La tecnología Primergy de Fujitsu anima el proyecto ALMA

El Observatorio Astronómico Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) tiene un aliado clave en Fujitsu. Los servidores Primergy RX300 S3 de la nipona han demostrado ser capaces de operar de forma estable a una altitud de 5.000 metros sobre el nivel del mar.

Publicado el 19 Ene 2010

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Coincidiendo con el inicio del nuevo año, el Observatorio Astronómico Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) celebra un nuevo logro: la unión por primera vez de tres de sus antenas situadas a 5.000 metros de altura en los Andes chilenos.

La disponibilidad simultánea de las señales de tres antenas supone un avance clave al permitir corregir los potenciales errores en la observación con sólo dos antenas. Se trata, por tanto, de un importante paso hacia delante que allana el camino para la producción de imágenes del universo a una resolución sin precedentes a fin de conocer la edad del universo, su tamaño y estructura, así como procesos como la formación de galaxias y nuevos planetas o el nacimiento de estrellas, objetivo último de proyecto ALMA.
Con el punto de mira puesto en tener en 2012 en plena operativa el sistemaformado por al menos 66 antenas que funcionarán juntas como un interferómetro-, el avance es parte de las pruebas científicas preliminares llevadas a cabo en el marco del proyecto, lanzado en 2002 por EEUU y Europa, y en el que también participa Japón desde 2004 a través del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ).
La aportación de España al proyecto ALMA, en el que participa a través del Ministerio de Fomento, se concreta hasta el momento en un 7,5 por ciento de la contribución europea, que a su vez representa el 50 por ciento del coste total, cifrado en 550 millones de euros.
Este nuevo hito supone asimismo la superación de una nueva frontera en el mundo de las TIC, en tanto que ha puesto a prueba la tecnología Primergy de Fujitsu, seleccionada para dar vida al observatorio localizado en el desierto chileno de Atacama. En concreto, Fujitsu ha sido responsable del desarrollo del correlacionador del ACA (Atacama Compact Array) -para el procesamiento ultrarrápido de los datos recibidos)- y de su sistema de control y monitorización, basado en servidores Primergy RX300 S3 corriendo Linux, los cuales han demostrado ser capaces de operar de forma estable a una altitud de 5.000 metros sobre el nivel del mar y bajo una presión atmosférica de 0,5 ATM, sin necesidad de soporte físico de ingenieros. Según la firma, “nuestros servidores nunca habían trabajado a una altitud tan elevada y en condiciones atmosféricas tan complicadas; hoy, después de una importante labor desarrollada por nuestros investigadores en Japón -los doctores Abe, Kawase y Morija-, hemos logrado aportar toda la tecnología necesaria para ofrecer a los ingenieros e investigadores del proyecto ALMA la solución necesaria para desarrollar estudios que aportarán importantes avances en el conocimiento de la galaxia actual y de las nuevas formaciones”.

Recogida de información
Los servidores de Fujitsu, equipados con procesadores Intel Xeon de doble núcleo, recogen la información generada por las antenas y el telescopio de ALMA y la difunden vía fibra óptica al edificio de control ubicado lejos de las antenas en el que trabajan los científicos adscritos al proyecto. Es aquí donde un superordenador combina la información proveniente de las antenas para crear imágenes con una resolución sin precedentes, se estima que unas 10 veces mejor a la que proporciona el telescopio espacial Hubble.
Cabe destacar que debido a las limitaciones físicas derivadas de su localización, las máquinas de Fujisu no utilizan HDDs (Hard Disk Drive) con el objetivo de reducir los riesgos de malfuncionamiento, una peculiaridad que se ha subsanado mediante la utilización de tecnología PXE (Preboot Execution Environment) vía red y el protocolo NFS, de modo que un único servidor, localizado en las instalaciones del Operations Suppor Facility (OSF) localizados a unos 3.000 metros de altitud y equipado con HDD, proporciona el sistema operativo a los otros 35 servidores Linux instalados en el altiplano chileno.

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Redacción

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