España, en el grupo de perdedores en I+D de la UE

A pesar de ocupar la posición 16 de 25

Publicado el 27 Ene 2006

España se encuentra en el puesto 16 de los 25 países miembros de la Unión Europea en el índice de innovación, de acuerdo con la quinta clasificación de la innovación en Europa realizada por la Comisión Europea.

Las clasificaciones se basan en factores como el número de licenciados en ciencias e ingenierías, el gasto en educación o en investigación, presencia de capital riesgo, el empleo en servicios de alta tecnología y el número de patentes.Con respecto al ejercicio 2004, nuestro país desciende posiciones, situándose ahora en el grupo de países que pierden terreno en I+D, junto con Estonia, Bulgaria, Polonia, Eslovaquia, Rumanía y Turquía.

España queda así clasificada por detrás de Eslovenia (puesto número 14) y Hungría (el 15 en la clasificación), muy lejos de los otros tres grupos que establece la Comisión: países líderes (Finlandia, Suecia, Dinamarca y Alemania); los que se sitúan en la media (Francia, Luxemburgo, Irlanda, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Austria e Italia), o los que se están recuperando (Eslovenia, Hungría, Portugal, República Checa, Lituania, Letonia, Grecia, Chipre y Malta).

</strong>En las diferentes categorías que componen el índice de innovación, los peores resultados de España se encuentran en la difusión de la innovación en las empresas (puesto 22 de la clasificación).

Y es que las empresas españolas gastan en I+D un 45 por ciento menos que la media comunitaria, mientras que el ratio de patentes está un 20 por ciento por debajo. Igualmente, el porcentaje de pymes que colaboran en materia de innovación llega sólo al 38 por ciento de la media comunitaria.Otras debilidades de España se localizan en la baja inversión en TIC, inferior en un 17 por ciento a la media de la UE, mientras los resultados en formación continua tampoco son buenos (52 por ciento de la media), además de necesitar con urgencia un incremento en el gasto total en innovación, que se sitúa en el 69 por ciento de la media comunitaria.No obstante, la Comisión asegura que España tiene un rendimiento equilibrado en cada categoría -excepto en la de innovación y espíritu empresarial-, y entre los puntos fuertes de nuestro país destaca los relativamente buenos resultados en motores de la innovación y creación de conocimiento.

Esto significa que el número de empresas privadas que reciben financiación pública está por encima de la media de la UE, lo mismo que sucede con los fondos privados para I+D en las universidades. España destaca además en la utilización de patentes extranjeras registradas en Europa, Japón y Estados Unidos.Lo cierto es que España continúa registrando buenos resultados económicos año tras año. Pero esto significa que, al no contar con suficiente innovación, está absorbiendo todos los recursos disponibles (reservas de mano de obra o la compra de ideas de otros países).

Sin embargo y según la Comisión, llega un momento en que se pueden agotar estos recursos, y sin innovación no es posible sostener un rápido crecimiento económico.

La quinta clasificación de la Comisión sobre innovación tampoco deja bien posicionada a la UE en su conjunto si se compara con EEUU y Japón.

El informe apunta que la Unión invierte en investigación menos de un tercio de lo que lo hace Estados Unidos, mientras los mercados emergentes como China e India se están convirtiendo rápidamente en centros de I+D.

Paralelamente, la brecha de innovación entre la UE-25 y Japón está aumentando, y la que hay entre EEUU y la UE está cerca de estabilizarse, es decir, Europa no acerca posiciones con el país norteamericano.

La Comisión advierte además que es necesario mejorar la eficacia de la innovación. Suiza, Alemania, Luxemburgo, Irlanda y Malta cuentan con los mejores resultados comparados con la inversión realizada. En contraste, Islandia, Estonia, Lituania, Chipre y Noruega son Estados donde el rendimiento está muy por debajo de la inversión, lo que se explica por la receptividad de un país a los nuevos productos y servicios.

Con el fin de solventar estas diferencias, el pasado octubre se lanzó una memoria destinada a promocionar el I+D en la Unión.

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Redacción Computing

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