Alberto Pascual asumió el cargo de presidente de ASLAN en enero de este año, pero anteriormente formaba parte de la junta directiva de la Asociación, que presidía Ricardo Maté, y antes fue vicepresidente de la Comisión de Mayoristas; por lo que conoce todos los entresijos de ASLAN y está “encantado de continuar con la labor que estaba llevando a cabo Ricardo hasta ahora”. Hablamos con él en el marco del congreso ASLAN 2024.
Lo primero de todo, ¿cómo valora el Congreso ASLAN 2024?
Este año, en el que además ASLAN celebra su 35 aniversario, el feedback que estamos recibiendo de nuestros asociados es tremendamente positivo. Hemos incrementado nuestro número de inscritos respecto al año anterior, pasando de 7.500 a 9.000, y el perfil del visitante ha sido de muy alto nivel, entre decisores e influenciadores tecnológicos y de negocio.
Pero, precisamente por este creciente número de asistentes, en la primera jornada del Congreso se produjo un cuello de botella en las horas de la mañana para entrar en la zona de exposición y a algunas conferencias y tuvimos que controlar el aforo. Quizá tenemos que plantearnos buscar un espacio en IFEMA con mayor capacidad para los próximos años.
Hemos conseguido crear un especio de networking inmejorable donde se han tratado temas tan importantes como la adopción de la nube en las organizaciones, la estrategia de cliente y la experiencia digital, la digitalización del puesto de trabajo, el tratamiento de los datos para la incorporación de inteligencia artificial generativa, etcétera.
Una pregunta que a día de hoy me parece que tiene sentido, ¿qué diferencia hay entre ASLAN y patronales como AMETIC o DigitalES?
Lo primero es que en ASLAN no nos definimos como patronal. Somos una asociación que engloba a los diferentes niveles de las empresas, no solo a las juntas directivas. Buscamos ser lo más representativos posibles, pero más que el número de asociados, lo que nos preocupa es la variedad, porque el mundo tecnológico se ha vuelto muy complejo. Cada vez es más difícil que una sola compañía posea todos los recursos necesarios para construir la solución completa que el usuario final requiere, y eso obliga a buscar complementariedades y colaboraciones entre organizaciones.
Por eso, procuramos articular un ecosistema lo más diverso posible, donde existan desde fabricantes hasta distribuidores e integradores y proveedores de servicios y, por supuesto, la Administración Pública.
¿Está realizando la Asociación alguna aproximación al ecosistema de emprendedores y startups?
La del emprendimiento es un área que queremos potenciar en los próximos años porque, si bien existe el mito de que la innovación nace, en su mayoría, del sector privado, no es del todo cierto. Si analizamos las grandes innovaciones tecnológicas que hemos vivido en los últimos años, -Internet, pantalla táctil, GPS, etc.- muchas de ellas se desarrollaron en el ámbito público. Sin embargo, las startups aportan la metodología de crecimiento rápido y la agilidad, factores muy importantes, sobre todo, para el desarrollo de tecnologías emergentes.
En ASLAN estamos trabajando para crear el hábitat de colaboración necesario entre grandes empresas, organizaciones públicas y startups para acelerar los procesos y compartir conocimientos.
En el caso del sector público español, ¿cree que tiene capacidad de innovación?
Los Fondos Next Generation EU, empleados de manera eficiente, pueden ser una oportunidad única para transformar el modelo económico del país, y este es uno de los objetivos que nos hemos fijado como prioritarios en ASLAN: ayudar a dinamizar la colaboración público-privada que, alimentada por los fondos europeos, saque adelante los casos de uso alineados con el Plan de Recuperación del Gobierno.
A la hora de pedir y ejecutar los fondos y subvenciones, la gestión de los procesos de hace muy compleja, por lo que, en el mes de febrero, presentamos un estudio con recomendaciones para agilizar los procesos actuales de contratación del sector público, tanto para acuerdos marco como para sistemas de adquisición. También queremos poner en contacto, bajo la tutela de la Asociación, a entidades públicas con compañías y agentes especializados en la gestión de ayudas para que los procesos se ejecuten de forma ágil y segura.
