La celebración en Madrid de su Congreso de Software, Start 012, representa para IBM una gran oportunidad para ofrecer una amplia visión estratégica de una de las áreas más importantes de la compañía.
En la segunda edición de este encuentro, el Gigante Azul expuso antes más de 1.000 asistentes las claves de una división que en 2010 le generó 22.5000 millones de dólares de ingresos, un incremento del 5% año a año. El pasado año, con 9.000 millones de dólares ya supuso el 44% del beneficio de la compañía, y
</strong>IBM lo tiene claro.<strong> Diego Segre, vicepresidente de software de la compañía para España, Portugal, Grecia e Israel,</strong> encargado de inaugurar el Congreso, <strong>desvelaba las claves que avalan el creciente éxito de esta división.</strong> El <strong>desarrollo de productos</strong> como como WebSphere, Tivoli, Lotus y Rational, junto a una <strong>agresiva política de adquisiciones</strong>, donde se incluyen más de 80 compañías de software en los últimos años, y <strong>la ayuda de más de 100.000 socios de negocio</strong>, representan los pilares fundamentales de esta estrategia. Aunque el verdadero valor diferencial, de acuerdo con el directivo, “reside en que desarrollamos un software abierto, basado en estándares y flexible”. “Esto nos permite <strong>integrar nuestra tecnología no solo con nuestros propios productos, sino, también, con los de terceros;</strong> algo que está marcando la verdadera diferencia de nuestro software frente a otras ofertas”, afirmaba Segre.
El directivo tampoco quiso perder la ocasión para explicar las <strong>capacidades del software de IBM</strong> <strong>para dar respuesta a los desafíos </strong>a los que se enfrentan las organizaciones <strong>dentro del mundo integrado, interconectado e inteligente </strong>en el que vivimos. Segre <strong>resumía en seis</strong> dichas capacidades, las cuales, se convertían en los principales temas sobre lo que giró el Congreso. <br />
En primer lugar, se encuentra<strong> la capacidad de impulsar la optimización e integración del negocio</strong> gracias a la agilidad que aporta en los procesos de negocio para abordar nuevos mercados y reducir costes. En segundo lugar, “<strong>maximizar el impacto de las infraestructuras en el negocio</strong> aumentando su disponibilidad desde la perspectiva del usuario”, resaltaba Segre. Le siguen la posibilidad de <strong>innovar y desarrollar nuevos productos y servicios,</strong> y la <strong>disminución del riesgo </strong>gracias a la posibilidad de gestionar la seguridad. En quinto lugar se encuentra la <strong>conectividad y colaboración</strong> entre los empleados, clientes y proveedores fundamentalmente gracias a la integración de las redes sociales en el negocio. Y, finalmente, “<strong>la capacidad de convertir la creciente cantidad de datos en información,</strong> que esa información pase a convertirse en conocimiento y que ese conocimiento impacte en los procesos y modelos de negocios a través, sobre todo, del análisis y la gestión del dato”, concluía el directivo.
