahondar en este epígrafe: “un modelo de gobernanza de datos es un marco estructurado que establece los roles, responsabilidades, procesos y políticas necesarios para gestionar y controlar los datos dentro de una organización. Proporciona una estructura clara para garantizar que los datos sean gestionados de manera efectiva, segura y cumpliendo con las regulaciones y normativas pertinentes”.

Por tanto, se precisa una estructura organizativa (definición de roles y responsabilidades de las personas implicadas), políticas claras para la gestión de datos, un procesos y flujos de trabajo bien definidos, asegurar la calidad de los datos, así como la seguridad y privacidad. Como siempre, el cumplimiento normativo se tiene que encontrar en la base de este modelo, sin olvidar la relevancia de la capacitación.

Como norma general, “un modelo de gobernanza eficaz debe adaptarse a las particularidades de una empresa y debe garantizar la gestión adecuada y responsable de los datos”.

¿Qué características debe tener una gobernanza de datos para ser efectiva?

En relación con el párrafo anterior, la gobernanza de datos debe estar alineada con los objetivos estratégicos de su organización, de ahí que cuelgue bajo la batuta de la alta dirección. Es muy importante que los roles y responsabilidades de los profesionales implicados queden bien definidos. Las políticas deben ser claras y sencillas para que puedan ser cumplidas por todos.

La gestión de riesgos y la confiabilidad de los datos deben estar siempre presentes, dentro de un proceso totalmente transparente, incorporando los mecanismos necesarios para el monitoreo y cumplimiento que aseguren que las políticas definidas se cumplen como corresponde.

Otro imperativo es promover una cultura de data driven, una cultura organizacional en a que los datos sean considerados el valor básico de la compañía, que deben ser gestionado de una forma responsable por toda la plantilla, incentivando la aplicación de las buenas prácticas.

Nivel macro y micro

Ya lo señala la Wikipedia, que existen dos niveles en torno a la gobernanza de datos: macro y micro. El nivel macro se orienta hacia la organización en su conjunto y consiste en marcar las políticas y procesos que afectan a todo el grupo, definiendo la estrategia global de la gestión de los datos. El nivel macro contempla un marco de gobernanza de datos, políticas y normativas, estrategia de gestión de datos y asignación de recursos.

Por su parte, el nivel micro se centra en elementos específicos y ayuda a implementar y ejecutar las políticas establecidas en el nivel macro. Son por tanto complementarios. En el nivel micro se configuran los metadatos y los catálogos de datos, el acceso y la seguridad de los mismos, y la gestión de ciclo de vida de los datos.

Tecnología y gobernanza de datos

Sin tecnología puede decirse que no es posible desarrollar una gobernanza de datos eficaz. Existen muchas soluciones disponibles en el mercado que abarcan toda la casuística que rodea al concepto que tratamos.

En primer término, cabe citar los sistemas de administración de base de datos (DBMS), un software que se usa para definir, manipular, recuperar, almacenar y gestionar datos en bases de datos. Aquí nos encontramos toda una pléyade de soluciones como Oracle, MySQL, Microsoft Access, MongoDB o IBM DB2. Asimismo, tienen su relevancia los sistemas de gestión de contenido empresarial (ECM), cuyos principales proveedores son menos conocidos: DocuWare, Jahia, Confluence o Space; sin perder de vista las soluciones de administración de metadatos (Collibra, Alatia o Manta), y catálogos de datos (GetApp o TecDoc).

Las soluciones de calidad de datos entran en juego ya que automatizan los procesos de limpieza, estandarización, validación y enriquecimiento de datos, lo que ayuda a garantizar la precisión y confiabilidad de los datos. Especial protagonismo recae en las herramientas de seguridad de datos como son los sistemas de gestión de acceso y autenticación, soluciones de cifrado y herramientas de monitoreo de seguridad.

La gran protagonista en este ámbito es la analítica de datos con herramientas de inteligencia de negocio (BI) y soluciones de ciencia de datos, para identificar patrones, tendencias y conocimientos a partir de los datos. Entre los mejores proveedores de BI se encuentran Sisense, Microsoft Power BI, Google Analytics o IBM Cognos Analytics.

En último término la automatización de procesos es muy útil para lograr que se cumplan los objetivos marcados, mientras que blockchain puede ser ese garante para la integridad y seguridad de los datos permanente.

Desafíos de la gobernanza de datos

Como todo aquello que tiene algo de imposición y de cambio cultural, los desafíos en torno a la gobernanza de datos para una organización son de largo recorrido. El principal desafío deriva de la complejidad de los entornos de datos. En las empresas conviven múltiples fuentes de datos, estructuras de datos diferentes y sistemas dispares; bien son conocidos por desgracia los silos de datos. Simplificación, transparencia y automatización ayudarán a afrontar este reto.

La resistencia al cambio es un mecanismo reflejo de todo cambio cultural. Los responsables han de concienciar y comunicar capacitando a sus empleados para fomentar una cultura data driven. En empresas grandes y descentralizadas asignar responsabilidades puede ser un calvario para los responsables de la gobernanza, en su lucha por definir con claridad los roles del personal involucrado.

Luego están los principios legales y éticos que tiene que regir toda gobernanza: privacidad, transparencia, integridad y seguridad. En suma, un largo y tortuoso camino les espera a las compañías si quieren definir una estrategia efectiva de gobernanza de datos, algo que repercutirá muy positivamente en su negocio.

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