IFS ha publicado los resultados de su más reciente estudio sobre “IA industrial: el nuevo horizonte para la eficiencia, la innovación y la competitividad”, basado en la opinión de más de 1.700 ejecutivos a nivel global.
El informe señala que, aunque los líderes empresariales están entusiasmados con la , las organizaciones enfrentan desafíos para cumplir con las expectativas. Si bien la IA se vislumbra como una herramienta empresarial transformadora, según Christian Pedersen, Director de Producto Principal de IFS, la falta de una estrategia sólida evidencia la insuficiencia de personal capacitado y la falta de preparación para alcanzar las ambiciones planteadas.
Desde IFS argumentan que el valor de la IA no reside en una sola capacidad, sino en su integración en todos los productos y procesos empresariales para respaldar la toma de decisiones y proporcionar servicios de IA necesarios para obtener resultados más rápidos.
El estudio revela que muchas empresas están rezagadas en su preparación para la IA. Casi la mitad de los encuestados están más enfocados en la recopilación de ideas que en tener una estrategia clara con resultados tangibles. A pesar de estos desafíos, persiste el optimismo: los encuestados creen que la IA podría marcar una diferencia significativa en sus negocios en el corto plazo.
El valor de la IA reside en su integración en todos los productos y procesos empresariales para respaldar la toma de decisiones y proporcionar servicios de IA necesarios para obtener resultados más rápidos.
En particular, los directivos son optimistas sobre el impacto futuro de la IA en la producción inteligente, la eficacia en la entrega de servicios, la gestión empresarial y operativa, la innovación con nuevos productos y servicios, la toma de decisiones sobre el crecimiento y modelos de negocio, el empoderamiento de las personas y el aumento de la retención de talento, así como en la experiencia del cliente y el servicio al cliente.
Para aprovechar los beneficios de la IA, las empresas deben capitalizar sus datos, siendo tanto el volumen como la calidad de estos críticos para el éxito de las aplicaciones de IA. Sin embargo, la mayoría de las empresas aún no han logrado disponer de datos confiables como base para sus proyectos de IA.
Gonzalo Valle, presales manager de IFS, advierte que la falta de madurez en la capa de datos debe abordarse como parte de una estrategia general de IA para que esta pueda ser efectiva.
En definitiva, el poder de la IA industrial radica en su capacidad para influir en todos los aspectos de un negocio, desde la innovación de productos hasta la experiencia del cliente, pasando por la productividad y los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza. Su potencial es enorme cuando los ejecutivos y las organizaciones logran combinar visión, estrategia, tecnología y habilidades
