¿Cómo podemos convertir a Europa en una región más competitiva?

Un estudio de McKinsey revela las cinco claves para un modelo de innovación basado en las fortalezas y escalabilidad de Europa.

Publicado el 17 Oct 2019

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Hace un siglo, Europa era una potencia mundial en innovación, pero ha comenzado a perder su papel en este terreno. El nuevo estudio de McKinsey Global Institute (MGI) ofrece una radiografía del estado de la innovación en Europa y sugiere cinco claves que permitirían a la región aprovechar sus puntos fuertes y alcanzar una escala suficiente para para competir de forma más eficaz.

El informe Innovación en Europa: Cambiando el juego para recuperar una ventaja competitiva, destaca los campos en los que Europa continúa siendo fuerte, incluyendo el talento investigador, la investigación y el desarrollo privados, y aquellos puntos en los que aún se encuentra por detrás de Estados Unidos y, cada vez más, de China, incluyendo las plataformas digitales, las empresas superestrella y la próxima generación de tecnologías “de vanguardia”.

Resultados del estudio

Startups y financiación de proyectos: El número de startups europeas centradas en inteligencia artificial (AI) se ha triplicado en los últimos tres años y la inversión en tecnología europea ha alcanzado un nivel récord, con una inversión de 23.000 millones de dólares en 2018. Sin embargo, Europa ha transformado las promesas digitales en éxito con empresas “unicornio” – startups valoradas en más de 1.000 millones de dólares- la mitad de la tasa observada en EEUU y, además, la financiación mediante capital continúa siendo un mecanismo de aportación de fondos infrautilizado.

Talento: La comunidad investigadora europea es mayor, pero también más difusa, que la de Estados Unidos o China. El número de desarrolladores de software europeos ha crecido a un ritmo del 4 al 5% en los últimos dos años, con un total de 5,7 millones de profesionales en la actualidad, muy por delante de los Estados Unidos, con 4,4 millones.

Adopción digital: Tanto el número de digital attackers como la cuota de ingresos correspondientes son significativamente menores que los de Estados Unidos. En consecuencia, la brecha de digitalización en Europa se mantiene en torno a un tercio del nivel de Estados Unidos.

I+D: Europa está perdiendo cuota, especialmente en los sectores digitales. Si examinamos las empresas de software y servicios informáticos que se encuentran entre las 250 con mayor gasto en I+D a escala mundial, el gasto en I+D de las empresas europeas solo ha representado alrededor del 8% del total mundial, por debajo del 11% de las empresas chinas y muy por debajo del 77% de las empresas con sede en EE.UU. en 2018.

Sin embargo, lo más destacado es que Europa se enfrenta a una desventaja estructural por fragmentación en un mundo digital e intangible en el cual la escala es un elemento cada vez es más importante. La relevancia de Europa en “superestrellas” (grandes empresas que se encuentran en el 10% superior a nivel mundial, siguiendo una valoración por beneficios económicos), se ha reducido aproximadamente un 50% en las dos últimas décadas, mientras que se ha mantenido constante en EEUU y Canadá y ha aumentado significativamente en la región de Asia Pacífico.

Claves para impulsar a Europa

Aprovechar la potencia industrial de Europa para beneficiarse de su escala y de la difusión de las tecnologías a través de las cadenas de suministro.

Consolidar su posición como región más destacada en gobernanza de datos a nivel mundial, nivelando el terreno de juego con las grandes plataformas, mediante el replanteamiento del acceso a los datos y usuarios, así como a los estándares. Por ejemplo, los gobiernos europeos podrían abrir el acceso a los datos en sectores estratégicos como el transporte o la asistencia sanitaria, para obtener beneficios tangibles como el incremento de la eficacia de los medicamentos.

Utilizar su importante alcance de adquisiciones para el sector público para impulsar la innovación en bienes y servicios digitales. El gasto europeo en adquisiciones para servicios públicos asciende a unos 2.000 millones de euros anuales, y una parte de dichos gastos podría utilizarse eficazmente para generar una mayor demanda en innovación. Un primer paso importante podría ser avanzar rápidamente hacia un mayor gobierno electrónico.

Hacer hincapié en la apertura y la conectividad como alternativa a fragmentación mediante el cambio de los flujos migratorios de personal altamente calificado y la conexión de los ecosistemas locales. Algunas redes como Innovate UK y Cap Digital en Francia ya están mostrando el valor de los ecosistemas fuertes.

Aprovechar los beneficios de las empresas mundiales en Europa en beneficio del propio continente. Europa tiene una economía relativamente abierta y podría hacer un mayor esfuerzo para animar a las empresas internacionales, incluidas las de China y Estados Unidos, a trasladar la actividad innovadora al continente.

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Redacción Computing

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