María Garaña: El sector de las TIC debe participar de forma muy activa ante esta crisis

La duración o el impacto sobre el empleo y el crecimiento es muy difícil de prever ante esta situación. En opinión de la presidenta de Microsoft, las TIC son decisivas.

Publicado el 16 Feb 2010

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“¿Cómo puede ayudar Microsoft a nuestra compañía a ser más competitiva?”. Ésta es la pregunta que la práctica totalidad de los clientes con los que hablamos a diario nos está trasladando. La actual situación económica presenta retos complejos para las empresas de todos los sectores de actividad. El clima del negocio es drásticamente diferente de lo que era hace apenas unos meses y, pese a que la tónica dominante es la cautela, todos somos conscientes de esa sensación de alarma que empieza a aflorar a medida que los indicadores económicos presentan un año 2009 realmente complicado. Nadie es inmune a los efectos de la constricción del crédito y a la severa caída del gasto por parte de consumidores y empresas.
Desde el sector de las Tecnologías de la Información no podemos, ni debemos, quedar como meros espectadores ante esta crisis cuya duración o impacto sobre el empleo y el crecimiento es muy difícil de prever. Al contrario, la industria de las TI debe ser parte activa en la implementación de soluciones que permitan a las empresas superar la crisis a través de una mejora de su competitividad.
La receta para superar la crisis es conocida: innovación. Sólo a través de una apuesta decidida por la innovación las empresas serán capaces de aprovechar las nuevas oportunidades generadas, replantear los procesos organizativos válidos hasta ahora y lanzar nuevos productos y servicios pensados para competir en un mercado en recesión. La apuesta por la innovación exige invertir en Tecnologías de la Informacióny en las personas cuyo talento hace posible el crecimiento de las organizaciones. Las Tecnologías de la Información llevan décadas evolucionando y ayudando a empresas a conseguir una ventaja competitiva. Pero ahora más que nunca, son vitales para sobrellevar con éxito las dificultades actuales en un clima de negocio que cambia cada día y que exige la máxima agilidad y capacidad de adaptación por parte de las organizaciones. Volvemos a la pregunta inicial: ¿cómo puede Microsoft ayudar a sus clientes a mejorar su competitividad?
Actualmente disponemos de un buen número de tecnologías que pueden ayudar a las empresas a reducir sus gastos y a la vez mejorar su efectividad y eficiencia; tecnologías de las que ya disponen muchas compañías y otras que se configuran como tendencias crecientes: la videoconferencia y nuevas herramientas de productividad como vía para aumentar la eficiencia en la colaboración y recortar gastos; la virtualización como forma de maximizar recursos existentes, consolidar y automatizar procesos; así como funcionalidades que permiten reducir el consumo de energía de los sistemas.
En el corto plazo, para muchas compañías el foco será minimizar costes y reducir el riesgo. Pero nuestro compromiso consiste en transmitir al mercado que, a pesar de la situación actual, es necesario mirar más allá de las medidas cortoplacistas. Por encima de la búsqueda de una mayor eficiencia a corto plazo, las organizaciones deben pensar en el crecimiento a largo. Un crecimiento que pasa por la excelencia operacional pero también por alcanzar un nuevo nivel de excelencia en la relación con los clientes.
El nuevo paradigma tecnológico que se está implantando en la mayoría de las empresas incluye muchas de las tecnologías arriba mencionadas –unidas a otras tendencias interesantes, como el mundo del Software + Servicios, estrategia que ofrece una flexibilidad sin precedentes- y va a permitir a las empresas que miran hacia el futuro crear sistemas de información no sólo con una estructura de costes óptima, sino también capaces de ayudar a las personas responder a los cambios en las condiciones de negocio con mayor profundidad, conocimiento y rapidez que nunca antes.
El reto al que nos enfrentamos todos como país es aprovechar esta crisis para convertirla en la oportunidad para crear una nueva Economía de la Innovación que posicione a las organizaciones españolas en un nuevo nivel de competitividad. Esta oportunidad pivota alrededor de las Tecnologías de la Información y, específicamente, alrededor del software. Las empresas que continúen persiguiendo la innovación se posicionarán mejor para los tiempos económicos difíciles, y crearán las condiciones para crecer más rápido cuando el clima económico mejore. La tecnología no es la cura mágica contra la crisis, pero es un arma poderosa para materializar las ideas que servirán como base a un nuevo paradigma, una nueva realidad que aflorará cuando escampe la tormenta.

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Redacción

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