¿Podrían ser los propios ciudadanos una competencia para los fabricantes de software o ISVs (Indenpendent Software Vendors)?. Al menos, así se podría entrever en uno de los últimos estudios realizados por Gartner, en el que se desprende que, para 2014, los llamados ‘ciudadanos desarrolladores’ (citizen developers) crearán al menos una cuarta parte de las nuevas aplicaciones de negocio. De acuerdo con la consultora, y debido a la restricción de los presupuestos para TI, cada vez más los usuarios finales buscan fuera del negocio desarrollos de aplicaciones y, en muchos casos, las desarrollan ellos mismos.
Gartner define un ‘ciudadano desarrollador’ como un usuario final que crea nuevas aplicaciones corporativas que son usadas por otros utilizando entornos de desarrollo y en tiempo real fuera de los límites de la compañía de TI.
“La existencia de usuarios finales que desarrollan aplicaciones no es algo nuevo pero, en los últimos años, los riegos y oportunidades que presentan se están convirtiendo en algo cada vez hay que tener más en cuenta. Y es que, en el pasado, los riesgos para la compañía estaban limitados, ya que los desarrollos solo alcanzaban un usuario o un pequeño grupo de trabajo”, explica la consultora. No obstante, “está claro que dichos usuarios finales pueden construir aplicaciones departamentales, corporativas o públicas”, añade.
Por este motivo, los analistas de Gartner recomiendan a las compañías de TI adaptarse a la nueva realidady crear programas de soporte para estos ‘ciudadanos desarrolladores’, ya que luchar contra ellos es una batalla perdida y la creación de dicho programa para ayudarlos desde la propia compañía puede minimizar riesgos (como la vulnerabilidad de la seguridad y la integridad de los datos), y fortalecer el potencial de estos usuarios finales.
Para ello, la consultora afirma que los responsables de TI deben de ser proactivos a la hora de gestionar las iniciativas de los ‘ciudadanos desarrolladores’. “Un programa de soporte debería incluir plataformas, modelos de gobierno TI, buenas prácticas y cumplimiento de normativas, acceso a determinados servicios empresariales y una guía y monitorización TI, con las que sea posible crear un entorno seguro para dichos desarrolladores”, concluye Gartner.