El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha un ambicioso plan para el periodo 2009-2011 que persigue mayor proximidad con los ciudadanos, mejorar la calidad de los servicios y simplificar los trámites administrativos. Y para ello, la corporación encabezada por Jordi Hereu va a llevar a cabo un plan estratégico que supone una inversión de 100 millones de euros, 2,5 veces más que el presupuesto dedicado a este capítulo en la legislatura anterior. Entre los planes que se contemplan está que los inspectores municipales incorporen ordenadores de bolsillos y que los propios establecimientos tengan etiquetas con chip que agilicen la información y los trámites con la administración local.
Otros objetivos que persigue Barcelona 2.0 son reducir el 25 por ciento los trámites administrativos y que la mayoría de los mismos se realicen on line, disminuyendo en un tercio el tiempo necesario para conseguir una licencia. El plan persigue a su vez la modernización del propio parque del Ayuntamiento. Aquí se enmarca el reciente proceso de virtualización de su plataforma Intel que supone la adquisición de 14 blades de HP y de software de VMware y cuyo montante total asciende a 130.000 euros.
Dentro de las principales líneas del Plan Tecnológico del Ayuntamiento de Barcelona se encuentra la modernización de su parque informático. Y la virtualización se ha convertido en una de sus prioridades. “Nuestra decisión de virtualizar ha venido de la mano de varios criterios: concentración, mejora del rendimiento de la plataforma y beneficios como la reducción de costes, control de la proliferación de máquinas, facilitación de los diseños de contigencia, mejor y más ágil aprovisionamiento de servicios”, explica a COMPUTING Ramón García, responsable del Departamento de Tecnología y Seguridad del Instituto Municipal de Informática, empresa municipal provee de servicios informáticos al consistorio.
En el período 2004-2007, bajo el paraguas del Plan Tecnológico Global, el consistorio realizó la consolidación de los servidores Unix en un ‘mainfraeme Unix’. Ahora, en el marco de Barcelona 2.0, le toca el turno a la plataforma Intel. “Esta plataforma se quedó para último lugar debido a que hasta hace muy poco no era significativa pues estábamos más alineados con la tecnología RISC”, explica García.
Para atacar este proyecto, el Instituto contrató los servicios de Omega Peripherals que realizó la función de asesor en un principio aunque en último término realizó tareas propias de integrador. El Instituto se decantó por hardware de HP, en concreto 14 equipos blade DL460C de dos procesadores QuadCore. Se analizaron dos escenarios, virtualizar o no el entorno Citrix, y se comprobó que era posible hacerlo a través de VMware.”Se estudiaron 76 máquinas (Citrix, Linux y Windows) y sobre ese grupo y en función de las cargas se consiguió un ratio de consolidación 15 a 1 -sin contar Citrix- y de 9 a 1. “Estudiamos dos escenarios, virtualizando Citrix o no, y al final vimos que era posible hacerlo a través de”, señala Ramón García.
En el apartado de software, el Instituto contempló tres posibilidades: VMware, Microsoft y Xen; “pero rápidamente nos decantamos por la primera opción por un aspecto práctico, Microsoft dejaba aparte otras plataformas y todavía no tenía el Hiper V y Xen no nos satisfacía, y en el momento de realizar la selección VMware era la mejor opción”.
“En esos momentos se miró más que el virtualizador en sí mismo se estudiaron otros elementos que lo rodeaban. En el entorno VMware incluía en su roadmap una serie de herramientas de terceros para tareas de backup, recuperación de desastres que el Ayuntamiento nos exigía contemplar”, puntualiza Miguel Morell, director de marketing de Omega Peripherals.
El coste del proyecto de virtualización que comprende hardware, software, VMware, licencias y mantenimiento a tres años asciende a 130.000 euros.
La fase de implantación se inició en el segundo trimestre de este año y está previsto que se finalice en 2009. “Sin embargo, en estos momentos tenemos implementado esta capacidad al 50 por ciento y no hemos introducido aún las máquinas que teníamos previsto consolidar las 76 inicialmente previstas”.
La incorporación de la plataforma VMware ha supuesto dos elementos añadidos con los que no se contaba inicialmente, la necesidad de formar al personal en estas herramientas y la modificación del sistema de backup centralizado que se venía realizando hasta este momento para hacerlo compatible con la virtualización.
El Instituto tiene ante sí un futuro apasionante cargado de proyectos: aumentar la capacidad de plataformas, acelerar la e-Aministración para conseguir mayor proximidad al ciudadano y proximidad al trabajador con un portal de empleados, ampliación de la plataforma SAP, recursos humanos, interoperabilidad, integración, gestión documental y gestión de contenidos, seguridad, etc. “A finales de año identificaremos los proyectos más acuciantes y los pondremos en marcha”. En el apartado de infraestructuras, el Ayuntamiento también se muestra ambicioso y planea para septiembre de 2009 subir de uno a dos CPDs trabajando de activo/activo.





