Conceptos tecnológicos como la Inteligencia Artificial (IA) o el Big Data Analytics (BDA) sobrevuelan de forma casi permanente todos los debates relacionados con la innovación en las empresas. La teoría es conocida de sobra por todos, pero a la hora de ponerla en práctica es cuando surgen las dudas y recelos acerca de su verdadera eficacia. ¿Es lo que necesitamos? ¿Vale lo que cuesta? ¿Están preparados los empleados para el cambio?
Seguramente lo primero que podemos pensar al escuchar hablar sobre Inteligencia Artificial o Big Data Analytics es en aplicaciones orientadas al consumidor, como puede ser el caso de asistentes virtuales o vehículos autónomos. Pero, realmente estas tecnologías son capaces de transformar la productividad empresarial en aspectos clave como los siguientes:
- Retención de trabajadores: Usando el Big Data Analytics, una aplicación cloud de Recursos Humanos es capaz de analizar las posibilidades de que los empleados más valiosos abandonen la compañía, lo que favorece la retención de talento.
- Mejor puesto para los candidatos: Herramientas basadas en IA pueden ser empleadas para determinar el perfil más adecuado para un candidato o para agilizar la elaboración de informes sobre puntos fuertes y debilidades del mismo, así como reducir los tiempos de filtrado de candidaturas.
- Mejor experiencia para los empleados: Un chatbot es capaz, por ejemplo, de resolver de forma automatizada dudas de los empleados. Por otro lado, existen servicios basados en BDA que llevan un control de la frecuencia con la que distintos trabajadores plantean un mismo problema, por lo que pueden identificarlo con mayor facilidad y anticipar una solución al mismo.
- Valorar mejor a los trabajadores: El BDA es capaz de precisar aspectos relacionados con la productividad de los empleados que pueden ser utilizados para mejorarla. Por ejemplo, la forma en que estos interactúan para dar con los equipos más adecuados, o evitar su fatiga si detectan que llevan demasiado tiempo sentados. Asimismo, la IA puede automatizar tareas de perfil bajo para que los trabajadores puedan centrarse en otras más valiosas.
Con estos ejemplos prácticos como aplicaciones útiles a tener en cuenta, desde Workday también consideramos, por encima de todo, que el trabajo con la IA y el BDA ha de desarrollarse de manera segura, ética y apropiada. En esa línea, creo que las empresas tienen que jugar un papel clave a la hora de desarrollar tecnologías y prácticas que protejan los datos personales, así como los sistemas y dispositivos que trabajan con ellos. También defendemos, antes de nada, un diseño de herramientas responsable, libre de sesgos de cualquier tipo y respetuoso con los Derechos Humanos.
La próxima revolución apunta a tener un efecto especialmente notable en los puestos de trabajo y a descubrir unos enormes beneficios potenciales
La próxima revolución tecnológica que se avecina estará impulsada por el BDA y la IA, y apunta a tener un efecto especialmente notable en los puestos de trabajo y a descubrir unos enormes beneficios potenciales. Sin embargo, afrontar este desafío requiere de un proceso de preparación que debe estar fundamentado en el diálogo y dar voz tanto a políticos y empresas como a científicos, expertos, la sociedad civil y todos aquellos sectores que puedan verse implicados por la consolidación de estas tecnologías.
En definitiva, apuesto por que una conversación a nivel nacional o incluso global será la mejor manera de establecer un código de conducta que nos ayude a guiar las acciones a realizar en esta área. Nos corresponde a todos nosotros gestionar de manera idónea el crecimiento de la Inteligencia Artificial y el Big Data Analytics para desbloquear su tremendo potencial de mejora en todos los aspectos de la sociedad.