Software a medida vs. servicios en nube. Marcos Checa, gerente de Operaciones de Panel Sistemas

El mercado del Cloud Computing se encuentra en un período de crecimiento y alto potencial, pero aún necesita cierto grado de maduración hasta que se convierta en algo popular y común.

Publicado el 09 Dic 2009

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Según la Consultora Gartner, se estima que los ingresos generados por los servicios de Cloud Computing alcanzarán un valor mundial superior a los 56.300 millones de dólares en 2009, y el mercado seguirá aumentando hasta totalizar un valor de 150.000 millones de dólares en 2013.

El fenómeno Cloud Computing describe un estilo de computación en el que todo lo que puede ofrecer un sistema informático se presenta como servicio, de modo que los usuarios, ya sean particulares o empresas, puedan acceder a los servicios disponibles ‘en la nube de Internet’ sin ser expertos en la gestión de los recursos que usan.
Por eso Cloud Computing es una de las mayores transformaciones del mercado y ofrecerá un sin fin de nuevas oportunidades a las empresas, pues les permitirá centrarse en su negocio principal, reaccionar más rápido a las condiciones del mercado, ganar acceso a las últimas tecnologías e incrementar su capacidad para ser más flexibles.
Además, según la previsión de Cisco, esta nueva tecnología puede suponer unos ahorros de costes de un 20 por ciento en inversiones en recursos tecnológicos, y llega en un momento crucial: la actual crisis económica podría estimular su consumo, pues ofrece una forma mucho más barata para que las empresas adquieran y utilicen TI, ahora que disminuyen los presupuestos.
Sin embargo, a pesar de esta creciente evidencia, la mayoría de las empresas aseguran que no planean integrarlo en los próximos 12 meses. La razón es que el Cloud Computing adolece todavía de la suficiente confianza para despegar, debido a dos inconvenientes importantes. El primero y más comentado se refiere a aspectos tan importantes como el almacenamiento y hospedaje de los datos, la integridad, la disponibilidad y la seguridad de la información, aún no resueltos.
El Cloud Computing basa las aplicaciones en servicios alojados de forma externa, es decir, nuestros datos y relaciones no están en nuestros equipos ni dependen de nuestro sistema operativo, sino en la red, ‘en las nubes’. Por tanto, la responsabilidad del almacenamiento de la información y su control queda en manos del proveedor. Igualmente, la computación en nube pone en peligro las libertades de los usuarios, porque éstos dejan su privacidad y datos personales en manos de terceros. Y no hablemos ya de aquellas aplicaciones que manejan datos críticos para la empresa o aquellas que necesitan servicios de mantenimiento y soporte 24×7.
El segundo inconveniente surge cuando hablamos de aplicaciones a medida. El modelo de Cloud Computing es por definición un modelo de uno a muchos, donde el mismo software, la misma versión y la misma ejecución de la aplicación se ofrecen a muchos clientes para que, con el aprovechamiento eficiente de los recursos, el proveedor ofrezca precios más bajos que los del software tradicional. Por eso aquellas compañías que necesiten un software muy exclusivo para su negocio, o incluso que pueda diferenciarlas en el mercado frente a sus competidores, siempre optarán por la versión tradicional del ‘software a medida’, a no ser que estén dispuestas a compartirlo con otros.
Éstas son en definitiva algunas de las razones por la cuales todavía las compañías prefieren seguir confiando en los sistemas internos a medida, aunque reconozcan que son demasiados caros, por encima de los sistemas basados en Cloud.

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Ambrosio Rodríguez
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