ENTREVISTAS

Francisco Muñoz, CEO de Viseo Iberia: “No se trata de vender humo con la IA, sino de aportar utilidad real y medible”



Dirección copiada

El grupo Viseo factura actualmente 400 millones de euros, y busca alcanzar los 600 millones antes de 2030

Publicado el 10 jul 2025

Rufino Contreras

Redactor Jefe



Francisco Muñoz (CEO de VISEO Iberia)

Francisco Muñoz ha sido testigo de la evolución de la consultoría tecnológica en España. Desde sus inicios en Pricewaterhouse hasta la consolidación de Viseo como grupo internacional, su recorrido refleja los grandes cambios del sector en los últimos 25 años. Nos recibe en su despacho próximo a IFEMA, y con tono sabio y calmado va desgranando la historia de su compañía y los proyectos que hay en marcha.

¿Podrías comenzar contándonos brevemente tu trayectoria profesional?

Soy ingeniero industrial. Estudié un MBA en ESIC y después cursé varios posgrados y másteres en logística y tecnología. Al acabar la universidad, buscaba algo relacionado con logística pero sin demasiada relación con ordenadores. Al final, terminé en el sector de las Tecnologías de la Información.

Comencé a trabajar en 1997 en Pricewaterhouse, que luego se convirtió en PricewaterhouseCoopers. Estuve allí cinco años, hasta que IBM adquirió su división de consultoría. En ese momento, en 2001, surgió la oportunidad de unirme a un grupo de emprendedores que creíamos que, si la consultoría va de personas, ¿por qué no montar algo propio?

¿Cómo nace entonces vuestro primer proyecto emprendedor?

En aquel momento trajimos a España una marca germano-austriaca llamada Plaut y comenzamos a desarrollar nuestro propio equipo y portafolio de soluciones, siempre con la tecnología SAP como base. A finales de los 90 y principios de los 2000, todo lo relacionado con consultoría tecnológica e integración de sistemas vivía un auténtico boom. SAP estaba en auge y había mucha más demanda que profesionales, especialmente en España.

Fundamos la subsidiaria en España de esa empresa y, en 2003, le compramos la unidad de negocio a los alemanes. Así hicimos un management buyout y fundamos Birchman. Desde ese momento, empezamos a construir una marca muy exitosa en España y a crear una red internacional, sobre todo con colaboradores en Reino Unido. Allí descubrimos una oportunidad: los profesionales españoles, aunque quizá menos sofisticados, eran más eficientes y mucho más competitivos en coste, lo que nos abrió puertas en ese mercado.

¿Cuál fue el crecimiento de Birchman antes de dar el siguiente paso?

Empezamos con unas 60 personas, y para 2018 ya movíamos un colectivo de unas 600 entre empleados y colaboradores. La facturación rondaba los 40 millones de euros. Fue entonces cuando vimos que, para seguir creciendo, especialmente a nivel internacional, necesitábamos un impulso adicional.

¿Y ahí entra el grupo francés Viseo?

Exacto. Por una serie de circunstancias -el destino, quizás- nos cruzamos con Viseo, un grupo francés muy compatible con nosotros tanto en cultura como en oferta y geografía. Nosotros teníamos tres pilares: ERP con SAP, Customer Experience con Salesforce y Oracle Siebel, y desarrollo de soluciones a medida con tecnologías como Microsoft y Java. Estábamos presentes en España y en Latinoamérica (Colombia, México, República Dominicana y Chile), mientras que ellos estaban enfocados en Francia y Asia. La complementariedad era clara.

¿Cómo fue el proceso de integración?

Nos integramos bajo su paraguas, y adoptamos su marca, ya que su volumen de negocio en ese momento era aproximadamente cuatro veces el nuestro: ellos facturaban entre 140 y 150 millones, nosotros 40. Esto facilitó economías de escala y permitió sofisticar el proyecto, manteniendo la continuidad con nuestros clientes pero ofreciendo más capacidades. Ahora ya no era solo “podemos hacer tu proyecto aquí”, sino también en otros 17 países.

¿Cumplieron los objetivos que se propusieron?

Teníamos un plan llamado ‘2020-20’: alcanzar 200 millones de facturación en 2020 y 20 millones de EBITDA. Lo conseguimos, y desde entonces hemos seguido creciendo. Hoy, Viseo es un grupo de 400 millones de euros, con un EBITDA algo por encima del 10%; este año apuntamos al 11%. Y lo más importante: hemos mantenido el ADN y la cultura originales.

¿Cuál es la seña de identidad actual de Viseo?

Somos una consultora de integración de sistemas. No somos una consultora estratégica ni de procesos. Nos especializamos en implantar soluciones tecnológicas. Trabajamos en tres grandes ámbitos:

  1. FinOps – todo lo relacionado con ERP y procesos de back-office.
  2. Customer Experience – gestión del cliente en todos sus aspectos: fuerza de ventas, e-commerce, puntos de venta, etc.
  3. Soluciones a medida – donde trabajamos con Microsoft, Java, AWS y Google.

Queremos trabajar con tecnologías world class, no con software de nicho, y nos dirigimos a empresas del upper mid-market y grandes cuentas, es decir, compañías que facturen más de 500 millones. Nuestra propuesta es acompañarlas desde el diseño del proyecto, pasando por la implantación, hasta el mantenimiento y soporte posterior.

¿Tenéis algún enfoque sectorial específico?

