Con 62 años y manteniendo el puesto de consejero delegado de Intel desde 2005, Paul Otellini ha decidido retirarse tras cerca de 40 años sirviendo a la compañía. Su retirada será efectiva en la reunión anual con los analistas, que tendrá lugar en mayo del año que viene, aunque seguirá vinculado a la empresa en calidad de asesor. Se abre ahora un periodo de transición de seis meses, durante los cuales el fabricante de chips deberá designar un nuevo CEO, que podría ser tanto de la casa como de fuera de la compañía.
“He tenido el privilegio de dirigir una de las mayores compañías del mundo”,declara Paul Otellini en un comunicado. “Después de casi cuatro décadas con la compañía y ocho años como CEO, es el momento de seguir adelante y transferir el timón de Intel a una nueva generación de líderes. Espero con interés trabajar con Andy Bryant, presidente del Consejo de Administración, la Junta y el equipo de gestión durante el período de transición de seis meses, y estar disponible como asesor de gestión después de retirarme como CEO”, confirma.
Otellini ha sido el quinto CEO de Intel, puesto al que ascendió tras la jubilación de Craig Barrett, y mientras ostentaba el cargo de director de Operaciones y dirigir varios negocios de Intel, incluyendo las divisiones de procesadores de servidor y PC, las ventas globales y la organización de marketing. Durante su mandato, los ingresos anuales de Intel pasaron de 38.000 millones de dólares a 54.000 millones, y las ganancias por acción han aumentado de 1,4 a 2,39 dólares.
