Las redes inalámbricas han evolucionado mucho en muy poco tiempo, y por ello no es raro que hoy en día en muchas compañías el Wi-Fi constituya la forma prioritaria y principal de acceso a la mayoría de las redes corporativas. Esa reconversión ha venido impulsada, entre otras cosas, por la aprobación del estándar 802.11n, que hace referencia a la mejora significativa del rendimiento de la red más allá de los estándares anteriores, y que supone un incremento en la velocidad máxima de transmisión de 54 Mbps a un máximo de 600 Mbps. Pero también el incremento masivo de los dispositivos móviles y la llamada consumerización de la tecnología, es decir, la incorporación masiva de nuevas tecnologías a la vida cotidiana y al trabajo, están impulsando el auge de las redes WLAN en las organizaciones. Efectivamente, las estimaciones de algunos analistas apuntan a que al menos 50.000 millones de terminales estarán conectados vía wireless de cara a 2020, y es que la movilidad está permitiendo a los empleados trabajar más efectiva y productivamente tanto dentro como fuera de la oficina, encontrando nuevas formas de mantenerse en contacto con sus clientes a través de aplicaciones colaborativas, como videoconferencias o redes sociales. De hecho, estudios de mercado recientes apuntan a que alrededor del 30% de las comunicaciones diarias en una empresa serán a través de vídeo o multimedia en tan sólo dos años. En estas circunstancias no es de extrañar que las redes inalámbricas estén ganando terreno frente a otras opciones tradicionales de conexión LAN. El fenómeno BYOD o ‘Bring your own device’, citado por algunos analistas como Forrester, implica que muchos usuarios prefieren utilizar sus propios dispositivos frente a los que les podría proporcionar la empresa para la que trabajan, produciéndose así una unión estrecha entre las aplicaciones de uso personal con las corporativas, situación que muchos analistas consideran como beneficiosa para la productividad del negocio. Además, la mayor parte de estos usuarios utiliza varios dispositivos conectados simultáneamente a través de una red inalámbrica. En todo este proceso, se estima que en poco tiempo las redes WLAN representarán la mayor parte del tráfico de red, y por ese motivo, las redes LAN tradicionales deben evolucionar para cumplir con estos requerimientos, puesto que la capacidad y el rendimiento no son las únicas características imprescindibles para que funcionen las aplicaciones. Así, también se debe contar con soluciones de control de acceso que abarquen todas las redes, ya sean o no inalámbricas, junto con la capacidad de manejar diferentes políticas definidas por usuario y dispositivo. Igualmente, es importante considerar a la seguridad como un elemento clave para evitar posibles ataques informáticos y tampoco se debe olvidar el TCO, un aspecto que cada vez más preocupa en las compañías. ¿Por qué contar con una red inalámbrica? Nada mejor que resumir algunas de las principales tendencias de mercado para descubrir los motivos por los cuales una compañía, independientemente de su tamaño, debe estar preparada para hacer dar el salto a las redes WLAN. *Proliferación de dispositivos móviles. Las ventas de tablets crecerán de 17,6 millones de unidades vendidas en 2010 a 70 millones en 2011, y casi 295 millones de cara a 2015. Y estos dispositivos ya no cuentan con puertos para conectarse, así que las redes deben estar preparadas para asumir este reto. *Explosión de usuarios inalámbricos. Los profesionales de hoy en día son móviles, y dependen de las redes inalámbricas para conducir el negocio eficientemente desde cualquier lugar, en cualquier momento, necesitando de una conexión fiable y segura. *Creciente popularidad de las aplicaciones multimedia interactivas. Las compañías se están sumando a una progresiva implantación de aplicaciones interactivas multimedia, como videoconferencia, comunicaciones unificadas, telemedicina, etc, con el objetivo de aumentar la productividad, mejorar la colaboración y contener costes. Para ello se requiere un adecuado ancho de banda y unas redes de baja latencia. *Soporte para servicios de misión crítica. Desde soluciones médicas a aplicaciones financieras, las redes inalámbricas actuales facilitan el despliegue de servicios de misión crítica con exigentes requerimientos de rendimiento, confianza y seguridad. *Entornos complejos. La movilidad es ubicua, y las redes inalámbricas están cada vez más presentes en hospitales, campus universitarios y centros de datos y otros espacios cuyas infraestructuras y legacy podrían causar posibles interferencias, suponiendo un auténtico desafío para las redes wireless. *Presión en el TCO. La situación económica está forzando a las compañías a encontrar diversas fórmulas para hacer más con menos. Por ese motivo, los avances encaminados hacia las infraestructuras convergentes, arquitecturas de sistemas y tecnologías Wi-Fi pueden tener un impacto muy positivo para minimizar el coste total de la propiedad. Principales ventajas de las tecnologías WLAN FUENTE: Farpoint Group
La tecnología augura una nueva era para el Wi-Fi corporativo
La tecnología Wi-Fi ha experimentado en los últimos años increíbles mejoras en cuanto a rendimiento y reducción de coste, lo que supone una alta capacidad para hacer frente a al incremento de tráfico cuando se requiera, al mismo tiempo que permite cumplir con ciertos requerimientos considerados críticos, como integridad, confianza, seguridad y fácil gestión. Las redes WLAN están en auge, gracias a los usuarios finales, quienes tienen claro que éstas son imprescindibles en el nuevo mundo global, conectado y móvil.
Publicado el 29 Nov 2011
Temas
Canales
Artículo 1 de 2