Ya no es cuestión de permitírselo o no, se trata de una necesidad. Los estudios demuestran que los sistemas tecnológicos no solo contribuyen a crear las bases de los negocios actuales, sino que, además, garantizan el desarrollo de los negocios para dar respuesta a las necesidades de los clientes que me mueven en la era digital. Una sana implementación facilita un buen funcionamiento del negocio que, unido a una gestión integral y una política de seguridad, maximiza los entornos TIC y permite potenciar la cuenta de resultados. Sin embargo, el riesgo sigue existiendo y la implementación de elementos referentes a la seguridad, lamentablemente, es escaso dado el grado de evolución que alcanzan los ciberatacantes. Las cifras nos lo muestran. INCIBE gestionó el año pasado 123.000 incidentes de ciberseguridad en España fundamentalmente encaminados a alguna intención de tipo económica, lo que pone de relieve que no se trata de un tema menor.
España es uno de los países que más ataques registra en el campo informático, un síntoma que pone en evidencia que algo falla en este ámbito dentro de las empresas nacionales. La preocupación ante ello sigue latente entre los CIO y los responsables de sistemas; no se trata solamente de perder datos -el auténtico valor de las empresas- sino la correspondiente pérdida de reputación que puede ser mucho más perjudicial a la larga.
Por eso, los planes de actuación de las empresas están orientados en la actualidad a cubrir dos tipos de soluciones: por un lado, implementación activa de planes de contingencia y centros de backup remotos o en la nube, así como soluciones de control de entrada a la red, también denominadas NAC (Network Access Control). A este respecto, nuestra compañía ya está ofreciendo soluciones NAC de Aruba (Clearpass) y de Fortinet (Fortinac), que están demostrando su eficacia en entornos profesionales que requieren una alta protección y gestión unificada en los entornos de movilidad y redes cableadas que demandan los procesos de negocio.
Los planes de actuación de las empresas están orientados en la actualidad a cubrir dos tipos de soluciones: por un lado, implementación activa de planes de contingencia y centros de backup remotos o en la nube, así como soluciones de control de entrada a la red, también denominadas NAC.
El acceso a la red fácil y seguro que se requiere es uno de los puntos débiles más importantes de las TI. Por ejemplo, uno de los factores a tener en cuenta son los dispositivos móviles con conexión wifi, ya que presentan una serie de nuevos retos para los departamentos de TI que buscan acelerar la entrega de servicios, bajar significativamente los costes relacionados con la red y reducir los riesgos. La conectividad no puede fallar y, en caso de producirse, la productividad de los empleados desciende. Esto hace que la conectividad se convierta en un elemento cada vez más crítico para los profesionales de los negocios.
Con todo ello, la movilidad ya no es una tendencia, es una realidad que supone dar acceso continuo a dispositivos externos que requieren conexión con las aplicaciones internas de la organización, algo que antes no era habitual y ahora se convierte en prioridad de los negocios. Por eso, y porque la movilidad aún encierra muchos aspectos a cubrir por parte de las empresas, la seguridad debe ser pieza clave que contribuya a implementar sistemas de vanguardia. Ya no nos podemos conformar con cualquier cosa, nuestra ingeniería no está a salvo de los ciberdelincuentes si no optamos por lo mejor, pues no en vano la ciberseguridad entra a formar parte de los pilares de la transformación digital a la vez que ofrece una oportunidad de avance para los negocios y administraciones.