¿Considera que los fondos europeos se están invirtiendo en proyectos transformadores?
Pues por ejemplo, en el concurso de proyectos innovadores realizados con colaboración público-privada que celebramos siempre en el marco del Congreso ASLAN, muchos años hemos tenido la sensación que se presentaban proyectos muy continuistas, y en esta edición hemos recibido casi un 50% de proyectos que en la anterior, y la mayoría han sido muy disruptivos. Han tratado sobre la incorporación de la inteligencia artificial en áreas tan críticas como la salud, de digitalizar y optimizar la experiencia del ciudadano en su interacción con la Administración Pública, etc.
Mariana Mazzucato, una economista italoamericana, publicó hace unos años un libro titulado ‘El Estado Emprendedor’ en el que decía que los grandes proyectos de innovación y transformación vienen auspiciados desde el sector público.
¿Qué retos y objetivos se plantea durante su presidencia?
Hemos vivido cuatro años estupendos bajo la presidencia de Ricardo Maté, que han supuesto un salto cualitativo y cuantitativo dentro de la Asociación, incrementando el número de servicios durante el año pasado y también el número de socios, hasta alcanzar la cifra de 190 empresas, -aunque queremos acabar el año con, al menos, 200-, y más de 75.000 profesionales. Pero, como comentaba antes, lo importante no es la cantidad, sino la calidad y variedad de los asociados.
Yo, que soy ingeniero, soy de los que piensan que, si algo funciona bien, mejor no cambiarlo. Por este motivo, estoy encantado de continuar con la labor que estaba llevando a cabo Ricardo, focalizándonos en nuestro afán divulgativo y de generación de negocio.
Pero dentro de los retos más coyunturales que tenemos por delante, está el que he mencionado anteriormente de ayudar a las organizaciones públicas a generar casos de uso para hacer una inversión eficiente de los fondos y a simplificar su gestión y, por otro lado, como representantes de la industria digital, queremos contribuir a generar talento especializado en nuevas tecnologías, como la ciberseguridad y la inteligencia artificial generativa, impulsando la creación de procesos formativos más cortos y más el línea con las necesidades del mercado, como lo que viene haciendo la formación profesional no reglada. Este tipo de formación se realizaría en estrecha colaboración con las empresas privadas y la conformarían sesiones muy prácticas en las que involucraríamos a nuestros asociados.
El mal endémico de la economía española es el alto nivel de desempleo, sobre todo el juvenil, por eso en ASLAN estamos insistiendo tanto en la búsqueda de modelos de formación acelerada para capacitar a nuevos profesionales y reciclar a los ya existentes
¿Cuántas comisiones de trabajo forman la Asociación?
Contamos con una Comisión de Tecnología, que identifica tendencias del mundo TIC para su posterior divulgación mediante la elaboración de guías, estudios y eventos; contamos con la Comisión de Sector Público, mediante la que potenciamos la colaboración público-privada; y también tenemos una Comisión de Relaciones Institucionales y una de Mayoristas.
Además, estamos haciendo sesiones de mentoring y networking con distintos directivos y expertos en diversas materias y sesiones de formación para a trabajar las habilidades de liderazgo de nuestros asociados. Próximamente, por ejemplo, vamos a celebrar una sesión sobre dirección de equipos de alto rendimiento.
¿Cómo valora la situación del mercado español?
Yo creo que tenemos delante una gran oportunidad como país. Contamos con el presupuesto necesario para transformar nuestro modelo económico e industrial y, además, nuestro producto interior bruto esta creciendo por encima de la media de nuestros socios de la Unión Europea.
Debemos empezar a apostar por la formación de talento tecnológico para explotar aún más áreas como el turismo o la hostelería y potenciar otras que tenemos menos desarrolladas como la industria.
El mal endémico de la economía española es el alto nivel de desempleo, sobre todo el juvenil, por eso en ASLAN estamos insistiendo tanto en la búsqueda de modelos de formación acelerada para capacitar a nuevos profesionales y reciclar a los ya existentes en la aplicación de tecnologías disruptivas.
