El despliegue de redes de alta capacidad ha sido el punto fuerte del plan España Digital 2025. La cobertura de fibra óptica supera hoy el 95% de los hogares, y el 5G llega a más del 92% del territorio, cifras que sitúan a España en la élite europea. Aunque no se alcanzó el 100% de cobertura a más de 100 Mbps, el país logró consolidarse como uno de los referentes continentales en infraestructura digital.
La modernización del sector público experimentó mejoras visibles. Aumentó el acceso telemático a trámites y se extendió el uso de aplicaciones móviles, pero el objetivo de tener el 50% de los servicios plenamente disponibles en app aún no se ha alcanzado de forma homogénea. Persisten desigualdades entre administraciones autonómicas y locales, y algunos procesos siguen dependiendo del canal presencial.
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Competencias digitales: la gran asignatura
El plan aspiraba a que el 80% de la población alcanzara competencias digitales básicas. Sin embargo, se quedó en el 66,2%. España ha mejorado, pero el avance ha sido insuficiente: las brechas generacionales, socioeconómicas y territoriales continúan marcando diferencias profundas. También quedó lejos la meta de formar 20.000 especialistas adicionales en ciberseguridad, datos e inteligencia artificial.
La digitalización del tejido empresarial sigue retrasada. Pese a la disponibilidad de programas y ayudas, la adopción de comercio electrónico, soluciones en la nube e IA no llegó al 25% de penetración previsto entre las pequeñas y medianas empresas. La falta de personal cualificado y la limitada capacidad de inversión fueron los principales frenos.
Aunque la cobertura digital es amplia, persisten bolsones de hogares sin acceso de alta velocidad: zonas rurales aisladas o con baja densidad demográfica mantienen dificultades de conexión.
Evaluación global
El plan España Digital 2025 puede considerarse logrado parcialmente: ha cumplido sus objetivos más tangibles y medibles (infraestructura, conectividad, competencias digitales) y ha dado un salto cualitativo en la posición de España en Europa. Permitió consolidar una posición fuerte, pero dejó sin resolver aspectos estructurales clave de la digitalización del país. El balance final muestra que el país avanzó, pero no transformó: la conectividad es de primer nivel, mientras que la capacitación, la digitalización empresarial y la modernización plena de la Administración siguen siendo tareas pendientes para el nuevo ciclo estratégico.
¿Cómo seguir de cerca las novedades del sector?
En un contexto donde la transformación digital del Estado y la inversión en tecnología pública han acelerado su ritmo, disponer de información transparente y actualizada sobre licitaciones y adjudicaciones se vuelve esencial para comprender hacia dónde se dirige el gasto público. Por eso cobra relevancia una herramienta como TendersTool (antes AdjudicacionesTIC): gracias a su recopilación exhaustiva de contratos, compras centralizadas, anuncios previos y adjudicaciones del sector TIC en administraciones locales, autonómicas y estatales, permite seguir con detalle cuándo, cómo y quién gana los concursos.
Tener esta visión desde dentro del mercado público ayuda a detectar tendencias, anticipar inversiones, y evaluar en qué medida los compromisos de planes como el de digitalización del país se traducen en contratos concretos. Por eso, mantenerse conectado con los datos del sector público resulta clave para periodistas, analistas, empresas tecnológicas o cualquier actor interesado en la transparencia, la eficiencia y la evolución real del Estado digital.