Somos una empresa bastante transversal. En el mundo tenemos unos 3.000 clientes y en España unos 300. Si tuviera que destacar sectores donde somos especialmente fuertes, mencionaría retail, gran consumo, fabricación, servicios profesionales y el sector farmacéutico, que lo agrupamos dentro de manufacturing.

¿Y qué pasa con la administración pública?

Hemos tenido algunos escarceos, pero el sector público requiere un enfoque y estructura muy específicos. La forma de presentar propuestas, de ejecutar y de gestionar el flujo de caja es muy distinta. Aunque el pago oficial es a 60 días desde la certificación, ese proceso de certificación puede dilatarse mucho. Además, muchos contratos públicos grandes están pensados para las Big Four o empresas como IBM, que pueden absorber proyectos de 10, 15 o 20 millones, con una carga financiera que para nosotros no siempre es viable.

¿Qué tendencias tecnológicas están marcando vuestros proyectos actuales?

Ahora mismo estamos viendo muchas actualizaciones de ERP. Las implantaciones masivas de ERP se dieron a finales de los 90 y principios de los 2000, así que muchas compañías están en pleno proceso de renovación, especialmente hacia SAP S/4HANA. La campaña Rise with SAP ha sido un gran detonante.

También hay una fuerte tendencia hacia el cloud. Hoy, prácticamente ninguna empresa se plantea tener los sistemas en su casa. Pasarse a la nube implica estandarizarse, adaptarse a soluciones de mercado. Ya no vale pensar “mi empresa es diferente y necesita algo especial”. El mercado se mueve hacia estándares.

¿Y qué otras áreas están creciendo?

Otra línea de evolución tecnológica importante es el e-commerce, que vivió un boom tras la pandemia, aunque ahora se ha estabilizado. Y una tercera área, que estaba algo dormida y ahora está en auge, es todo lo relacionado con Business Intelligence y analítica de negocio. Están apareciendo soluciones cloud muy interesantes que ofrecen una gran cobertura en este ámbito.

¿Cuál es la aproximación de Viseo a la inteligencia artificial?

La IA es una gran promesa, pero todavía no ha llegado a su punto de madurez. Cada fabricante —SAP, Salesforce, Microsoft— está lanzando herramientas que, en apariencia, se parecen mucho entre sí. Nuestra misión en este momento es ser muy pragmáticos: se trata de identificar casos de uso concretos, elegir la tecnología adecuada y definir un enfoque de proyecto táctico. No se trata de vender humo, sino de aportar utilidad real y medible.

¿Podrías darnos algunos ejemplos de esos casos de uso?

Sí, claro. Por ejemplo, un agente comercial que necesita navegar por un catálogo complejo puede apoyarse en una herramienta de IA que le ayude a encontrar el producto adecuado, aplicar la promoción correcta y calcular el precio preciso, todo en tiempo real. Otro ejemplo está en la gestión documental: un agente inteligente puede reunir, resumir y dar formato a contratos o jurisprudencia en cuestión de minutos, algo que a un humano le llevaría días. En el ámbito del soporte técnico, a partir de unos síntomas determinados, la IA puede sugerir diagnósticos probables y posibles soluciones. Y también estamos utilizando IA en el uso interno de nuestros equipos: por ejemplo, con herramientas como Copilot para hacer pair programming o revisión de código, con resúmenes automáticos de reuniones o generación de entregables. Todo esto permite ganar velocidad y eficiencia para llegar antes a un entregable decente, aunque siempre es necesaria una revisión humana posterior.

¿Con qué tecnologías están trabajando actualmente?

En el ámbito corporativo estamos utilizando Joule (de SAP), Einstein (de Salesforce) y Copilot (de Microsoft). También usamos ChatGPT o Gemini, aunque estas herramientas tienen un enfoque más personal, más dirigido al usuario individual. Funcionan muy bien, pero las consideramos como una especie de shadow IT, útiles, sí, pero más al servicio del individuo que de la organización como tal.

¿Cómo ves actualmente la evolución del mercado tecnológico en España y la posición de Viseo dentro de él?

No estamos viviendo un boom, como en otras épocas, pero sí un crecimiento sostenido y orgánico. Si la economía española crece un 2 %, la tecnología suele crecer al menos un 5 %. Nosotros, desde Vise, nos hemos marcado un objetivo de crecimiento del 9% para este año, que consideramos ambicioso pero alcanzable. Ya hemos vivido años con crecimientos superiores al 20%, pero ahora el mercado está más maduro, más centrado en la consolidación. Lo que estamos viendo es que los grandes actores están comprando empresas de nicho o proveedores de servicios especializados. Esa es una de las dinámicas actuales más evidentes.

¿Qué metas tiene el grupo a medio plazo?

A nivel global, el plan es alcanzar los 600 millones de euros de facturación entre 2025 y 2030. Ahora mismo somos unas 3.200 personas en todo el grupo, de las cuales un 10% está en España. Eso incluye a 550 empleados y 150 colaboradores externos, lo que nos da una presencia fuerte y consolidada en el mercado nacional.

¿La inteligencia artificial podría convertirse en el nuevo motor de ese crecimiento?

Todavía no estamos en ese punto. La IA, de momento, no está generando una ola de inversiones masivas. Las empresas están siendo prudentes: están repartiendo sus fichas, probando, haciendo pilotos, iniciando pruebas de concepto. Es decir, nadie quiere quedarse atrás, pero tampoco vemos decisiones radicales ni apuestas a todo o nada. La IA va a llegar, sin duda, pero lo hará paso a paso, caso a caso. Hay que ir incorporándola con sentido, midiendo el impacto y asegurando resultados tangibles.

Artículos relacionados